La Alianza del Norte empieza a recibir apoyo de EE UU

El general de la Alianza del Norte Rashim Dostum, que dirige el asalto a Mazar-i-Sharif, cuenta ya con asesoramiento militar de EE UU. Dostum sostiene que las ¨²ltimas reuniones mantenidas con los norteamericanos se limitan a tratar asuntos humanitarios, pero EE UU no oculta su disposici¨®n a ayudar a la Alianza en ese frente con informaci¨®n y armas. La toma de esta ciudad clave del norte ha unido a las fuerzas antitalibanes.

El general de la Alianza del Norte Rashim Dostum, que dirige el asalto a la ciudad norte?a de Mazar-i-Sharif, cuenta desde hace d¨ªas con asesoramiento militar de EE UU. Dostum sostiene que las ¨²ltimas reuniones mantenidas con oficiales norteamericanos se limitan a tratar asuntos humanitarios, pero los estadounidenses no ocultan su disposici¨®n a ayudar a la Alianza en ese frente con informaci¨®n y armas. La conquista de Mazar-i-Sharif supondr¨ªa un dur¨ªsimo rev¨¦s para el r¨¦gimen talib¨¢n y podr¨ªa precipitar su colapso. El secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, confirm¨® ayer que Estados Unidos ha comenzado a prestar asistencia a la Alianza del Norte, tanto en armas como en dinero.

Pero el norte del pa¨ªs no es Kabul. Mazar-i-Sharif carece de la importancia pol¨ªtica de la capital, pues no entregar¨ªa a su conquistador la llave del futuro Gobierno de Afganist¨¢n ni la posibilidad de imponer a los dem¨¢s su pol¨ªtica. No obstante, esa ciudad norte?a posee un valor estrat¨¦gico a?adido para Estados Unidos, ya que se encuentra pr¨®xima a la frontera de Uzbekist¨¢n, la rep¨²blica centroasi¨¢tica de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica donde los norteamericanos han desplegado gran parte de sus fuerzas militares. Adem¨¢s dispone de un aeropuerto internacional con una larga pista capaz de recibir aviones de transporte gigantescos, tipo Galaxy, y servir¨ªa de base avanzada en el interior del pa¨ªs.

Para la Alianza, Mazar-i-Sharif es tambi¨¦n un paso decisivo en la guerra civil que sostiene desde hace cinco a?os con los talibanes. Se trata de una ciudad multicultural, un verdadero crisol de razas y culturas, donde predominan los uzbekos y los turcomanos, y en la que el islam dominante es la rama del shi¨ªsmo, la que se practica en Ir¨¢n. No hay apenas pastunes y los sun¨ªes son una minor¨ªa. Por ello, la Alianza conf¨ªa en que la poblaci¨®n de Mazar-i-Sharif se rebele contra los talibanes y facilite la entrada de las tropas de Dostum. Algo que a¨²n no ha sucedido.

Sin Mazar-i-Sharif, las fuerzas talibanes tendr¨ªan muy dif¨ªcil la defensa del resto del norte del pa¨ªs, que podr¨ªa caer en manos de la Alianza en cascada, permitiendo la uni¨®n de las tropas de Dostum con las que se encuentran en los valles del Panchir y de Salang, muy pr¨®ximas a Kabul, incrementando las opciones de ¨¦xito en un asalto sobre la capital y el suministro por aire y tierra de material militar. En ese caso, aseguran fuentes de la Alianza, no ser¨ªa necesaria la ayuda a¨¦rea norteamericana para tomar Kabul, algo que est¨¢ a¨²n por demostrar.

Estados Unidos podr¨ªa bombardear las l¨ªneas del frente talib¨¢n en Mazar-i-Sharif sin efectos diplom¨¢ticos colaterales. Ese paso a favor de uno de los bandos no se convertir¨ªa autom¨¢ticamente en un desaf¨ªo a su aliado paquistan¨ª, que desde el inicio de esta crisis trata de bloquear una entrada de la Alianza del Norte en Kabul y la formaci¨®n de un Gobierno hostil. La Alianza del Norte acusa a Islamabad de estar detr¨¢s del terrorismo internacional y de los talibanes. La posibilidad de un Ejecutivo afgano hegemonizado por la Alianza podr¨ªa favorecer los intereses de India, gran rival regional de Pakist¨¢n.

La situaci¨®n militar en el frente de Mazar-i-Sharif, sin ser ¨®ptima para la Alianza, es mejor que la de la capital, sin movimientos de importancia desde hace varios d¨ªas. Las fuerzas del general Dostum, que en la noche del viernes se hallaban a dos kil¨®metros del aeropuerto y a siete de la ciudad, no parecen estar tampoco en condiciones de completar la conquista. En las ¨²ltimas horas, los talibanes han lanzado un nuevo contraataque, en el que han tenido algo m¨¢s de ¨¦xito, pues han recuperado terreno.

En el norte del pa¨ªs, los talibanes cuentan con una fuerza de unos 15.000 soldados, de los cuales 5.000 son voluntarios extranjeros. Se ignora cu¨¢ntos de estos hombres participan en la defensa de la ciudad. El general Dostum dispone, por su parte, de unos 4.000 hombres (sin contar con la ayuda de Uzbekist¨¢n), todos concentrados en el ataque a Mazar-i-Sharif. Ahora, todos los ojos en Uzbekist¨¢n est¨¢n concentrados en la base a¨¦rea de Janabad, que Estados Unidos utilizar¨ªa como cabeza de puente hacia Mazar-i-Sharif.