El senador que 'sali¨® del armario'

El curr¨ªculo pol¨ªtico de Jer¨®nimo Saavedra, lo que le llevaba a ser noticia hasta diciembre pasado, se basaba en su cargo de senador del grupo socialista, ex ministro para las Administraciones P¨²blicas y de Educaci¨®n y ex presidente del Gobierno de Canarias. Ahora, a todo esto, se le ha unido con frecuencia su condici¨®n de homosexual desde que ¨¦l mismo la hizo p¨²blica. Ello sucedi¨® a ra¨ªz de una mala nueva que le llev¨® hasta el pueblo palmero de Mazo, donde reside, una pareja de la Guardia Civil en la madrugada del 28 de agosto de 2000. La noticia que le llevaban los guardias era la muerte en accidente de tr¨¢fico de su pareja. 'Esto me convenci¨® definitivamente para hacer algo que me ven¨ªa rondando por la cabeza: salir del armario'. Esta expresi¨®n es la traducci¨®n homocastiza de la voz inglesa comming out; esto es, reconocer p¨²blicamente la homosexualidad.

El ex ministro dice que reconocer la propia homosexualidad 'ahorra la factura del psiquiatra'

Sonriente, con la cara sonrojada por el sol que sigue brillando en el oto?o barcelon¨¦s y con ganas de hablar, Jer¨®nimo Saavedra se present¨® ayer en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona ante casi un centenar de personas para hablar del proceso que le llev¨® a reconocer abiertamente su tendencia sexual. Sus palabras inauguraron precisamente la secci¨®n Salir del Armario del Festival de Cine Gay y L¨¦sbico, que se celebra estos d¨ªas en Barcelona.

Saavedra resumi¨® el camino como algo 'natural'. 'Un proceso que realic¨¦ s¨®lo cuando me sent¨ª preparado para ello'. Su declaraci¨®n p¨²blica -que a¨²n muchos califican de 'confesi¨®n' dada la carga de culpabilidad todav¨ªa asociada a la homosexualidad- apareci¨® en el pr¨®logo del libro Outing en Espa?a. Los espa?oles salen del armario, de Fernando Bruquetas de Castro. 'No planifiqu¨¦ ese escrito como una declaraci¨®n p¨²blica, fue algo mucho m¨¢s normal, un acto de agradecimiento a la persona que fue mi pareja durante a?os', dijo el senador. Meses antes de la publicaci¨®n del libro, su nombre apareci¨® ya en la esquela que comunicaba la muerte de su compa?ero. Luego lleg¨® el pr¨®logo con frases como: 'Para m¨ª, este cambio de actitud ha supuesto una peque?a victoria de la tolerancia y quiz¨¢ de algo m¨¢s. Del reconocimiento de la autenticidad y la coherencia entre lo que se piensa y c¨®mo se vive. Si todos fuesen aut¨¦nticos, nadie tendr¨ªa que salir de los armarios para animar a otros a hacerlo'.

El pol¨ªtico reconoce en este gesto 'una actitud que ayuda a que la gente se sienta liberada y se acepte a s¨ª misma. Si todos fu¨¦ramos m¨¢s sinceros, si se viera con mucha m¨¢s naturalidad todo este proceso, los psic¨®logos estar¨ªan mucho menos ocupados'. Actos de este tipo ayudan tambi¨¦n, a juicio del senador socialista, a que todo sea mucho m¨¢s 'normal'. 'Que el actual alcalde de Berl¨ªn sea un homosexual [el socialdem¨®crata Klaus Wowereit] es un gesto de normalidad'. 'Lo que desde luego no lo es, es que el abogado de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona alegue, entre los motivos para solicitar el cierre de una discoteca cercana al centro, que sus clientes son mayoritariamente homosexuales', a?adi¨® en referencia a una noticia que ayer publicaba la prensa catalana.

'La Universidad ha sido un dep¨®sito de inteligencia a lo largo de la historia de la humanidad. Si en la Universidad no se practica la tolerancia, ?d¨®nde se practicar¨¢ entonces?', se preguntaba el que fue ministro de Educaci¨®n entre 1995 y 1996.

La vida de Jer¨®nimo Saavedra ha cambiado desde que decidi¨® salir del armario. Su actividad pol¨ªtica se centra ahora en buena parte en la defensa de los derechos de los homosexuales. 'Quien es intolerante en este terreno tambi¨¦n lo es en todos los aspectos de la vida, porque refleja su incapacidad para el di¨¢logo y para aceptar el derecho a la diferencia'. Pero los cambios no han afectado s¨®lo a su faceta p¨²blica, sino tambi¨¦n a su vida privada. 'Cuando en una cena de alto nivel sale alg¨²n chiste de homosexuales me dedico a observar las miradas de los comensales pol¨ªticamente correctos contra el pecador desprevenido'. Pero Saavedra prefiere re¨ªrse, dice, 'como si fuera lepero o gomero y me riera de una historia de leperos o gomeros'.