'El hospital tiene que hacer funcionar la sanidad'
Durante treinta a?os, Alfonso Casares (Alicante, 1943) se ha dedicado a proyectar y a construir hospitales, primero para el Instituto Nacional de Previsi¨®n, y despu¨¦s para el Insalud, para la sanidad de las autonom¨ªas, para las instituciones privadas y para las Fuerzas Armadas. En su estudio de Madrid, que comparte hace muchos a?os con Reinaldo Ruiz Y¨¦benes, lleva a cabo los planes de remodelaci¨®n de grandes hospitales como La Paz o La Concepci¨®n. Nunca ha perdido de vista que si bien los hospitales son obra de los arquitectos, son sobre todo el producto de una sociedad cuyos pol¨ªticos, m¨¦dicos y pacientes generan el modelo al que los arquitectos deben dar forma. Durante la entrevista estamos rodeados por los planos de sus ¨²ltimos y m¨¢s notables trabajos, los hospitales nuevos de Palma, a punto de abrirse; de Granada, cuya construcci¨®n empezar¨¢ pronto; y de la remodelaci¨®n del Cl¨ªnico de San Carlos en la Ciudad Universitaria madrile?a.
La arquitectura no se limita a a?adir confort, como en la etapa higienista anterior, sino que es la clave de una nueva situaci¨®n de claridad, serenidad y vitalidad
PREGUNTA. En la experiencia de muchos un gran hospital es algo desagradable. Aunque por un lado tenemos la idea de que es el sitio donde todo tiene remedio, por otro lado se asocia con el ambiente inquietante del quir¨®fano, con los pasillos laber¨ªnticos, con un trato entre burocr¨¢tico y desp¨®tico.
RESPUESTA. En los ¨²ltimos a?os ha cambiado mucho el concepto que la sociedad tiene del hospital, y ha cambiado a¨²n m¨¢s el que el hospital tiene de s¨ª mismo y de su trabajo. El papel del paciente y la misma relaci¨®n con los m¨¦dicos tiene otro car¨¢cter. Y la arquitectura no se limita a a?adir confort, como en la etapa higienista anterior, sino que es la clave de una nueva situaci¨®n de claridad, serenidad y vitalidad. Hace poco hemos terminado una parte de la remodelaci¨®n del Cl¨ªnico de San Carlos, y ya se ha producido un efecto que vale la pena comentar; todo funciona de manera diferente. Con la misma plantilla y dentro del mismo hospital, un nuevo proyecto hace posible una medicina moderna mucho mejor. Aunque ya de suyo el edificio del Cl¨ªnico se deja remodelar mejor que otros hospitales menos antiguos, como el de La Concepci¨®n. Es verdad que todos hemos padecido la experiencia del antiguo hospital de est¨¦tica profil¨¢ctica, ya envejecido, y de unos m¨¦dicos herm¨¦ticos o distantes, pero la medicina ha cambiado y la arquitectura ha hecho posible el cambio.
P. El Cl¨ªnico fue en su d¨ªa, de los grandes edificios, el m¨¢s moderno de Madrid y de la Ciudad Universitaria. Pero hoy los hospitales son tanto o m¨¢s grandes y deben ser objeto de un dise?o a la altura de los tiempos.
R. Construir hospitales no es una cuesti¨®n de estar al d¨ªa en tendencias; es una misi¨®n compleja y exigente. El arquitecto tiene que dise?ar una estructura capaz de contener numeros¨ªsimos compartimentos de actividades intensas y delicadas, de manera que funcionen todas a la vez. Es como construir relojes; hay que lograr un sitio para cada pieza. Un mecanismo mal montado significa una mala atenci¨®n al p¨²blico y un trabajo ingrato; en definitiva, un mal medio para la pr¨¢ctica de la sanidad, ya sea p¨²blica o privada.
P. El hospital tiene algo que ver con los aeropuertos o los centros comerciales: gran flujo de gente, mercanc¨ªas y veh¨ªculos, muchos empleados. Esa arquitectura de enormes proporciones y muy determinada por sus recorridos interiores debe ser dif¨ªcil de dominar con los recursos de composici¨®n habituales en arquitectura.
R. Me parece que el hospital actual se parece m¨¢s bien a un gran edificio industrial. No tiene la l¨®gica absoluta de recorridos de un aeropuerto, ni una funci¨®n casi exclusiva como un gran almac¨¦n. Un hospital de hoy, como una gran f¨¢brica, tiene muchas ¨¢reas. Est¨¢n relacionadas entre s¨ª, pero cada una desarrolla un proceso especial en una serie de compartimentos con t¨¦cnicas complejas de diagn¨®stico e investigaci¨®n. Lo m¨¢s importante es que en esas ¨¢reas tiene lugar el encuentro de los pacientes con la medicina, que es un problema humano de primer orden. Y ah¨ª es donde la arquitectura del hospital tiene que hacer posible que funcione la sanidad; que ese encuentro de m¨¦dicos y pacientes no sea ni confuso, ni inc¨®modo, ni humillante, de forma que los m¨¦dicos puedan llevar a cabo su trabajo y los ciudadanos se sientan acogidos y atendidos. No es mejor un hospital porque tenga un vest¨ªbulo de dise?o como un aeropuerto, sino porque el medio de trabajo y de atenci¨®n sea claro, disponible y agradable, y porque la relaci¨®n de muchos espacios, peque?os pero de intensa actividad, est¨¦ bien organizada dentro del gran edificio. Entonces es f¨¢cil que sea una bonita arquitectura.
P. Vuestros edificios son herederos del racionalismo, es decir, conjuntos de vol¨²menes con geometr¨ªas claras y recorridos m¨¢s claros todav¨ªa.
R. Llevamos treinta a?os construyendo hospitales para distintas administraciones de este pa¨ªs, antes y despu¨¦s de la Ley de Sanidad, y desde el principio hemos trabajado con la asombrosa evoluci¨®n social, t¨¦cnica y cient¨ªfica de la medicina y de la sanidad. Cuando empezamos todav¨ªa duraba el impacto de La Paz, y se constru¨ªan las ciudades sanitarias del desarrollismo, con las mismas tipolog¨ªas de hospital vertical. Pero nosotros apostamos por modelos del centro y norte de Europa, por otra organizaci¨®n m¨¢s extensa y menos alta. De estos nuevos hospitales, como Can Rut¨ª de Barcelona o el Cl¨ªnico de San Juan en Alicante, naci¨® una serie de propuestas para Huelva, el Aljarafe y Palma, que tratan de crear el mejor hospital actual siguiendo el modelo impuesto por la sanidad p¨²blica. Lo que se ha conseguido es mucho, pero no deja de ser algo dispuesto a evolucionar. Para eso la claridad es, en efecto, una categor¨ªa importante. Claridad del esquema, del medio y del planteamiento. La claridad ayuda a criticar lo bueno y lo malo de un proyecto, y casi siempre es hermosa.
P. La claridad de los esquemas y la reuni¨®n de tantos elementos de tratamiento y servicios para constituir un hospital hace que su plano parezca el de una ciudad. Parece dif¨ªcil proyectar toda una ciudad a la vez.
R. En cierto modo s¨ª; un gran hospital actual es como una ciudad, o un trozo importante de una gran ciudad. Como tal, ha sido determinado por el sistema social, cultural y pol¨ªtico. As¨ª que proyectar un hospital es un poco como proyectar un barrio, pero un barrio de intensa actividad. Adem¨¢s, el desarrollo de las t¨¦cnicas ambulatorias y las nuevas tecnolog¨ªas m¨¦dicas y de comunicaci¨®n anuncian un hospital m¨¢s peque?o, no general, disperso y extendido sobre un espacio urbano bien comunicado y sobre un espacio virtual. No es como el hospital de hace cincuenta a?os, aquel dep¨®sito del conocimiento m¨¦dico adonde uno se acercaba para ser curado, sino un lugar m¨²ltiple donde funciona un sistema de prestaciones que uno tiene que entender y aceptar para curarse. La sanidad ya no pide s¨®lo ciencia o t¨¦cnica m¨¦dicas, sino un medio, una situaci¨®n adecuada en donde uno se siente atendido y la medicina se desarrolla con facilidad. El hospital es ese medio.
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