S¨®lo afloja el Bar?a
El Madrid decepciona en Mallorca, pero saca el empate con un espectacular gol de Ra¨²l - El Barcelona pierde la rueda, cae a la octava posici¨®n y se enfrasca en una crisis considerable - El Athletic contin¨²a su excepcional racha fuera de casa con su victoria en El Sadar
Excepto el Bar?a, todos los aspirantes al t¨ªtulo hicieron sus deberes. Al Madrid le caben algunos reproches por su deficiente partido en Mallorca, pero sac¨® el empate de un campo que nunca le resulta f¨¢cil. El Mallorca fue el ¨²nico equipo que le derrot¨® dos veces en la anterior temporada, y muy bien pudo hacerlo ayer en un duelo con poco f¨²tbol.
El Madrid estuvo lejos de sus ¨²ltimas actuaciones, con un juego simpl¨®n que s¨®lo cobr¨® altura en la espectacular jugada del gol protagonizada por Roberto Carlos y Ra¨²l. El centro del lateral brasile?o fue la madre de todos los centros, un prodigio perfectamente entendido y rematado por Ra¨²l, cuyo instinto en el ¨¢rea es insuperable.
Fuera de ese gol, el Madrid no sali¨® de la mediocridad. El Mallorca le puso en graves dificultades durante todo el encuentro, sobre todo a trav¨¦s de Eto'o, que parece especialmente motivado frente a su antiguo equipo. Con su velocidad amenaz¨® en varias ocasiones a la defensa madridista. Por si acaso, encontr¨® la colaboraci¨®n de Luque, un buen delantero que parece destinado a jugar en alguno de los principales equipos de la Liga.
Como el Deportivo y el Valencia no fallaron, la Liga se dispone a asistir a un momento crucial en las dos pr¨®ximas jornadas: el Madrid les recibe a los dos en Chamart¨ªn. No ser¨¢n partidos que decidan el t¨ªtulo, pero tendr¨¢n un gran efecto psicol¨®gico sobre los tres principales aspirantes al t¨ªtulo. Por ahora, al Bar?a hay que retirarle esa condici¨®n. Fracas¨® frente al Espanyol, lo que abrir¨¢ m¨¢s las heridas en el barcelonismo. No hace mucho el Bar?a se refugiaba en los buenos resultados para evitar la realidad de su mal juego. Pero en los ¨²ltimos partidos los resultados son tan p¨¦simos como el f¨²tbol de un equipo que no acaba de encontrar su identidad. Rexach pretendi¨® reforzar el sistema defensivo a cambio de perder algo de p¨®lvora en el ataque. Mal trueque: el Bar?a ataca mal y defiende peor. O al rev¨¦s. Y en la p¨¦rdida de identidad tambi¨¦n se advierte la ausencia de l¨ªderes con cara y ojos, d¨¦ficit que crece por el efecto mosaico del equipo, integrado por la heterog¨¦nea procedencia de sus jugadores. En esta especie de ONU en la que se ha convertido el Bar?a, resulta dif¨ªcil encontrar l¨ªderes, buscar referencias, sentirse representado. A la plantilla no le faltan buenos jugadores, pero al club le falta un proyecto. Eso es lo que se aprecia en la base de una crisis cada vez m¨¢s profunda.
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