El Madrid gandulea en Mallorca
Los blancos empatan en Son Moix y dejan el liderato en su primera defensa
El agua de Mallorca destempl¨® al Madrid, que se qued¨® tan fr¨ªo y desapacible como la tarde, incapaz por una vez de resolver el partido cuando le diera la gana. El equipo blanco gandule¨® demasiado y como sanci¨®n a su ejercicio de suficiencia se dej¨® el liderato en su primera defensa. Para ser el n¨²mero uno no basta con jugar al paso, y menos ante rivales como el Mallorca, que se baten como demonios frente a los grandes. Los rojillos cortaron la racha de los madridistas, que llevaba cinco victorias consecutivas y presumiendo de un repertorio infinito: donde no alcanzaban los gestos de Zidane, llegaba el desborde y centro de Figo, o el tiro de Roberto Carlos, incluso el remate de Morientes. En Son Moix, como en tantos otros campos, al Madrid le redimi¨® Ra¨²l, que a diferencia del equipo no entiende de momentos sino de oportunidades.
MALLORCA 1| REAL MADRID 1
Real Mallorca: Leo Franco; Campano, Olaizola, Nadal, Marcos, Miquel Soler; Novo (Riera, m. 84), Engonga (Robles, m.84), Paunovic (Chichi Soler, m. 84); Etoo y Luque. Real Madrid: Carlos S¨¢nchez; Michel Salgado, Hierro, Pav¨®n, Roberto Carlos; Makelele, Iv¨¢n Helguera; Figo (Munitis, m. 90), Zidane, Ra¨²l; y Morientes (Guti, m. 69). Goles: 0-1. M.55. Roberto Carlos centra al segundo palo y Ra¨²l cabecea a gol despu¨¦s de ganarle la espalda a Marcos. 1-1. M.69. Novo mete para Etoo, que profundiza por la banda derecha y su centro lo remata Luque llegando desde atr¨¢s. ?rbitro: Fern¨¢ndez Mar¨ªn, valenciano. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Paunovic, Pav¨®n y Chichi Soler. Pr¨¢cticamente lleno en Son Moix: unos 20.967 espectadores. Tarde lluviosa.
El Madrid, en el que siempre cae el gol de Ra¨²l, actu¨® desde la arrancada con una gran soberbia frente a un Mallorca espasm¨®dico y necesitado de un jugador de enganche que expresara su mayor implicaci¨®n en el partido. Muy bien tensado defensivamente y pivotando alrededor de Engonga, el plantel de Kresic se despleg¨® con sa?a por los costados, especialmente por el de Novo, y Paunovic dej¨® caer unos cuantos balones a espaldas de los centrales blancos, bien trabajados por Eto'o. Le falt¨® ¨²nicamente el ¨²ltimo pase y tambi¨¦n punter¨ªa, sobre todo cuando Luque encar¨® al debutante Carlos S¨¢nchez, tan puesto parando como equivocado sacando, flojo de piernas y duro de manos, un portero m¨¢s que un futbolista para iniciar el juego.
Por momentos pareci¨® como si en el Madrid se hubieran puesto de acuerdo en que, puesto que ya todos son muy conocidos y laureados, ayer conven¨ªa presentar al nuevo meta, sustituto del sancionado Casillas y del lesionado C¨¦sar. Y Carlos S¨¢nchez correspondi¨® a la confianza permitiendo que el equipo se mantuviera en el partido despu¨¦s de un primer acto de absentismo laboral. El Madrid simplemente procur¨® cerrar bien para despu¨¦s refugiarse con desgana en un rondo inanimado. Jugando al pie, no tir¨® ni un centro ni puso ning¨²n bal¨®n interior para rematar a porter¨ªa, salvo la pelota que rebot¨® en la frente de Zidane. Una vez hubo matado el partido, se dio media vuelta y le dio la pelota al Mallorca, cuya productividad mereci¨® una mayor recompensa.
El Madrid tampoco espabil¨® en el descanso. Se mantuvo en la cancha relajado y distra¨ªdo, a la espera de una jugada m¨¢s que del juego. Igualmente el Mallorca insisti¨® en su labor y din¨¢mica. Tuvo que salir Del Bosque del banco y llamar a rebato a la pe?a, que segu¨ªa festejando el cumplea?os del entrenador (51) y pensando en qu¨¦ avi¨®n les conven¨ªa tomar a cada uno para iniciar cuanto antes las vacaciones navide?as. El t¨¦cnico blanco mand¨® mover el ¨¢rbol -que si Figo cambiara de banda, que si Helguera se descolgara de vez en cuando, que si Munitis y Guti comenzaran a calentar- y el gol cay¨® a la primera, sin necesidad de cambiar de marcha, en un remate del voraz Ra¨²l, habilitado por Roberto Carlos en una jugada que la zaga rojilla desatendi¨® de principio a fin.
El gol de Ra¨²l pareci¨® desmontar al Mallorca, superado por su propia fatalidad, v¨ªctima de la racha del Madrid, que se regal¨® unos minutos de buen juego, creyendo que ten¨ªa el partido a buen recaudo. Le perdi¨® entonces la prepotencia y la rabia del Mallorca. Pav¨®n perdi¨® una pelota en la l¨ªnea de medios, y Novo arm¨® una transici¨®n que entre Etoo por el callej¨®n del 8 y Luque en calidad de 9 acab¨® en un precioso gol.
El empate pic¨® al Madrid y el partido se abri¨® tal que la cancha fuera una sala de estar. Volvi¨® a emerger entonces Carlos S¨¢nchez, sobre todo en dos contras de Eto'o, y evit¨® el triunfo del Mallorca, que lo mereci¨® al menos por ocasiones. Del Bosque asumi¨® el resultado con tanta naturalidad que incluso sustituy¨® en el ¨²ltimo minuto a Figo, muy fuera del partido, al igual que Zidane y tantos otros en el Madrid, un equipo demasiado cicatero, estraperlista si se quiere, y que acab¨® defendiendo el empate como un mal menor, pese a la insistencia de Ra¨²l en repicar incluso en la ¨²ltima jugada del partido.
Pese al empe?o de su jugador franquicia, el Madrid se afloj¨® como equipo a la que toc¨® el liderato con la misma desgana que antes se iba de los partidos cuando cre¨ªa que los ten¨ªa cerrados. Tanto por lo que tiene como por lo que se le supone, al Real se impone recriminarle que vaya de sobrado por la Liga y decida cu¨¢ndo le conviene jugar o, como ayer en Mallorca, tomar vacaciones. El liderato no parece ser una cuesti¨®n de honor para el Madrid sino simplemente de tiempo. Y ayer llovi¨® mucho en Palma.
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