Las fuertes ca¨ªdas de las ventas de coches en EE UU anticipan un a?o negro al sector

Detroit, la capital del motor de Estados Unidos, acoge estos d¨ªas la primera feria automovil¨ªstica de 2002 con el ¨¢nimo deprimido, como corresponde a un a?o que se presenta muy duro para todos y en particular para los tres grandes -General Motors (GM), Ford y Chrysler-, de los que s¨®lo GM es optimista. Las ventas van a bajar de los 17,2 millones de unidades vendidas en 2001 a unos 15 millones, por lo que se anuncian recortes de plantillas y de producci¨®n. Los fabricantes japoneses continuar¨¢n ganando cuota de mercado frente a los americanos.

Tres datos resumen el panorama: Ford ha anunciado una dr¨¢stica reestructuraci¨®n, que costar¨¢ 22.000 puestos de trabajo en Norteam¨¦rica; el Honda Accord ha sido el modelo m¨¢s vendido de 2001, por delante del Toyota Camry, y el Nissan Altima, otra berlina, ha sido elegido coche del a?o.

Las ventas del a?o 2001 han estado muy cerca del r¨¦cord hist¨®rico alcanzado en el a?o 2000, cuando los estadounidenses compraron 17,4 millones de veh¨ªculos. Nadie echa las campanas al vuelo porque el coste ha sido exorbitante. Los fabricantes ofrecieron tras el 11 de septiembre ventas sin inter¨¦s que limpiaron de coches a los concesionarios, pero hundieron las finanzas. Ahora esperan escasez de demanda al presumir, con raz¨®n, que muchos aprovecharon las ofertas para cambiar de coche antes de lo que hubieran hecho en condiciones normales. De ah¨ª la esperada ca¨ªda de entre el 10% y el 15%.

General Motors, de quien parti¨® la agresiva idea promocional, fue la que mejor lo hizo frente a la situaci¨®n e incluso espera cerrar el ejercicio de 2001 en n¨²meros negros, con un ligero incremento de su cuota de mercado, hasta el 28,3%, tras largos a?os de ceder terreno ante Ford. La empresa alentar¨¢ la jubilaci¨®n de unos 5.000 empleados y recortar¨¢ la producci¨®n en 200.000 veh¨ªculos, hasta los cinco millones. Ante la perspectiva de que los consumidores se hayan acostumbrado a las concesiones financieras, GM ha lanzado una nueva campa?a de promoci¨®n que juega con el n¨²mero del a?o: 2.002 d¨®lares menos de lo marcado por cada veh¨ªculo.

Es un ¨®rdago al que la competencia responder¨¢ con dificultad. Chrysler, que hace ahora un a?o anunci¨® 26.000 despidos y esperaba tener beneficios en el a?o 2002, dice ahora que la incertidumbre econ¨®mica le obliga a posponer ese objetivo.

La que para menos dispendios est¨¢ es Ford, que ha vivido una annus horr¨ªbilis cargada con los 3.000 millones de d¨®lares que le cost¨® el desastre de los neum¨¢ticos de Firestone y una mala imagen de calidad, ganada a conciencia. Un relevo en la c¨²pula, a la que por primera vez desde 1979 vuelve un Ford William Clay Ford, de 44 a?os, biznieto del fundador, que busca dar un giro de 180 grados a la situaci¨®n. El fabricante, que perdi¨® 1.400 millones de d¨®lares entre abril y septiembre, va a anunciar la pr¨®xima semana nuevas p¨¦rdidas multimillonarias en el ¨²ltimo trimestre para cerrar el primer a?o negativo en una d¨¦cada.

Ford ha anunciado en Detroit medidas radicales para cortar gastos: recortes de plantilla, cierres de plantas, eliminaci¨®n de modelos, fabricaci¨®n de 900.000 veh¨ªculos menos... Es condici¨®n necesaria, pero no suficiente para tener beneficios en el a?o 2005 como pretende Bill Ford. ?l y sus ejecutivos quieren volver a lo b¨¢sico del negocio en la casi centenaria compa?¨ªa, olvidarse de la expansi¨®n y producir calidad y variedad, pero en la feria de Detroit no han presentar ninguna novedad.

Nick Scheele, mano derecha de Bill Ford, que cambi¨® el rumbo hacia los beneficios en las operaciones europeas, quiere repetir la operaci¨®n en Detroit. Dice que en el futuro quiere sacar una veintena de modelos al a?o: 'Nuestra estrategia de producci¨®n es la que decidir¨¢ si tenemos ¨¦xito en los pr¨®ximos cien a?os o incluso si estaremos aqu¨ª dentro de cien a?os'.

Ford ha perdido en 2001 un punto de cuota de mercado (24,1% a 23,1%), y Chrysler, el 1,3% (15,7% a 14,4%), en beneficio de los tres grandes de Jap¨®n (Toyota, Honda y Nissan), que ya controlan el 21,2% del pastel norteamericano, y siguen subiendo. Otros fabricantes (coreanos, con coches baratos, y europeos, con el cach¨¦ de calidad) que se quedan con el restante 13%.

En total, los americanos, que dominaron este sector, han conseguido que uno de cada tres veh¨ªculos que circula por las carreteras de Estados Unidos sea de una marca extranjera.