Bush propone el mayor aumento del gasto militar desde la era de Reagan

George W. Bush envi¨® ayer al Congreso un proyecto de presupuesto dise?ado para una guerra larga. El esp¨ªritu de las cuentas nacionales para el ejercicio 2002-2003 se reflej¨® en los detalles de presentaci¨®n: los tomos iban envueltos en la bandera estadounidense y Bush hizo coincidir la llegada del paquete al Capitolio con un discurso en una base militar de Florida. Las cifras no dejaban lugar a dudas: el gasto militar se incrementaba un 12%, y el de seguridad interior, un 111%. El jefe de la Oficina Presupuestaria de la Casa Blanca, Mitchell Daniels, afirm¨® que esas dos partidas eran 'innegociables'.

'No se puede regatear con lo que hace falta para defender Estados Unidos y ganar la guerra contra el terror', dijo Mitchell Daniels. Entretanto, en su discurso ante las tropas, el presidente sacraliz¨® tambi¨¦n los gastos de defensa y seguridad. 'La historia nos ha llamado', proclam¨®, 'y no nos detendremos hasta que la amenaza internacional del terrorismo haya sido destruida'. El Pent¨¢gono considera que con el aumento de su dotaci¨®n, el mayor desde que Ronald Reagan decidi¨® elevar al m¨¢ximo las apuestas de la guerra fr¨ªa, permitir¨¢ al Ej¨¦rcito de Estados Unidos disponer de una superioridad abrumadora sobre cualquier otro y librar campa?as sin necesidad de contar con aliados permanentes.

La presentaci¨®n del proyecto de ley de presupuestos abri¨® formalmente una batalla pol¨ªtica de consecuencias imprevisibles, entre las que no puede descontarse un cierre de la Administraci¨®n como el impuesto por los republicanos a Bill Clinton en 1995. Las elecciones de noviembre para renovar toda la C¨¢mara de Representantes y un tercio del Senado enconar¨¢n un debate parlamentario que deber¨ªa durar al menos hasta el mes de agosto y que, a tenor de las primeras reacciones dem¨®cratas, se dibuja muy agrio.

P¨¦rdida de ayudas sociales

El presidente del Comit¨¦ de Presupuestos del Senado, el dem¨®crata Kent Conrad, compar¨® las cuentas de Bush con las de la quebrada compa?¨ªa Enron: 'Enron encubri¨® parte de sus deudas, y eso es lo que est¨¢ haciendo el Gobierno', dijo. Conrad acus¨® a Bush de saquear las reservas de la Seguridad Social para compensar la reducci¨®n de ingresos fiscales causada por la recesi¨®n y, en menor medida, por la reducci¨®n de impuestos impulsada por la propia Casa Blanca.

Otro dem¨®crata, Thomas Khan, del Comit¨¦ de Presupuestos de la C¨¢mara (un organismo dominado por los republicanos), se?al¨® que las proyecciones presupuestarias permit¨ªan predecir que las arcas de la Seguridad Social iban a perder 1,5 billones de d¨®lares en una d¨¦cada. Como candidatos, Bush y su rival Al Gore se comprometieron a no tocar un d¨®lar de esa caja. El presidente republicano considera, sin embargo, que la situaci¨®n tiene un car¨¢cter extraordinario y justifica la ruptura de la promesa.

Los gastos militares y de seguridad son lo m¨¢s espectacular del presupuesto, pero no resulta probable que sufran mermas por parte del Congreso. Los parlamentarios dem¨®cratas no desean enfrentarse al presidente en una cuesti¨®n en la que la Casa Blanca goza de un respaldo popular muy mayoritario.

Todo lo dem¨¢s, sin embargo, es susceptible de ataque. Resulta aparentemente contradictorio, por ejemplo, que Bush presente un presupuesto de 2,1 billones de d¨®lares con un d¨¦ficit estimado en 106.000 millones (lo que elevar¨¢ la deuda nacional hasta los 3,6 billones en 2004), y aun as¨ª proponga una reducci¨®n de impuestos de 591.000 millones en una d¨¦cada, a sumar a la reducci¨®n de 1,3 billones ya aprobada.

La Casa Blanca cree que, con menos impuestos, la econom¨ªa se reactivar¨¢ antes; los dem¨®cratas responden que el alivio fiscal est¨¢ dirigido a las empresas y los contribuyentes m¨¢s ricos y que, como ha indicado ya el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, el d¨¦ficit puede provocar subidas en los tipos de inter¨¦s y dificultar la recuperaci¨®n. El argumento del presidente de la Reserva Federal es apoyado por los sectores m¨¢s conservadores entre las filas republicanas. En la carta de presentaci¨®n del paquete presupuestario, George Bush reconoce que, pese a recientes 'se?ales positivas', la salida de la recesi¨®n econ¨®mica que vive el pa¨ªs 'dista de estar asegurada'.

Congelaci¨®n de otros gastos

Otros flancos d¨¦biles del presupuesto son la pr¨¢ctica congelaci¨®n (la subida media es del 2%) de los gastos no relacionados con defensa y seguridad, lo que puede provocar reacciones sociales, y una de las principales partidas de ingresos extraordinarios, basada en la explotaci¨®n del petr¨®leo en Alaska.

Bush espera obtener 1.200 millones de d¨®lares subastando los derechos para extraer crudo en una reserva natural de Alaska, pero no est¨¢ nada claro que los dem¨®cratas acepten esa medida, contenida en el plan energ¨¦tico dise?ado por el vicepresidente Dick Cheney. Si el Senado no abre las puertas de Alaska a las petroleras, el desequilibrio entre ingresos y gastos se agravar¨¢ sensiblemente.