Nuevas huellas del destripador
Las decenas y decenas de concienzudos libros que a¨²n hoy siguen indagando minuciosamente -con lupa, a lo Sherlock Holmes, a quien tambi¨¦n han metido en este tremendo fregado, con el que no tuvo en realidad ning¨²n roce- en los pliegues y los ecos de los pasos en la niebla de aquel l¨²gubre, escurridizo y exacto cirujano destripador de prostitutas londinenses de Whitechapel, guardan las espaldas de la credibilidad de sus fechor¨ªas filmadas, unas veces de frente y otras de refil¨®n, en decenas y decenas de pel¨ªculas, algunas estupendas y la mayor¨ªa infames, de las que ¨¦sta Desde el infierno, encabezada por el heterodoxo divo Johnny Depp es, por ahora, s¨®lo por ahora, la ¨²ltima.
Y no la peor, sin duda. Incluso puede considerarse a Desde el infierno como una de las m¨¢s intensas y afortunadas, una de las m¨¢s solventes y mejor cuidadas pel¨ªculas que se han hecho sobre lo que hay de gazpacho de ficciones baratas, de verdades a medias de cr¨®nica negra y de historia ver¨ªdica, en los restos que desde hace m¨¢s de un siglo viene dejando en las cunetas de la memoria el tenebroso e incombustible mito de Jack el Destripador. Se han olvidado sin dejar rastro todas o casi todas las celebridades de su ¨¦poca, salvo el rostro de moneda de la reina Victoria -cuya corte tiene alguna oscura relaci¨®n con varias hip¨®tesis del caso- y los nombres de un pu?ado de pol¨ªticos, aventureros y artistas que caben en los dedos de las manos, pero las salpicaduras de los tajos del bistur¨ª del tal Jack siguen humedeciendo la parte oscura del siglo XX.
DESDE EL INFIERNO
Direcci¨®n: Allen y Albert Hughes. Gui¨®n: Terry Hayes y Rafael Yglesias. Int¨¦rpretes: Johnny Depp, Heather Graham, Iam Holm, Robbie Coltrane. G¨¦nero: thriller . Estados Unidos, Reino Unido, 2001. Duraci¨®n: 121 minutos.
La han hecho los j¨®venes cineastas Albert y Allen Hugues, dos hermanos estadounidenses nacidos en Detroit y ligados desde mediados de la d¨¦cada final del siglo pasado al cine indepenciente de su pa¨ªs, que juegan aqu¨ª con meticulosidad y minuciosidad a reproducir no s¨®lo el paisaje y el escenario de la c¨¦lebre intriga, sino a captar los roces de algunas interioridades del clima moral y del infierno urbano que hizo posible aquel reguero de sombras ensangrentadas.
Johnny Depp tiene criterios indescifrables para elegir los guiones y decidir los personajes que interpreta, y es de los que quieren dejar siempre una huella personal, un toque de autor¨ªa, en ellos. Esto vuelve a ocurrir con el inspector Abberline, en cuyo pellejo se mete en Desde el infierno. El llamado toque Depp es visible e incluso ostensible en ¨¦l, a trav¨¦s de ese punto de pulimento y de negra distinci¨®n que acompa?a a un atildado funcionario de Scotland Yard que es capaz de moverse con absoluta soltura en el derecho y el rev¨¦s de las leyes, que flota en las aceras de piedra y de niebla grises como un fullero mundano en su sal¨®n y que a la primera de cambio hace un aparte y se forra de pipas de opio y de tragos de absenta.
El toque decadentista, que tanto ama Depp, llena esta composici¨®n hecha con brochazos esgrimidos con la delicadeza de un miniaturista, a la manera de algunos de sus mejores trabajos con Tim Burton y, sobre todo, el ¨²ltimo de ellos, el investigador de Sleepy Hollow, cuyo corte como personaje inspira de cerca a este singular inspector que bucea tercamente, pero con rostro de indolencia, en los rastros del Destripador. Hay continuidad entre ambos tipos y, si se apura la radicalidad del protagonismo de Depp, entre ambas pel¨ªculas, por otro lado tan dispares.
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