'Net.art': m¨¢s y mejor
La inclusi¨®n de nueve proyectos de net.art en la bienal de 2000 signific¨® la legitimaci¨®n definitiva de una de las expresiones art¨ªsticas m¨¢s representativas de nuestra ¨¦poca, una ¨¦poca marcada por la introducci¨®n masiva de la tecnolog¨ªa en todos los ¨¢mbitos de la vida humana. Desde la admisi¨®n del v¨ªdeo en 1975, el net.art ha sido la primera nueva disciplina incluida por el Whitney en su prestigiosa bienal y sin duda la que m¨¢s r¨¢pidamente ha conseguido el reconocimiento que la instituci¨®n Arte tard¨® mucho m¨¢s en conceder al v¨ªdeo, la instalaci¨®n o incluso la fotograf¨ªa. En los dos a?os que han transcurrido desde la pasada bienal, los proyectos de net.art (concebidos exclusivamente para la red) y web based (que tienen tambi¨¦n una presencia en el mundo f¨ªsico) han multiplicado su presencia en las principales citas del arte contempor¨¢neo internacional. Su actualidad, interactividad y accesibilidad tambi¨¦n fuera de las paredes del museo los hacen especialmente atractivos y los convierten en un poderoso medio de difusi¨®n que, a trav¨¦s de la red, se propaga por el mundo alcanzando nuevos segmentos de p¨²blico. M¨¢s all¨¢ de la simple fascinaci¨®n por la innovaci¨®n tecnol¨®gica y sus posibilidades l¨²dico-culturales, los proyectos de net.art se enfrentan a temas espinosos como el acceso a la informaci¨®n, el derecho a la intimidad y los nuevos sistemas de vigilancia, el concepto de identidad y g¨¦nero, la apertura de nuevos espacios virtuales para la creaci¨®n, la reflexi¨®n y tambi¨¦n la acci¨®n pol¨ªtica. 'La selecci¨®n de la bienal refleja la versatilidad y vitalidad del arte basado en Internet, que actualmente abarca una amplia variedad de pr¨¢cticas art¨ªsticas: de la narrativa al activismo, de la telerrob¨®tica a los proyectos que redefinen el concepto de navegador, de las bases de datos art¨ªsticas a la reinterpretaci¨®n de los videojuegos', afirma Christiane Paul, conservadora de media art del Whitney Museum y responsable de la selecci¨®n de net.art de la bienal. Uno tras otro, el arte en la red ha ido pulverizando los falsos mitos que le rodeaban: ya no tiene sentido tacharlo de ser simplemente una manifestaci¨®n tecnol¨®gica, ni afirmar que su intangibilidad le convierte en una forma de arte imposible de coleccionar, ya que los principales museos del mundo han empezado a incluirle en sus colecciones permanentes.
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