Berlusconi desaf¨ªa a los sindicatos al aprobar una ley laboral que flexibiliza los despidos
Las centrales preparan una huelga general contra la nueva reforma del mercado de trabajo
El Gobierno italiano de centro-derecha desafi¨® ayer a los sindicatos al aprobar una ley laboral que prev¨¦ modificaciones en el Estatuto de los Trabajadores. La reforma presentada por el ministro de Trabajo, Roberto Maroni, confirma la supresi¨®n del art¨ªculo 18, que obliga a la readmisi¨®n de un trabajador despedido sin causa justa, en tres supuestos, pese a que hace una semana el propio Maroni anunci¨® cambios sustanciales en el texto primitivo. Pero, al final, las presiones de la patronal han pesado m¨¢s en la decisi¨®n del Ejecutivo que la amenaza de los sindicatos de una huelga general.
Sergio Cofferati, secretario general de la CGIL, el principal sindicato, calific¨® ayer de 'vergonzosa' la nueva ley con la cual, dijo, 'el Gobierno asume la responsabilidad del enfrentamiento social'. Los sindicatos se disponen a anunciar una huelga general conjunta para abril. El primer ministro, Silvio Berlusconi, acus¨®, por su parte, a las centrales de convocar una huelga 'de padres contra hijos'.
Los sindicatos hab¨ªan respondido con la convocatoria de una r¨¢faga de paros y manifestaciones a la reforma laboral, presentada el pasado oto?o, que inclu¨ªa la supresi¨®n del art¨ªculo 18. Las protestas parec¨ªan haber decidido al Gobierno a renunciar a la supresi¨®n del controvertido art¨ªculo. Sin embargo, las presiones de la patronal han podido m¨¢s que el temor a una revuelta social y el Ejecutivo ha decidio ir hasta el final con el viejo texto. 'Hemos intentado por todos los medios llegar a un acuerdo con los sindicatos', dijo ayer Berlusconi. 'Les hemos pedido que nos hicieran alguna propuesta alternativa, pero no lo han hecho'.
El texto aprobado en el Consejo de Ministros de ayer contempla la supresi¨®n del art¨ªculo 18 en tres casos: cuando los empleados procedan de la econom¨ªa sumergida, cuando con su llegada a una empresa hacen que se supere el n¨²mero de 15 trabajadores y cuando pasan de un contrato temporal a uno fijo. En ninguno de los casos se pone un l¨ªmite temporal para poder tomar la decisi¨®n por lo que se entiende que la norma con car¨¢cter indefinido. Este ¨²ltimo supuesto s¨®lo se aplicar¨¢ en el sur del pa¨ªs. Siempre que se d¨¦ una de estas tres condiciones, la empresa podr¨¢ despedir al empleado sin dar explicaciones.
Cambio de rumbo
La decisi¨®n del Gobierno de Berlusconi, tomada por unanimidad, seg¨²n recalc¨® ayer el propio primer ministro, representa el segundo cambio de rumbo del Ejecutivo en el plazo de una semana. Las movilizaciones sindicales en defensa del art¨ªculo 18 hab¨ªan obtenido un enorme apoyo social, hasta el punto de hacer dudar al Gobierno de la conveniencia de suprimir un art¨ªculo del que los trabajadores hab¨ªan hecho bandera. El l¨ªder de la Liga Norte, Umberto Bossi, lleg¨® a reconocer hace unos d¨ªas que el Gobierno no deb¨ªa ir 'a las barricadas' por un art¨ªculo cuya supresi¨®n no hab¨ªa sido entendida por el pueblo. 'Los cambios no se hacen contra la opini¨®n de los santos', dijo Bossi.
Poco despu¨¦s, el ministro Maroni, que pertenece tambi¨¦n a la Liga Norte, se comprometi¨® a presentar un nuevo texto de ley de reforma laboral, aceptable para los sindicatos. Cofferati, l¨ªder de la CGIL, la confederaci¨®n m¨¢s poderosa con 5,4 millones de afiliados, se mantuvo esc¨¦ptico en espera de la nueva propuesta. Mientras tanto, el presidente de la patronal (Confindustria), Antonio D'Amato, lanzaba serias advertencias al Ejecutivo. D'Amato record¨® a Berlusconi que la patronal ha apoyado al Gobierno convencida de que ser¨ªa capaz de realizar las reformas estructurales 'que el pa¨ªs necesita', y le advirti¨® de que su apoyo no durar¨ªa siempre. Los empresarios achacan a la rigidez del mercado laboral buena parte de los problemas de la econom¨ªa italiana.
Elecciones municipales
El Gobierno ha sopesado cuidadosamente el coste de la reforma en t¨¦rminos de popularidad, sobre todo con la mirada puesta en las elecciones municipales de mayo, y el riesgo, evidente, de provocar una ruptura con Confindustria, en v¨ªsperas de la reuni¨®n general de los empresarios, el pr¨®ximo abril, a la que asistir¨¢ el primer ministro. Al final, ha vencido el ultim¨¢tum de D'Amato. Berlusconi, maestro del eslogan pol¨ªtico-publicitario, defendi¨® hace un par de d¨ªas el cambio de rumbo con estas palabras: 'Los sindicatos quieren llenar las plazas [en referencia a las manifestaciones], nosotros queremos llenar las f¨¢bricas'.
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