Un militar de EE UU estuvo hasta el final con los golpistas de Venezuela
La Embajada norteamericana niega complicidad con los sublevados
El teniente coronel James Rodger, adscrito a la Agregadur¨ªa Militar de la Embajada de Estados Unidos en Caracas, secund¨® con su presencia la sublevaci¨®n de los militares que derrocaron al presidente Hugo Ch¨¢vez durante 48 horas. Habr¨ªa abandonado al fracasar el Gobierno de facto. La imputaci¨®n, negada por la legaci¨®n norteamericana, fue filtrada a la prensa por fuentes cercanas a la investigaci¨®n oficial.
Estados Unidos, en primer lugar, Espa?a y El Salvador son percibidos en c¨ªrculos gubernamentales venezolanos como los pa¨ªses que m¨¢s simpatizaron con el interinato de Pedro Carmona.
El pasado 13 de abril, el economista de 60 a?os, ex presidente de la Federaci¨®n de C¨¢maras de Venezuela (Fedec¨¢maras), el principal sindicato de empresarios, present¨® la renuncia despu¨¦s de que violentas manifestaciones callejeras y una reacci¨®n castrense adversa devolvieran a Ch¨¢vez a la jefatura de Gobierno. Hab¨ªa sido destituido, el 11 de abril, despu¨¦s de que una masiva manifestaci¨®n opositora fuera disuelta a tiros y murieran 15 personas. A la espera de que sea identificada la filiaci¨®n pol¨ªtica de la primera bala, las principales culpas fueron atribuidas al depuesto presidente.
El teniente coronel estadounidense James Rodgers, instalado en el quinto piso de la Comandancia del Ej¨¦rcito, habr¨ªa asesorado a los generales que desobedecieron a Ch¨¢vez y permanecido con ellos hasta su derrota. El portavoz de la Embajada norteamericana, John Law, neg¨® una complicidad que no parece descabellada porque el embajador de EE UU, Charles Shapiro, acompa?ado por el de Espa?a, Manuel Viturro, se entrevist¨® con Carmona despu¨¦s de que ¨¦ste hubiera disuelto el Congreso y se dotara de la facultad de legislar por decreto hasta la convocatoria de elecciones.
Durante la vigencia de la junta c¨ªvico-castrense, varios alzados comentaron que Washington s¨®lo la refrendar¨ªa si admit¨ªa en su seno el pluralismo pol¨ªtico. De ninguna manera, seg¨²n algunas versiones, la Casa Blanca aceptar¨ªa un Gobierno castrense. Molesto con la plena asunci¨®n de poderes de Carmona, el general Efra¨ªn V¨¢squez, principal mando durante la ef¨ªmera interinidad del hombre que hoy cumple arresto domiciliario, condicion¨® la continuidad de su apoyo a la presidencia de facto, a la reapertura del Congreso, cerrado en el primer decreto.
La reconstrucci¨®n de las confusas circunstancias de aquellos dos d¨ªas permite suponer que los asesores norteamericanos, entre ellos el coronel Harkins, tambi¨¦n asentado en Caracas, maniobraron ante el general V¨¢squez, en el sentido de reinstalar las libertades, para salvar un interinato tomado entonces por el conservadurismo. El petrolero Isaac P¨¦rez Recao y el contralmirante Carlos Molina Tamayo fueron citados como los promotores del decreto que contribuy¨®, decisivamente, al naufragio del golpe contra Ch¨¢vez.
Contrariamente, la agencia privada de inteligencia norteamericana Stratfor compromete a la agencia estadounidense de espionaje. 'La CIA ten¨ªa conocimiento de los planes (golpistas), e incluso puede haber apoyado a los civiles y oficiales militares de extrema derecha que intentaron, sin ¨¦xito, apoderarse del Gobierno interino de Pedro Carmona Estanga'. Cita a ultras del Opus Dei y a oficiales leales al general retirado Rub¨¦n Caldera, yerno del ex presidente Rafael Caldera (1969-1973 y 1994-1999).
La argumentaci¨®n para justificar la Administraci¨®n de Carmona, esto es, que el general Lucas Rinc¨®n hab¨ªa anunciado p¨²blicamente la renuncia de Hugo Ch¨¢vez, mereci¨® el sarcasmo de un diplom¨¢tico latinoamericano: 'Yo tambi¨¦n renuncio a la billetera si me ponen una pistola en la sien'.
No parece existir una renuncia, por escrito, del gobernante. Lo cierto es que un funcionario del Departamento de Estado, Phillip Chicola, pidi¨® el d¨ªa 12 que la transici¨®n de Carmona conservara 'las formas constitucionales'. Invoc¨® para ello la Carta Democr¨¢tica Interamericana, contraria a cualquier ruptura de la legalidad institucional. Las consideraciones del funcionario vienen recogidas en la carta, remitida por el encargado de negocios de Venezuela en Washington, Luis Herrera Marcano, al contralmirante Molina Tamayo. 'En la ma?ana de hoy se comunic¨® telef¨®nicamente conmigo el se?or Phillip Chicola...'. Sus principales recomendaciones, para facilitar el reconocimiento de EE UU, fueron ¨¦stas: lograr que la Asamblea Nacional y, en su caso, el Tribunal Supremo aprobaran la renuncia de Ch¨¢vez y convocar en un plazo razonable elecciones, con observadores de la OEA.
'Di¨¢logo o guerra civil'
El presidente de la Confederaci¨®n de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, adivina una guerra civil en Venezuela si el di¨¢logo entre el Gobierno de Hugo Ch¨¢vez y la oposici¨®n fracasa. El presidente ofreci¨® una mesa de reflexi¨®n nacional para acercar posiciones y evitar que se repitan situaciones como las registradas d¨ªas atr¨¢s: muertos, saqueos y golpe de Estado. La oposici¨®n desconf¨ªa y pone condiciones. Ortega, que hab¨ªa permanecido oculto desde que fracasara el golpe, pidi¨® 'un di¨¢logo abierto, franco, sincero y transparente con los diversos sectores de la sociedad venezolana'. 'Si no nos ponemos de acuerdo', dijo, 'lamentablemente, irreversiblemente y dolorosamente vamos a una guerra civil'. Los ¨²ltimos discursos de Ch¨¢vez indican que, de momento, aparc¨® su virulento estilo.
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