El Gobierno del Estado y de las empresas
El presidente del Gobierno espa?ol decide que no se constituya una comisi¨®n parlamentaria para debatir el caso BBVA. El ministro de Econom¨ªa espa?ol, despu¨¦s de m¨¢s de un mes desde que estall¨® el esc¨¢ndalo, sigue sin comparecer en el Parlamento. La presidenta del Congreso selecciona las preguntas que pueden formular los parlamentarios.
La comparaci¨®n con pa¨ªses de larga tradici¨®n democr¨¢tica deprime. ?Se imagina alguien al presidente Bush prohibiendo la creaci¨®n de comisiones en el Congreso, argumentando que 'ya hay muchas investigaciones en marcha'? La reacci¨®n al esc¨¢ndalo Enron fue la creaci¨®n de 16 comisiones parlamentarias para estudiar el caso. ?Se imagina alguien al presidente norteamericano amenazando con llevar a los tribunales a los que dijeron que estaba implicado en el esc¨¢ndalo? En EE UU ha sido el Parlamento el que ha amenazado al presidente con llevarle a los tribunales si no enviaba al Congreso inmediatamente las actas de las reuniones del vicepresidente con los empresarios.
Amordazar al Parlamento no s¨®lo degrada la democracia -'parlamento' viene de 'hablar'-, sino que perjudica el funcionamiento de la econom¨ªa de mercado. Desde hace mucho tiempo se sabe la influencia positiva que la econom¨ªa de mercado (la propiedad privada, la competencia, etc¨¦tera) tiene sobre la democracia, pero tambi¨¦n sabemos, gracias a los institucionalistas, que existe el efecto inverso: un buen funcionamiento de las instituciones democr¨¢ticas mejora el de la econom¨ªa de mercado. El ¨²ltimo informe del Banco Mundial explica bastante bien c¨®mo 1) un Gobierno sin conexiones con las empresas, 2) un buen gobierno de las empresas y 3) unos medios de comunicaci¨®n no controlados por el Gobierno, favorecen la creaci¨®n y distribuci¨®n equitativa de la riqueza.
El Gobierno dice que esta vez no ha intervenido en colocar al nuevo presidente al frente del segundo banco del pa¨ªs. Aunque fuera cierto lo que dice, un debate sobre esta cuesti¨®n podr¨ªa haber llevado a un acuerdo entre todas las fuerzas pol¨ªticas para que, a partir de ahora, el poder pol¨ªtico deje de utilizarse para ocupar el poder econ¨®mico. El debate servir¨ªa para impedir o dificultar pr¨®ximas operaciones y habr¨ªa enviado el mensaje a los directivos que hoy controlan, gracias al Gobierno, las principales empresas del pa¨ªs, de que no deber¨ªan utilizar su poder econ¨®mico para servir a unos y perjudicar a otros.
Adem¨¢s, si se hubiera dejado hablar, el Parlamento podr¨ªa haber entrado a debatir otras cuestiones como, por ejemplo, el problema del gobierno de las empresas, que tambi¨¦n es un elemento esencial para el buen funcionamiento de la econom¨ªa de mercado. El caso BBVA proporciona suficientes motivos de preocupaci¨®n para que el Parlamento regule el gobierno de las empresas pensando en los accionistas. Aunque fuera cierto que todo ha consistido en que uno bueno o listo venci¨® en limpio combate a 23 malos o idiotas, sin la ayuda del Gobierno, se deber¨ªa analizar c¨®mo han funcionado los ¨®rganos del banco. ?No habr¨ªa que modificar una legislaci¨®n que permite que ninguno de los dos presidentes, ni el malo ni el bueno, informe al consejo de administraci¨®n, ni a la junta de accionistas?
Los problemas de falta de control no se arreglan s¨®lo quitando a los malos y poniendo a los buenos. Hay que revisar los sistemas que permiten esas conductas. ?No es preocupante que el nuevo presidente, en medio del esc¨¢ndalo, haya anunciado que presidir¨¢ la comisi¨®n de control del BBVA un amigo suyo? Incluso si no le conociera, ?es razonable que la legislaci¨®n permita que quien debe ser controlado elija a su controlador?
Es lamentable que el Gobierno est¨¦ contra la transparencia, impidiendo que el Parlamento debata el caso. Espa?a deber¨ªa dejar de ser el pa¨ªs donde los ministros no comparecen, los parlamentarios no pueden interpelar, los presidentes de los consejos no informan, los vocales no preguntan y las comisiones de control no controlan. Los que gobiernan el Estado y las empresas se sentir¨¢n muy c¨®modos con esta situaci¨®n de falta de transparencia y de falta de control, pero no as¨ª los ciudadanos e inversores. mfo@inicia.es
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