El presidente del Tribunal Superior pide a los nuevos jueces que sean sensibles a la lengua catalana

Sensibilidad a la identidad catalana y, especialmente, a la lengua. Eso es lo que pidi¨® ayer a los nuevos jueces el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC), Guillem Vidal, durante el acto protocolario de toma de posesi¨®n. 'Os exhorto a que se¨¢is sensibles a la identidad catalana, a su historia, a su cultura y, sobre todo, a su lengua, que es s¨ªmbolo diferencial y a la vez integrador', dijo Vidal.

Veinte de los nuevos jueces son mujeres y 11 son hombres, una cifra que refleja de manera exacta la proporci¨®n de dos a uno que caracteriza cada promoci¨®n que sale de la Escuela Judicial de Vallvidrera. S¨®lo seis de los 31 nuevos jueces emplearon el catal¨¢n para jurar o prometer su cargo, aunque 12 de ellos ya resid¨ªan en Catalu?a antes de aprobar la oposici¨®n.

Los nuevos jueces se incorporar¨¢n a sus destinos en los pr¨®ximos d¨ªas y ser¨¢ la primera vez en muchos a?os que se cubren todas las vacantes de los juzgados de Catalu?a. Doce se quedan en juzgados de la provincia de Barcelona, seis van a Tarragona, otros tantos a Lleida y siete a Girona. En todos los casos son juzgados de primera instancia e instrucci¨®n, o lo que es lo mismo: los nuevos jueces llevar¨¢n asuntos civiles y penales, y es posible que el azar haga que caiga en sus manos un caso de gran impacto social. Ocurri¨® por ejemplo con el accidente de la riera de Merl¨¨s, en el que murieron dos escolares, que fue instruido por una juez de Vic de primer destino.

La ley obliga a los jueces a permanecer un m¨ªnimo de dos a?os en la primera plaza y despu¨¦s pueden concursar para ir cambiando de destino hasta lograr con el tiempo, como suele ocurrir, una plaza lo m¨¢s cercana posible al lugar de residencia de su familia.

Pero m¨¢s all¨¢ del respeto a la lengua y la identidad catalana, Guillem Vidal pidi¨® tambi¨¦n a los nuevos jueces que ejerzan su poder 'con moderaci¨®n' y humildad, y que no se dejen presionar por el resto de los poderes ni por sus propios compa?eros. A eso, en t¨¦rminos jur¨ªdicos, se le llama imparcialidad e inamovilidad.

Imparcialidad activa

En otro momento, el presidente del Tribunal Superior reclam¨® de los jueces que sean responsables y 'cuidadosos y est¨¦n atentos a lo que hacen y deciden', del mismo modo que est¨¢n obligados a 'expiar sus propios errores'.

Y siguiendo con este modelo de juez deseable, Guillem Vidal pidi¨® a sus nuevos compa?eros 'una imparcialidad activa y beligerante, porque el juez no deja de ser un actor social y, por tanto, part¨ªcipe del hecho y de su consecuencia jur¨ªdica'. Un juez sometido a la ley, a?adi¨®, pero sin que ello implique 'automatismo ni sumisi¨®n ciega'.

Varias veces se refiri¨® el presidente del TSJC a la Constituci¨®n y a la necesidad de que los nuevos jueces est¨¦n 'impregnados' de esa doctrina. Eso es, al menos, lo que se les intent¨® inculcar en la Escuela Judicial de Vallvidrera, que ha cambiado de director. Carlos G¨®mez, adscrito a la asociaci¨®n progresista Jueces para la Democracia, fue formalmente relevado ayer por Francisco Valls Gombau, de la mayoritaria Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura.

Guillem Vidal pidi¨® que el plan de estudios desarrollado estos a?os para consolidar la idea de 'un juez humanista, plural y pol¨ªticamente integrado' no sea sustituido por 'planteamientos elitistas y caducos' como algunos sectores de la judicatura temen que ocurra. De momento, uno de los puestos que hab¨ªa vacantes en el organigrama de la escuela se ha cubierto ya con la designaci¨®n del magistrado Ignacio Sancho, del Opus Dei.