'Este equipo supera en todo al del 98'
Ra¨²l ve llegada la hora de que cambie la suerte de Espa?a
Primero fue la afirmaci¨®n; luego, un ligero repliegue, como si Ra¨²l no quisiera abrir heridas. Se le plante¨® ayer la comparaci¨®n entre el equipo espa?ol de este Mundial y el de hace cuatro a?os en el de Francia. '?En qu¨¦ es superior?'. Y contest¨® sin dudar: 'En todo'. M¨¢s tarde se refiri¨® a las cuestiones ambientales, que tanto pesaron en el fracaso de 1998. 'Aqu¨ª todo es m¨¢s tranquilo: el ambiente, las relaciones entre los jugadores y la prensa... Aqu¨ª estamos para disfrutar', dijo.
En su respuesta se observaron algunos datos. Primero, el recuerdo amargo de aquel Mundial. Es cierto que fue su presentaci¨®n en la gran escena, pero tambi¨¦n que no disfrut¨® de la experiencia. Ni siquiera fue titular en el tercer partido. Estaba a punto de cumplir 21 a?os, acababa de levantar la Copa de Europa con el Madrid y se preparaba para hacer frente a las alt¨ªsimas expectativas despertadas. Fue imposible. Aquel equipo estaba condenado a un calvario antes de comenzar el torneo. Faltaba armon¨ªa y direcci¨®n. Sobraban conflictos, la mayor¨ªa incubados de forma artificial, movidos por una extra?a forma de inmolaci¨®n.
'Tengo sensaciones positivas. Hemos venido jugadores responsables de grandes ¨¦xitos'
En su respuesta se advirti¨® el cambio sustancial que ha dado en la escala jer¨¢rquica de la selecci¨®n. Nunca le han faltado maneras para ejercer el poder, pero es evidente que en Francia no estaba en condiciones de ejercerlo. Ahora s¨ª. Entre los jugadores, se nota su posici¨®n relevante. Por trayectoria, prestigio y car¨¢cter. No es hombre de grandes declaraciones, y es en este aspecto en el que prefiere un perfil bajo, sin disquisiciones pol¨¦micas. Pero hay una seguridad en su puesta en escena, en la manera de afrontar sus comparecencias que no necesita palabras. Llega y todo el mundo se mueve. Hay un revoloteo nervioso que maneja con la soltura de los que manejan la situaci¨®n. No lleva galones, pero se le notan.
Ra¨²l acudi¨® a la cita con los periodistas a 48 horas del encuentro con Eslovenia. Acudi¨® antes de participar en un entrenamiento que no fue anunciado a la prensa, seg¨²n el habitual juego de despiste. Relajado y conciso, se expres¨® con optimismo. Respecto a su estado, reconoci¨® su estupenda condici¨®n f¨ªsica, al contrario de lo que le sucedi¨® en el 98 y en la Eurocopa 2000, en la que pasaba casi de la camilla al terreno por una pubalgia. 'Y no s¨®lo estoy mejor yo. En la Eurocopa, a las once de la noche, una docena de jugadores estaban en manos de los fisioterapeutas. Ahora, a las once, todos estamos en nuestras habitaciones', matiz¨®.
Fue preguntado repetidas veces por el desaf¨ªo personal que representa la Copa. En todos los casos prefiri¨® referirse al objetivo del conjunto. 'No va ser f¨¢cil, pero creo que Espa?a est¨¢ en condiciones de cambiar la suerte de la selecci¨®n', declar¨®. Al hilo de sus comentarios, hubo uno que son¨® a recordatorio de lo que, en su opini¨®n, deber¨ªa ser la selecci¨®n: un equipo con jugadores probados en el primer escal¨®n del f¨²tbol europeo. 'Tengo sensaciones positivas porque hemos venido jugadores responsables de grandes ¨¦xitos en nuestros clubes, el Madrid o el Barcelona, y tambi¨¦n del Valencia y el Deportivo, entre los mejores de Europa', apunt¨®. Esta reflexi¨®n resulta interesante porque el bajo rendimiento de Espa?a en la ¨²ltima Eurocopa pudo atribuirse, en buena medida, al alto n¨²mero de jugadores sin gran experiencia internacional o procedentes de cuadros situados en la zona de descenso o descendidos.
La referencia a Eslovenia, el primer adversario, fue obligada. Ra¨²l result¨® cauteloso. 'No ser¨¢ sencillo. La historia dice que, tradicionalmente, Espa?a pasa dificultades en el primer partido. Eslovenia jugar¨¢ a la defensiva, con mucha gente en el medio del campo y con la intenci¨®n de jugar al contragolpe'. No se refiri¨® a ning¨²n jugador esloveno en concreto y no se mostr¨® alarmado cuando se le pregunt¨® por los efectos de una derrota: 'Es algo que no se nos pasa por la cabeza, pero, si ocurriera, tendr¨ªamos dos partidos para remediarla'.
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