Los escritores debaten sobre la avalancha de libros y el efecto de los premios literarios

Es m¨¢s f¨¢cil publicar ahora que antes; los premios dan un espaldarazo a quienes los ganan, pero tambi¨¦n marcan; la fidelidad a las editoriales es importante. Estos fueron algunos de los temas que una decena de escritores, entre ellos Josefina Aldecoa, Clara S¨¢nchez y Dulce Chac¨®n, debati¨® ayer en el Caf¨¦ Literario, convocado por Alfaguara en la Carpa de las Tertulias y moderado por Eduardo Sotillos. Pero lo que m¨¢s preocup¨® a todos es la enorme cantidad de libros que se publican, que desaparecen de las librer¨ªas antes de que muchos lectores puedan enterarse de que existen.

Fernando Delgado, novelista y hombre de radio marc¨® el ritmo con contundencia y lo hizo de la manera m¨¢s provocadora posible, equiparando libros basura con programas basura de televisi¨®n. 'Existe una saturaci¨®n en el mercado editorial, lo que crea una enorme confusi¨®n entre los lectores', dijo. 'La saturaci¨®n impide el desarrollo normal del libro en las librer¨ªas'. Y puso un ejemplo: Bella en las tinieblas, novela excelente de Manuel de Lope, que pas¨® en un principio desaparecibida. Cuando, gracias a algunas cr¨ªticas y sobre todo al boca oreja, fue descubierto por los lectores ya no estaba en las librer¨ªas. 'Existe una presi¨®n tremenda en el mundo del libro, que se refleja en su promoci¨®n. La super avalancha que se est¨¢ produciendo es dif¨ªcil de soportar', concluy¨®.

Clara S¨¢nchez, ganadora del Premio Alfaguara con ?ltimas noticias del para¨ªso, neg¨® que se pudiera comparar los libros con los programas basura de televisi¨®n y afirm¨® que el ¨²nico que puede discriminar es el lector. Coincidi¨® con ella Josefina Aldecoa: 'No me parece mal que se edite mucho, el lector tiene m¨¢s posibilidades de elegir'. La autora de Historia de una maestra, Mujeres de negro y El enigma, entre otras novelas, dijo que en la penuria de la sociedad espa?ola que vivi¨® en su juventud no s¨®lo resultaba muy dif¨ªcil publicar un libro sino que incluso hab¨ªa dificultades para comprarlos. 'Los j¨®venes lo tienen hoy m¨¢s f¨¢cil', afirm¨®.

V¨ªctor Jos¨¦ Benayas y Almudena Solana, que han publicado recientemente sus primeras novelas (Las palabras de Dakar y El curr¨ªculum de Aurora Ortiz, respectivamente) aceptaron que es m¨¢s f¨¢cil publicar ahora, pero dijeron que el peregrinaje por las editoriales sigue vigente y tambi¨¦n coincidieron en que es f¨¢cil que los libros pasen desapercibidos en el marasmo editorial.

Posibilidad de elegir

El peruano Jorge Eduardo Benavides, afincado en Tenerife, donde ha puesto en marcha diversos talleres literarios, se mosr¨® conciliador: 'Se publica lo que se tiene que publicar y los lectores tienen la posibilidad de elegir'. Y explic¨® su caso. 'Empec¨¦ a escribir Los a?os in¨²tiles en 1991, cuando me instal¨¦ en Tenerife y la acab¨¦ en 1996. La envi¨¦ a Alfaguara, porque me gustaba esta editorial. Pero pens¨¦ que deb¨ªan tener tantos manuscritos pendientes de publicaci¨®n que no le har¨ªan caso. Pero, s¨ª, la publicaron'.Miguel Naveros a?adi¨® que, cuando se escribe con honradez, las 'editoriales no son tan inaccesibles'.

Fernando Delgado gan¨® el Premio Planeta en 1995 con La mirada del otro. Le pesa a¨²n como una losa, explic¨®.

Dulce Chac¨®n, que gan¨® el Premio Azor¨ªn 2000 con Cielos de barro, no estuvo de acuerdo con Delgado. 'Un premio es como un espaldarazo, hace que te lea m¨¢s gente'.

Chac¨®n, que public¨® su primer libro de poes¨ªa, Querr¨¢n ponerle nombre en 1992, dijo que no es tan diferente escribir poemas o novelas. 'Lo importante es escribir, tanto si te publican como si no. Yo escribo para no morir', afirm¨® llena de pasi¨®n.

'Quiero romper una lanza a favor del Premio Planeta', a?adi¨®. 'Conozco a muchos lectores, que son buenos lectores, que leen las novelas ganadoras del Planeta. Afortunadamente, al gran p¨²blico no le llegan estas man¨ªas que se comentan en los c¨ªrculos de literatos. El lector es libre y lee lo que quiere'.

Clara S¨¢nchez coincidi¨® con Fernando Delgado en que el simple hecho de presentarse a un premio parece que ponga al escritor bajo sospecha. '?Por qu¨¦ se habr¨¢ presentado? Es una pregunta que muchos se hacen. A m¨ª me gustar¨ªa que cada escritor tuviera un premio', afirm¨®. 'Los escritores trabajamos en soledad y necesitamos el reconocimiento del otro. A veces esto se consigue con un premio. Lo importante es perseverar'.

S¨¢nchez mostr¨® su preocupaci¨®n por los niveles de lectura. 'Como dice Manuel Longares, en este pa¨ªs hay 5.000 lectores. Vivimos en una sociedad que tiene prisa y los pocos lectores que hay tienen hacer una verdadera b¨²squeda para encontrar el libro que les interesa'.

Una lectora guatemalteca, que est¨¢ haciendo una tesis sobre la obra de Mario Vargas Llosa, puso la nota de optimismo. 'En Espa?a son ustedes muy afortunados por tener la posibilidad de elegir entre tantos libros'.