Brasil pone pa?os calientes al mercado
Recurre al FMI para aumentar sus reservas de divisas y frenar la especulaci¨®n contra el real
'Si el mercado est¨¢ nervioso, hay que darle un calmante'. La frase del presidente Fernando Henrique Cardoso anticip¨® las medidas que ha adoptado su Gobierno para frenar la especulaci¨®n contra el real y devolver la confianza a los inversores extranjeros: utilizar fondos del FMI. La fiebre del enfermo ha bajado de inmediato, pero muchos dudan que el remedio sea suficicnte y duradero.
El FMI ha puesto a disposici¨®n de Brasil dos remesas de 5.000 millones de d¨®lares, y una de ellas va a ser utilizada de inmediato
El recurso a un mayor endeudamiento va a hipotecar a¨²n m¨¢s la pol¨ªtica del sucesor de Cardoso, oblig¨¢ndole a un mayor ajuste fiscal
M¨¢s all¨¢ de su eficacia en el tiempo, la medicina utilizada por el Gobierno de Cardoso desvela ya dos secuelas claras: su factura ser¨¢ elevad¨ªsima para Brasil y le tocar¨¢ pagarla al pr¨®ximo presidente, y no hay ninguna seguridad en que la dosis prescrita sea suficiente para restablecer la salud del enfermo. Hay se?ales inquietantes indicando que es probable que el hipop¨®tamo furioso est¨¦ solamente mareado y pronto vuelva a agitarse.
Una larga conferencia de prensa de todo el equipo econ¨®mico, con el ministro de Hacienda, Pedro Malan, y el presidente del Banco Central, Armirio Fraga, dio cuenta en conferencia de prensa, el jueves, de las nuevas medidas aplicadas para contener el ataque especulativo contra el real y contra los t¨ªtulos p¨²blicos brasile?os. Para empezar, Brasil utilizar¨¢ recursos del FMI para reforzar las reservas internacionales del pa¨ªs. La primera retirada ocurrir¨¢ de inmediato. Hay dos bloques de dinero puestos a disposici¨®n de Brasil, cada uno de ellos de alrededor de 5.000 millones de d¨®lares. El segundo bloque ser¨¢ liberado en agosto. Adem¨¢s, el Gobierno determin¨® que la meta para el super¨¢vit primario aumente del 3,5% al 3,75% para este a?o y el pr¨®ximo. Se trata de ajustar a¨²n m¨¢s los gastos del Estado para poder pagar la mayor dimensi¨®n de la deuda p¨²blica.
Una tercera medida ha sido bajar el piso de las reservas internacionales pactado con el FMI, de 20.000 a 15.000 millones de d¨®lares. Las reservas est¨¢n en 28.900 millones. As¨ª, le quedan al Gobierno otros 5.000 millones de d¨®lares para intervenir en el mercado de cambios.
Cuarta medida: el Banco Central recomprar¨¢ t¨ªtulos de la deuda externa cuyos plazos terminan entre 2003 y 2004, por un valor total de hasta 3.000 millones de d¨®lares (el mercado, en las ¨²ltimas semanas, rechaz¨® papeles p¨²blicos de largo plazo). Los t¨ªtulos postindexados seguir¨¢n negoci¨¢ndose a plazos m¨¢s cortos, es decir, no m¨¢s all¨¢ del primer semestre de 2003.
Para terminar la f¨®rmula del calmante aplicado al mercado, el Banco Central anunci¨® que eventualmente podr¨¢ volver a realizar subastas de d¨®lares, pero no dijo cu¨¢ndo ni c¨®mo.
Cierta frustraci¨®n
El mismo jueves, las nuevas medidas propiciaron una mejora tanto en las calificaciones de riesgo pa¨ªs como en el canje del real con el d¨®lar (pas¨® de 2,79 unidades a 2,71). Hay que recordar, en todo caso, que el tres de junio la relaci¨®n d¨®lar/real era de 2,53.
Las medidas, sin embargo, han desatado una sensaci¨®n de frustraci¨®n en parte del mercado financiero. Esperaban que el Gobierno anunciase que iba a volver a intervenir en el mercado de cambio del real, al igual que hizo en el segundo semestre de 2001. Tampoco les han gustado los instrumentos que van a aplicarse de inmediato para enjugar el dinero circulante en el sistema financiero: esperaban un aumento en el nivel de los dep¨®sitos compulsorios (es decir, la parcela que los bancos son obligados a entregar al Tesoro Nacional sobre las aplicaciones), mientras que lo que se ha anunciado es un incremento de las subastas de t¨ªtulos de deuda a corto y cort¨ªsimo plazo.
El ajuste fiscal, por otra parte, va a ser mucho m¨¢s duro de lo incialmente previsto y va a afectar, principalmente, a los estados regionales y a los municipios. La deuda p¨²blica brasile?a, foco de serias preocupaciones, se ha multiplicado por tres en los ¨²ltimos cinco a?os, por ocho en los ¨²ltimos siete, y hoy alcanza el 54,5% del PIB. Al determinar el aumento de la meta de super¨¢vit primario del sector p¨²blico (diferencia entre ingresos y gastos, sin contar los intereses) en 0,25 puntos, el objetivo del Gobierno es cortar alrededor de 1.000 millones de d¨®lares, que ser¨¢n empleados para contener el aumento de la deuda interna neta. Pero al pactar esa determinaci¨®n con el FMI inclusive para 2003, el Gobierno est¨¢ exigiendo del pr¨®ximo presidente un ajuste fiscal a¨²n m¨¢s severo, con efectos nefastos para las perspectivas de retomar niveles de crecimiento considerados m¨ªnimos (4,5% del PIB al a?o, frente al 2% actual).
Para buena parte de los analistas y consultores, las nuevas medidas merecieron a lo sumo discretos elogios. Algunos sectores destacaron que las medidas pod¨ªan reflejar la confianza del FMI en los fundamentos de la econom¨ªa nacional, al permitirse a Brasil su nivel de reservas internacionales netas en 5.000 millones de d¨®lares.
Pero son muchos los puntos oscuros en el escenario. Hay gestores de fondos que dicen que, por ahora, s¨®lo se sabe una cosa: el Gobierno quiz¨¢ tenga las armas correctas y munici¨®n suficiente, pero no ha dicho cu¨¢ndo ni c¨®mo pretende utilizarlas. Esa inc¨®gnita no bastar¨¢ para frenar los ¨ªmpetus del mercado, que en realidad se enfrent¨® abiertamente al Banco Central en las dos semanas anteriores y sali¨® victorioso.
Otros analistas prefieren creer que en realidad el Banco Central dispone de pocos instrumentos para contener la tensi¨®n y la presi¨®n en los mercados financieros. El cl¨¢sico arsenal ofrecido el jueves dificilmente ser¨¢ suficiente, ya que son muchos los compromisos en d¨®lares que tendr¨¢n que ser cubiertos de ahora a septiembre, precisamente el periodo de mayor turbulencia en los escenarios pol¨ªticos, por la incertidumbre electoral.
Y es exactamente en ese punto d¨®nde se dan las mayores divergencias: la volatilidad, el ataque al real y a los papeles p¨²blicos, ?se deben a las inquietudes e incertidumbres electorales, o a la fragilidad de los fundamentos econ¨®micos? Funcionarios del Gobierno y el candidato oficialista, el ex ministro de Salud Jos¨¦ Serra, sostienen que se trata evidentemente de una clara demostraci¨®n de la profunda desconfianza de los inversionistas en la candidatura oposicionista de Luis Ignacio Lula da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores, que se sit¨²a disparado a la cabeza de las encuestas, veinte puntos por delante de Serra. Los tres candidatos de oposici¨®n dicen que lo que ocurre es claro resultado de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno de Cardoso. Serra insiste, sin embargo, sobre los riesgos de una argentinizaci¨®n de Brasil en caso de una victoria de Lula.
Y Lula, para cerrar el ciclo, dice que considera inadmisible que el mercado indique qui¨¦n puede y qui¨¦nes no pueden gobernar al pa¨ªs. El subsecreatrio de Tesoro de EE UU, John Taylor, declar¨® el jueves: 'Las elecciones presidenciales son generadoras de 'alguna incertidumbre', pero los fundamentos econ¨®micos son buenos'. El aval de Taylor a la posici¨®n del Gobierno de Cardoso no ha surtido el efecto que ser¨ªa deseable para Serra, el candidato continuista . La incertidumbre permanece.
Componente electoral
El componente electoral ha ganado peso, los mercados se mueven a golpe de los datos de las encuestas que se van difundiendo sobre preferencias de voto.
Pero hay que recordar que existen tambi¨¦n fundadas razones de preocupaci¨®n ajenas a la pugna electoral. La deuda p¨²blica interna de Brasil es inmensa, y el pa¨ªs depende de financiaci¨®n externa mucho m¨¢s all¨¢ de lo que ser¨ªa recomendable. Los flujos de capitales internacionales cayeron sensiblemente. Nadie se atreve a prever ingresos superiores a 17.000 millones de d¨®lares de ingresos externos en 2002, cuando ser¨ªan necesarios 26.000 millones.
Hay fuerte preocupaci¨®n en los mercados internacionales en relaci¨®n a un dato espec¨ªfico: ?ser¨¢ capaz el pr¨®ximo presidente, sea Lula, sea Serra, sea Ciro Gomes, de enfrentar la batalla necesaria para mantener un super¨¢vit primario a gusto de la banca y de los organismos financieros?
Siempre queda el consuelo de vencer a B¨¦lgica
El pr¨®ximo Gobierno, que tomar¨¢ posesi¨®n el d¨ªa 1 de enero, va a tener que negociar de inmediato un fuerte volumen de la deuda p¨²blica. El mismo perfil de esa deuda, sometida a los caprichos de las oscilaciones de las tasas de inter¨¦s y del cambio, hace que esa tarea sea todav¨ªa m¨¢s ardua. Hay riesgos de suspensi¨®n de pagos, dicen consultores y analistas. Los candidatos tratan de tranquilizar el mercado, pero los n¨²meros indican que el horizonte est¨¢ m¨¢s para temporales que para bonanza. Al menos uno de los candidatos, Ciro Gomes, ha sido claro: para ¨¦l, es inevitable renegociar plazos y tasas. Otros datos preocupan, y entre ellos la verdadera dimensi¨®n del efecto del calmante prescripto por el Gobierno el pasado jueves. Las sucesivas rebajas en la clasificaci¨®n del pa¨ªs por bancos y agencias de an¨¢lisis de riesgos hicieron que las remesas de divisas al exterior llegasen a m¨¢s del doble en mayo en relaci¨®n a abril: de los 360 millones de d¨®lares girados a las sedes en el exterior, se pas¨®, en los primeros 23 d¨ªas de mayo, a 728 millones de d¨®lares. Este mes, las deudas brasile?as en el exterior consumir¨¢n poco m¨¢s de 3.000 millones de d¨®lares. Hasta fines de agosto, ser¨¢n enviados otros 4.200 millones de d¨®lares. Es decir: hay razones para que la presi¨®n sobre el cambio siga fuerte. Indecisi¨®n electoral: ?gana Lula, gana Serra, gana Ciro Gomes? ?Habr¨¢ segunda vuelta, tal como prev¨¦ la Ley Electoral cuando un candidato no logre el 50% m¨¢s uno de los votos en la primera? ?Cu¨¢les ser¨¢n los dos candidatos en esa eventual segunda vuelta? ?C¨®mo se portar¨¢, de aqu¨ª al 6 de octubre, el mercado frente al riesgo Lula? El calmante le saldr¨¢ muy caro al pa¨ªs y al pr¨®ximo Gobierno. Y lo peor es que nadie sabe si lograr¨¢ dormir con un mercado feroz que puede volver a agitarse en cualquier momento. Al menos este lunes la calma permanecer¨¢ hasta el mediod¨ªa: es que Brasil juega con B¨¦lgica a las 8.30 de la ma?ana, hora local. Y se determin¨® que bancos -y bolsas, claro- abrir¨¢n a las 12.00. Ojal¨¢ Brasil derrote a B¨¦lgica. A ver si as¨ª algo de buen humor sopla a la apertura de los negocios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.