Brasil hace un favor al f¨²tbol
La selecci¨®n 'canarinha', sin hacer honor a su prestigio, aparta del Mundial a la Inglaterra del 'pseudocatenaccio' - Estados Unidos juega mejor, pero es Alemania la que pasa a las semifinales para medirse al vencedor del Espa?a-Corea del Sur de hoy
Tal y como se estaba poniendo el Mundial, Inglaterra comenzaba a pensar que la racaner¨ªa de su f¨®rmula pod¨ªa darle resultados. Pocas veces se ha visto a un equipo m¨¢s alejado de su ra¨ªces, ni m¨¢s satisfecho de abandonarlas. Produce estupor pensar en esta Inglaterra extremadamente defensiva, al acecho de los errores ajenos, instalada en la idea del catenaccio, con ocho jugadores por detr¨¢s de la l¨ªnea que marca el bal¨®n, con un porcentaje rid¨ªculo de posesi¨®n de la pelota. Es el sello de Eriksson. No le vali¨® de nada frente a un m¨¢s que discreto Brasil. Los ingleses hicieron lo que les ha caracterizado en el Mundial: marcaron pronto, tras un error clamoroso de Lucio, central de fabulosas condiciones pero con una tendencia muy declarada a cometer una equivocaci¨®n grave por partido. Lo que no hicieron fue reaccionar a los dos goles brasile?os, el primero maravilloso por la jugada de Ronaldinho y el impecable remate de Rivaldo. El segundo queda para la discusi¨®n: ?fue deliberada la trayectoria de la falta que sac¨® Ronaldinho? Si as¨ª fue, el gol pertenece a la categor¨ªa de lo genial. Con una particularidad, Seaman ayud¨® mucho en el tanto. A Seaman le ha pillado el Mundial un poco mayor. Sufre la enfermedad de Shilton: no puede saltar. Shilton no pudo levantarse un palmo del suelo en el famoso gol de la mano de Dios. Seaman reaccion¨® tarde y no pudo saltar para detener un bal¨®n que, con toda su malicia, ven¨ªa llovido desde 40 metros.
Cuando Inglaterra se encontr¨® con la necesidad de atacar, no supo hacerlo. No est¨¢ programada para esas funciones. El hecho de que Brasil jugara con diez, tras la expulsi¨®n de Ronaldinho, explic¨® perfectamente la clase de equipo que es la Inglaterra de Eriksson. Uno bien chato, sin ninguno de los generosos rasgos que han caracterizado al f¨²tbol brit¨¢nico. No hay duda de que era un f¨²tbol que necesitaba alg¨²n tipo de transformaci¨®n, proceso que se ha logrado en un buen n¨²mero de clubes, pero el cambio se ha dirigido hacia el extremo contrario. Sin grandes resultados, por cierto. Con conservadora idea del juego, Inglaterra ha volado del Mundial en cuartos de final: dos partidos ganados, dos empatados, uno perdido.
Lo peor de la selecci¨®n inglesa qued¨® en evidencia frente a un mediocre Brasil, que hizo un favor al f¨²tbol, pero no se lo hizo a su propio prestigio. Pero, as¨ª y todo, los ¨²nicos detalles que se vieron en el partido correspondieron a sus jugadores, favoritos para ganar un Mundial que tiene a Alemania en las semifinales. Un cabezazo de Ballack decidi¨® el resultado frente a Estados Unidos, que super¨® en casi todas las facetas a los alemanes. No les superaron en el juego a¨¦reo, en el que Alemania pone una fila de gigantes que apabulla a cualquier rival. Si el pr¨®ximo es Espa?a se sabr¨¢ hoy muy pronto, tras el duelo con Corea.
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