Rescate a 50? bajo cero
Un rompehielos argentino zarpar¨¢ el martes para liberar al buque alem¨¢n preso en la Ant¨¢rtida
El cambiante tiempo ant¨¢rtico ser¨¢ quien decida. Si la mar no se encrespa, y a finales de esta semana hab¨ªa en la zona un temporal con olas de hasta ocho metros, el barco Agulhas, del Ministerio surafricano de Medio Ambiente, gracias a sus dos helic¨®pteros, podr¨ªa llevar a cabo el rescate de los pasajeros en los pr¨®ximos d¨ªas. El buque parti¨® el domingo pasado de Ciudad del Cabo, la capital m¨¢s pr¨®xima al barco atrapado, a 4.050 kil¨®metros de distancia. Pero si el tiempo es malo, el hielo aumenta y el barco no es capaz de encontrar camino abierto hasta quedar cerca del barco alem¨¢n, habr¨¢ que esperar la llegada de refuerzos.
El rompehielos argentino Almirante Ir¨ªzar zarpar¨¢ el martes de Buenos Aires para colaborar en el rescate. Se trata de una embarcaci¨®n que desplaza 15.000 toneladas, con 121 metros de eslora y 25 de manga y una altura sobre la l¨ªnea de flotaci¨®n de 42 metros, como la de un edificio de 11 pisos. Botado en 1978, es capaz de navegar normalmente por campos de hielo de hasta un metro de espesor, pero puede romper hielos de hasta 5,6 metros. Su misi¨®n consistir¨¢ en abrir paso al Agulhas surafricano, una nave de 1977 que tiene 112 metros de eslora y 18 de manga y que puede navegar entre hielo gracias a su doble casco, pero no abrirse camino por una superficie congelada. Entre los dos tratar¨¢n de liberar al barco alem¨¢n atrapado.
?Qu¨¦ hac¨ªa un barco all¨ª, a estas alturas del a?o, y por qu¨¦ se ha quedado atrapado? Para Jer¨®nimo L¨®pez, ge¨®logo, investigador ant¨¢rtico y representante espa?ol en el Comit¨¦ Cient¨ªfico de Investigaciones Ant¨¢rticas, el SCAR, flamante ganador del Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Cooperaci¨®n Internacional, quiz¨¢ 'se han retrasado un poco en su recorrido por las bases. Pero se trata de gente muy experimentada, que saben lo que hacen. Los rusos tienen mucha experiencia en log¨ªstica polar y el barco est¨¢ construido para navegar entre hielo'.
Viaje de vuelta
El Magdalena Oldendorff ven¨ªa de la base rusa de Novolazarevskaya y se dirig¨ªa a Ciudad del Cabo, en Sur¨¢frica, tras una campa?a de 12 meses en la Ant¨¢rtida recorriendo algunas de las bases rusas, repartiendo v¨ªveres, recogiendo basuras y permitiendo el relevo del personal en esta 47 campa?a rusa en el sexto continente. Su tripulaci¨®n est¨¢ compuesta por 28 marineros de Alemania, India, Rusia, Moldavia y Filipinas, a los que acompa?an, como pasaje, 79 cient¨ªficos rusos. El barco, que viaja con bandera de Liberia, ha prestado sus servicios a distintos contratantes y tiene amplia experiencia ant¨¢rtica: entre otros trabajos, en el a?o 2000 se ocup¨® de la log¨ªstica de la campa?a ant¨¢rtica de India.
Rusia es el pa¨ªs con mayor presencia de bases abiertas todo el a?o, cinco, a las que hay que sumar tres m¨¢s que funcionan s¨®lo en verano. Sin embargo, los problemas presupuestarios empiezan a hacerles pensar en cerrar alguna. Los 306 investigadores rusos que han trabajado en la campa?a 2001-2002 en la Ant¨¢rtida (144 todo el a?o y 162 s¨®lo en verano), se han dedicado, entre otras investigaciones, a analizar la evoluci¨®n del clima, incluyendo la reconstrucci¨®n del clima terrestre estudiando el hielo, circulaci¨®n de masas de agua, geodesia, geomagnetismo, biolog¨ªa humana, limnolog¨ªa, biolog¨ªa terrestre y biolog¨ªa productiva marina, entre otras.
Sin embargo, pese a la enorme experiencia rusa acumulada, las aguas del oc¨¦ano glacial Ant¨¢rtico son m¨¢s complicadas para navegar que las de otros mares. 'Al principio', dice Jer¨®nimo L¨®pez, 'el hielo que se congela se rompe f¨¢cilmente, sobre todo con un barco como ¨¦se. Pero puede haber un viento fuerte que desplace t¨¦mpanos en una direcci¨®n determinada y de pronto te das cuenta de que te has quedado encerrado'. Eso es lo que le ha sucedido al Magdalena Oldendorff, que no est¨¢ atrapado exactamente en el hielo puesto que, como ha declarado Gerald Hagemann, portavoz del Centro Internacional de Log¨ªstica Ant¨¢rtica, 'el buque se encuentra en una zona de seguridad en el fiordo Muskegbukta y puede moverse un poco'. Lanz¨® su llamada de socorro el 11 de junio, desde la posici¨®n 1?, 23 minutos, 40,8 segundos de longitud Este (junto al meridiano de Greenwich) y 69?, 56 minutos, 24 segundos de latitud Sur, junto a la costa ant¨¢rtica. Tiene estropeados algunos sistema de comunicaci¨®n, por lo que s¨®lo dispone del canal VHF.
No parece probable, por tanto, que les pase como a la tripulaci¨®n del Endurance, que parti¨® en diciembre de 1914. Trataban de ganar la costa para cruzar la Ant¨¢rtida a pie de lado a lado, pero les pill¨® el hielo y quedaron atrapados el 19 de enero de 1915. No se complet¨® el rescate hasta el 30 de agosto de 1916.
Los 107 tripulantes del Magdalena Oldendorff no pasar¨¢n tantos apuros. Aunque, seg¨²n ha informado la agencia Reuters, el coronel surafricano Piet Paxton, encargado de esa misi¨®n, cree que 'podr¨ªan necesitarse al menos 30 d¨ªas para rescatar a los hombres atrapados en el hielo', no parece probable que tengan que alimentarse de lapas y de ping¨¹inos, aunque, por si acaso, han empezado a racionar la comida y el agua. De momento, disponen de v¨ªveres para 20 d¨ªas y combustible para 45, y los helic¨®pteros Puma de los dos barcos de rescate llegar¨¢n pronto hasta la zona.
Si no fuera posible sacar el barco, al menos saldr¨ªan en helic¨®ptero los 79 embarcados que no son imprescindibles para la navegaci¨®n. El resto quedar¨ªa aguardando la primavera y el deshielo, provistos por los barcos de socorro, eso s¨ª, de combustible y alimentos. Este rescate en helic¨®ptero no es imposible, pese a los vientos, de hasta 70 kil¨®metros por hora, el fr¨ªo, de 55? bajo cero, y a la oscuridad reinante en los d¨ªas m¨¢s cortos del a?o (el viernes 21 de junio, a las 13.24 hora de Espa?a, entr¨® el invierno y fue, en el Sur, el d¨ªa con menos luz del a?o). Seg¨²n Jer¨®nimo L¨®pez, 'la ventaja es que no hay obst¨¢culos para los helic¨®pteros ni vientos imprevistos como en zonas monta?osas, es todo liso'. Est¨¢ previsto que el Agulhas se encuentre con el Almirante Ir¨ªzar a la altura de las islas Diego ?lvarez (Gough), territorio brit¨¢nico al suroeste de Sur¨¢frica.
El Ministerio de Defensa argentino asegur¨® ayer que se ha alcanzado un acuerdo con los armadores y las aseguradoras del Magdalena Oldendorff para que su rompehielos acuda al rescate, informa Efe. Ir¨¢ equipado con dos helic¨®pteros. La misi¨®n durar¨¢ tres meses y el contrato de prestaci¨®n de servicios rondar¨¢ los 2,8 millones de d¨®lares (casi tres millones de euros), seg¨²n una fuente gubernamental. S¨®lo para combustible el Almirante Ir¨ªzar necesita 1,2 millones de euros para recorrer los 7.000 kil¨®metros que hay desde Buenos Aires hasta el buque atrapado. Antes tambi¨¦n pero, sin duda, en el siglo XXI la ¨¦pica tiene precio.
Un barco de la familia
El Magdalena Oldendorff es un barco que desplaza 18.627 toneladas, mixto de carga y pasaje. Botado en 1983, fue construido originalmente para navegar en el mar de Barents, en al ?rtico ruso. Entonces se llamaba Nizhneyansk, pero fue vendido a armadores noruegos, que lo bautizaron como Belnor. Por fin lo compr¨® la compa?¨ªa Oldendorff Carriers, de L¨¹beck, Alemania, que lo bautiz¨® con el nombre de una persona de la familia. De hecho, entre los numerosos barcos de este armador abundan los nombres propios seguidos del apellido de la casa: Zella, Hugo, Helena, Regina, Tete, Dietrich, Gerdt. Elisabeth, Mar¨ªa, Gebe..., que viajan con bandera de Liberia, Singapur y otros lugares. Oldendorff Carriers dispone de 79 barcos propios, incluidos superpetroleros, y utiliza otros 91 alquilados, por lo que mueve una flota total de 170 barcos que desplaza 6,3 millones de toneladas. Es una compa?¨ªa fundada en 1921, que emplea a 3.300 personas y mueve por el mundo 50 millones de toneladas de carga cada a?o. La empresa tiene tambi¨¦n intereses hoteleros, inmobiliarios y agr¨ªcolas.
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