Un nuevo esc¨¢ndalo financiero en EE UU sacude las bolsas mundiales

WorldCom, segunda compa?¨ªa telef¨®nica de larga distancia de Estados Unidos, coloc¨® una bomba en los mercados burs¨¢tiles internacionales. Wall Street hab¨ªa recibido la sacudida en la jornada del martes, tras difundirse la posibilidad de que la operadora hab¨ªa contabilizado como inversi¨®n 3.850 millones de d¨®lares que deb¨ªan haber registrado como gastos en el a?o 2001 y en el primer trimestre del actual. El Dow Jones cay¨® 1,67%. WorldCom reconoci¨® ayer que hab¨ªa cometido ese fraude multimillonario, pero Wall Street logr¨® digerir el esc¨¢ndalo. Precisamente, la apertura moderada de la bolsa estadounidense permiti¨® que los mercados europeos recupararan gran parte de las p¨¦rdidas del d¨ªa, que llegaron incluso al 5%.

Este nuevo fraude contable, el mayor de la historia de EE UU por encima incluso del protagonizado por la compa?¨ªa el¨¦ctrica Enron, sacudi¨® a unos mercados ya traumatizados por la larga serie de esc¨¢ndalos, y los inversores se entregaron a un frenes¨ª vendedor. El presidente George Bush se manifest¨® indignado y prometi¨® una investigaci¨®n en profundidad para descubrir a los responsables.

WorldCom despidi¨® el pasado mes de abril a su creador, Bernard Ebbers, acuciada por una gravosa deuda (30.000 millones de d¨®lares) y a¨²n mayores dudas sobre una gesti¨®n que la hab¨ªa convertido en la segunda telef¨®nica de EE UU y en una multinacional con negocios en m¨¢s de 60 pa¨ªses y 67.000 empleados, 17.000 de los cuales ser¨¢n despedidos. La nueva direcci¨®n analiz¨® los libros dejados por Ebbers, prescindi¨® de Andersen como auditor en mayo y contrat¨® a KPMG. El resultado inicial de las pesquisas ha sido el descubrimiento de una manipulaci¨®n contable por valor de 3.850 millones en los ¨²ltimos cinco trimestres: 3.053 millones correspondientes al pasado ejercicio y 797 en el primer trimestre del actual.

Manipulaci¨®n contable

La revisi¨®n de los libros demostr¨® que Scott Sullivan, responsable de las finanzas y estrecho colaborador de Ebbers, hab¨ªa contabilizado como gastos de capital los incurridos en la creaci¨®n de la red telef¨®nica. Miles de millones pasaron a ser contabilizados como inversi¨®n, lo que permiti¨® a WorldCom presentar 1.400 millones de beneficios al cierre del 2001 y otros 130 millones en el periodo comprendido entre enero y marzo pasados. Ahora esos resultados deben ser convertido en p¨¦rdidas a¨²n no cuantificadas.

El fraude asest¨® un nuevo golpe a los mercados, que no saben qu¨¦ ni a qui¨¦n creer: los directivos de las compa?¨ªas con los resultados que presentan, los auditores, los analistas... todos parecen confabulados en un gran enga?o. El Dow Jones cay¨® enseguida por debajo de los 9.000 puntos, una cota no vista desde primeros de octubre, en pleno choque por los ataques terroristas del 11 de septiembre. El sector de las telecomunicaciones fue el m¨¢s afectado y hasta sociedades con vitola de solidez como McDonald's o la cadena comercial Wal-Mart sufrieron la deserci¨®n de los inversores.

El presidente Bush, en Canad¨¢ para asistir a la reuni¨®n del Grupo de los ocho manifest¨® que las irregularidades de WorldCom eran escandalosas. 'Estoy muy preocupado por las algunas pr¨¢cticas contables en Estados Unidos', se?al¨® el presidente antes de anunciar: 'Vamos a investigar en profundidad y exigir responsabilidades'. Bush moviliz¨® a la Comisi¨®n del Mercado de Valores (SEC) y al Departamento de Justicia, en un intento de restaurar la quebrada confianza de los inversores en Estados Unidos y en el resto del mundo.

El futuro de WorldCom era ayer una inc¨®gnita. Bush se mostr¨® preocupado por la posible quiebra de la compa?¨ªa, mientras otros analistas consideraban que son su base de 20 millones de abonados y negocios en todo el mundo la telef¨®nica tiene una fuentes estable de recursos. John Sidgmore, sucesor de Ebbers, se confes¨® sorprendido por el hallazgo del descomunal agujero y anunci¨® que su equipo mantiene los planes de sacar a flote la compa?¨ªa.

P¨¦rdida en Bolsa

WorldCom es la obra de Ebbers, un antiguo gestor de moteles que con la colaboraci¨®n de Sullivan, se lanz¨® en la pasada d¨¦cada a una desenfrenada carrera adquisitiva y lleg¨® a acumular 75 compa?¨ªas bajo el paraguas de WorldCom. Su ambici¨®n traspas¨® las fronteras estadounidenses. En 1997, por ejemplo, lleg¨® a un acuerdo con Telef¨®nica, entonces presidida por Juan Villalonga, y British Telecom que convirti¨® a las compa?¨ªas en aliados internacionales, pero se frustr¨® posteriormente sin resultados pr¨¢cticos. Ebbers fue durante la etapa de Villalonga consejero de Telef¨®nica. M¨¢s tarde, en 1998, coron¨® su trayectoria con la compra de la MCI, la segunda telef¨®nica de Estados Unidos, por 30.000 millones de d¨®lares.

La pujanza de la empresa y del sector en aquella ¨¦poca la llev¨® a alcanzar un m¨¢ximo en la cotizaci¨®n de 62 d¨®lares por acci¨®n en junio de 1999. El martes, jornada en la que retrocedi¨® el 75%, el t¨ªtulo de WorldCom val¨ªa s¨®lo 83 centavos.

En esta ca¨ªda ha influido inevitablemente la crisis econ¨®mica que ha afectado con particular dureza a las telecomunicaciones. La deuda de 30.000 millones acumulada forz¨® a Ebbers a desprenderse de algunas propiedades personales, como su rancho canadiense de 66.000 hect¨¢reas, uno de los mayores del pa¨ªs, adquirido en 1998.