Batasuna arrecia su campa?a de hostigamiento

La sucesi¨®n de casos de acoso violento a concejales vascos del PP y del PSE y los episodios de protesta de cargos institucionales de Batasuna han jalonado la semana en que ha entrado en vigor la Ley de Partidos, que posibilitar¨¢ la ilegalizaci¨®n de la formaci¨®n independentista. Populares y socialistas, promotores de la nueva norma, temen que desde ahora se intensifiquen estas acciones violentas con que los radicales se ven obligados a expresar su nerviosismo ante las inc¨®gnitas que se ciernen sobre su futuro.

La campa?a de Batasuna contra la aprobaci¨®n de la nueva Ley de Partidos, en vigor desde ayer, ha tenido como escenario tanto la calle como las instituciones, destacando la agresi¨®n a Ana Urchuegu¨ªa, alcaldesa socialista de Lasarte-Oria, y la carta de amenaza al concejal del mismo partido en Andoain Jos¨¦ Luis Vela, una l¨ªnea de amedrentamiento ya practicada cuando se trata de disputar un espacio pol¨ªtico, y que esta semana han alternado con actuaciones de protesta en las mismas instituciones en las que tienen representaci¨®n.

La ejecutiva del PSE se reunir¨¢ ma?ana para buscar una respuesta a las amenazas a sus concejales

Batasuna ha llevado su plante al Parlamento navarro y causado altercados de distinto orden en la C¨¢mara vasca y en los Ayuntamientos de Bilbao, San Sebasti¨¢n y otros municipios menores, aprovechando las fechas de finales de mes que coinciden con la celebraci¨®n de plenos ordinarios.

Los partidos constitucionalistas aprecian en esta sucesi¨®n de incidentes un gran 'nerviosismo' en la formaci¨®n radical por el hecho de que, de una u otra manera, se acerca la amenaza de su ilegalizaci¨®n. Dirigentes de estas formaciones temen, por tanto, un aumento de las acciones de violencia callejera. 'En realidad, ellos tienen que demostrar y hacer comprender al mundo entero, y especialmente a los ciudadanos que dudan sobre su eficacia, que la aprobaci¨®n de esta ley no sirve de nada; no va a conseguir frenar ni poner fin a la violencia que existe actualmente', reflexiona un dirigente popular.

La previsible reacci¨®n de protesta de los proetarras contra la ley va a coincidir con una ¨¦poca especialmente propicia para que se produzca en la calle. Las vacaciones de verano, con el consiguiente par¨®n de la actividad institucional, y la proliferaci¨®n de fiestas populares complican que las actuaciones de protesta tengan como escenario las instituciones. Las movilizaciones ser¨¢n, por tanto, callejeras, un medio habitual de los radicales. Ante esta perspectiva, populares y socialistas se preparan para afrontar un futuro que todos coinciden en considerar 'poco halag¨¹e?o'.

Los socialistas vascos, cuya fuerte implantaci¨®n en numerosos municipios les ha convertido en objeto m¨¢s frecuente de las iras radicales en los ¨²ltimos tiempos -localidades guipuzcoanas como Lasarte, Andoain o Zumarraga son ejemplos de ello-, est¨¢n intentando impulsar con anticipaci¨®n actuaciones que puedan evitar en lo posible un aumento del acoso sobre sus militantes. La ejecutiva del PSE ha incluido en el orden del d¨ªa de su reuni¨®n de ma?ana el an¨¢lisis de la campa?a de amenazas que sufren sus ediles y lleva varias semanas trabajando en un informe que diagnostique la situaci¨®n de los socialistas en cada ayuntamiento vasco para afrontar las elecciones municipales del a?o pr¨®ximo.

El secretario general del PSE, Patxi L¨®pez, ha exigido al lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, que tome la iniciativa y depure responsabilidades por las agresiones a concejales y ponga en marcha los acuerdos sobre la seguridad de cargos p¨²blicos que se firmaron a finales de mayo en la Mesa de Arkaute.

La alarma no ha pasado desapercibida al Gobierno vasco, ni los sucesivos avisos de los socialistas exigi¨¦ndole m¨¢s iniciativa. El consejero de Interior, Javier Balza, anunci¨® el viernes que la Comisi¨®n T¨¦cnica de Seguridad, convocada de nuevo para el pr¨®ximo jueves en Arkaute, sede de la Academia de la Ertzaintza, ha incluido como punto monogr¨¢fico de su reuni¨®n el estudio de medidas 'para el apoyo y la reacci¨®n contra la violencia de persecuci¨®n'.

Adem¨¢s de dirigir sus iras contra populares y socialistas, los radicales no han dejado de cr¨ªticar al nacionalismo gobernante. Batasuna exige a PNV y EA que no se queden s¨®lo en declaraciones contra la ley y se impliquen activamente en la respuesta a lo que consideran 'una agresi¨®n' del Estado 'a Euskal Herria'. La formaci¨®n independentista pretende, en definitiva, que peneuvistas y EA le acompa?en en su pol¨ªtica de agitaci¨®n.

El apoyo prestado por dirigentes de PNV y EA a la manifestaci¨®n del pasado d¨ªa 15 en Bilbao contra la ilegalizaci¨®n de Batasuna sirvi¨® para evidenciar el rechazo de todo el nacionalismo vasco, moderado y radical, al texto legal. Pero este gesto no ha sido suficiente para Batasuna, que ha visto frustrada toda acci¨®n conjunta posterior. Los dirigentes radicales se esforzaron en conseguir que aquella movilizaci¨®n tuviera el m¨¢s alto nivel de representaci¨®n, dando plenas garant¨ªas de que no ser¨ªa patrimonializada por sus s¨ªmbolos y mensajes. As¨ª, lograron la presencia del presidente peneuvista, Xabier Arzalluz, con la plana mayor de su formaci¨®n. Pero este hecho ha sido la ¨²nica acci¨®n unitaria de los nacionalistas vascos.

La frustraci¨®n de Batasuna la ha expresado su portavoz, Arnaldo Otegi, al criticar con acritud al lehendakari, de quien dijo estar convencido de que 'no har¨¢ nada' para garantizar a los militantes de Batasuna el derecho de asociaci¨®n 'el d¨ªa despu¨¦s de que sea ilegalizada'. Otegi declar¨® a Radio Euskadi, la emisora p¨²blica vasca, que la aplicaci¨®n de la norma no es un problema de los radicales, sino de 'la sociedad vasca', por lo que corresponde a todos los partidos nacionalistas comprometerse en su respuesta.

PNV y EA mantienen, sin embargo, su propia forma de contestaci¨®n a la ley, al margen de Batasuna y 'en el eje central' frente a los extremos, como explica un dirigente peneuvista. Ambas formaciones presentaron en el Congreso, junto a su socio en el Gobierno vasco, IU, un manifiesto con 1.300 firmas de cargos p¨²blicos opuestos a la ley; votaron en contra de su texto en las dos C¨¢maras y el lehendakari le dedic¨® cr¨ªticas tan contundentes como decir que 'no acerca la paz y es semilla de divisi¨®n'.

Al nacionalismo gobernante no le inquietan las cr¨ªticas de los independentistas. 'Batasuna no tiene legitimidad ¨¦tica ni pol¨ªtica alguna para emplazarnos ni pedir al PNV que se manifieste con ella. El 15 de junio no nos movilizamos por Batasuna, sino porque estamos convencidos de que se trata de una barbaridad jur¨ªdica', argumenta el presidente del PNV en Guip¨²zcoa, Juan Mar¨ªa Juaristi.