Un a?o de prisi¨®n para la gerente de Eroski que grab¨® a los empleados

La responsable del hipermercado Eroski de Vitoria, que en diciembre del a?o 1999 mand¨® instalar una c¨¢mara oculta en la sala de descanso de los empleados, ha sido condenada a un a?o de prisi¨®n. La titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 2 entiende que la gerente cometi¨® un delito de revelaci¨®n y descubrimiento de secretos al colocar un sistema que grababa audio y v¨ªdeo, una medida que considera desproporcionada aun aceptando que su prop¨®sito fuera investigar presuntos robos en el h¨ªper. La sentencia considera que la intenci¨®n de A.U.A., pasaba m¨¢s por un 'control de las conversaciones que se llevaban a cabo dentro de la sala'.

La sentencia sit¨²a la actuaci¨®n de la ex gerente del h¨ªper de Eroski de Vitoria en el 'tenso' clima laboral que precedi¨® a la instalaci¨®n del sistema de grabaci¨®n en el mes de diciembre de 1999 y caracterizado por 'presiones laborales, horarios e incremento de responsabilidades de los trabajadores del centro'. Considera por ello que la intenci¨®n de A.U.A era 'vulnerar la intimidad' de los empleados, 57 de los cuales interpusieron la demanda que ha dado origen a este proceso.

El fallo recuerda que fue en la madrugada del 23 de diciembre cuando la encausada encarg¨® a una empresa externa la instalaci¨®n de dos c¨¢maras, una de ellas en el falso techo de la habitaci¨®n de relax. Adem¨¢s de hacerlo de manera furtiva, por la noche, la sentencia subraya que no se inform¨® del hecho la plantilla de trabajadores, principales usuarios de este espacio de recreo. Un aspecto relevante es que los aparatos ten¨ªan la capacidad para registrar tanto imagen como sonido, y en el caso de la c¨¢mara estudiada, lleg¨® a grabar al menos una cinta 'de mala calidad'.

La juez considera que no existe proporcionalidad entre la intenci¨®n expresada por la gerente de investigar presuntos robos en el hipermercado por parte de empleados y la colocaci¨®n de este sistema t¨¦cnico. Este fin, dice, se pod¨ªa haber logrado poniendo una c¨¢mara en la zona p¨²blica del centro 'sin afectar de una manera tan notoria al derecho a la intimidad' de los empleados. De ah¨ª deduce que la grabaci¨®n del sonido s¨®lo pod¨ªa perseguir el conocimiento de las conversaciones privadas.

El juez aplica en la sentencia la pena m¨ªnima -de uno a cuatro a?os- por este delito al no existir agravantes y por el 'escaso plazo de tiempo de funcionamiento de toda la instalaci¨®n'. Adem¨¢s del a?o de prisi¨®n, que la acusada no llegar¨¢ a cumplir, la sentencia le impone una multa de un a?o a raz¨®n de 9 euros diarios.