'La histeria de los mercados no se justifica'
Pedro Malan es ministro de Finanzas de Brasil desde hace ocho a?os. Posee todo un r¨¦cord. En la historia de Brasil desde su independencia en 1822, es el segundo ministro que m¨¢s tiempo ha permanecido en su puesto. Malan, el presidente Fernando Henrique Cardoso y el gobernador del Banco Central de Brasil, Arminio Fraga, han conformado el tr¨ªo que encabez¨® la recuperaci¨®n del pa¨ªs tras la crisis financiera mundial de 1997-98, la peor de la historia moderna. Brasil aceler¨® el proceso de privatizaciones, cambi¨® su pol¨ªtica monetaria con la adopci¨®n de un sistema de libre cambio para su moneda, el real, y ajust¨® su gasto p¨²blico. Ahora, en la recta final de Cardoso y su equipo, Brasil est¨¢ pasando por una crisis: el real se ha devaluado casi un 35% desde enero, la Bolsa ha retrocedido un 21%, la deuda p¨²blica en relaci¨®n al PIB est¨¢ en un m¨¢ximo de 91 a?os, y la tasa de paro, en su nivel m¨¢s alto de los ¨²ltimos a?os. Las elecciones son en octubre y el candidato Lula da Silva, del opositor Partido de los Trabajadores (PT), va bien por delante en las encuestas. A Malan le toca mantener la econom¨ªa a flote para favorecer al candidato del actual Gobierno, Jos¨¦ Serra.
'La fuerte depreciaci¨®n del real s¨®lo est¨¢ reflejando un momento de gran ansiedad'
'Los candidatos pueden diferenciarse mucho en aspectos pol¨ªticos, pero en los econ¨®micos no'
'El discurso de Lula se ha suavizado, pero a¨²n no tiene la credibilidad de los inversores'
Pregunta. ?C¨®mo explica la actual crisis en Brasil, es puro nerviosismo preelectoral o hay verdaderos problemas estructurales?
Respuesta. Es una combinaci¨®n de varios factores. Estamos todav¨ªa viviendo un proceso que viene desde la crisis de Asia de 1997 y que ahora se agrava con los casos de Enron, WorldCom y otros, que siembran dudas sobre la calidad de la informaci¨®n financiera. En suma, un profundo proceso que ha incrementado el riesgo y la aversi¨®n a ¨¦ste. Es un error pensar que esto s¨®lo perjudica a las econom¨ªas emergentes, afecta a toda la estructura financiera y econ¨®mica internacional. En el caso de Brasil, tambi¨¦n hay que lidiar con un a?o de elecciones generales, que conlleva un grado de inestabilidad mayor que otros a?os. El proceso de formaci¨®n de expectativas sobre qu¨¦ har¨¢ el pr¨®ximo Gobierno tiene un efecto ahora mismo en el mercado. A?adido a esto, est¨¢n los problemas del contexto internacional. Las dudas sobre la intensidad de la recuperaci¨®n de la econom¨ªa estadounidense y, por ejemplo, las medidas proteccionistas derivadas de estos periodos de crisis como las que ha impuesto EE UU en el sector del acero perjudican a econom¨ªas como la brasile?a.
P. El contexto internacional no ser¨¢ el mejor, pero el reciente aumento de la deuda p¨²blica, la desaceleraci¨®n del crecimiento y el incremento del paro son problemas propios de Brasil...
R. No ha habido un retroceso en Brasil, s¨®lo hay un ciclo por el que pasa cualquier econom¨ªa. Brasil crecer¨¢ m¨¢s del 2% este a?o. El paro lleg¨® al 8,3% en 1999, es decir, que el actual [7,7%] no es el m¨¢s alto que hemos tenido. Y en cuanto a la deuda, es verdad que representa el 55% del PIB. Pero, mire, el endeudamiento del Gobierno central representa el 35% del total y el resto es de los Estados federales, municipios y de empresas p¨²blicas. El plazo medio de esta deuda es de 30 meses y creemos que es perfectamente manejable si mantenemos el excedente fiscal primario, que deber¨¢ ser del 3,75% del PIB este a?o y el pr¨®ximo. La deuda externa del sector p¨²blico es de 92.000 millones de d¨®lares, tenemos 42.000 millones de reservas, por lo que la deuda neta es de 50.000 millones, menos del 10% del PIB. La deuda privada es de 90.000 millones, pero es fundamentalmente de grandes empresas, brasile?as o extranjeras que operan en Brasil, y no creo que sea un problema como para poner tan nerviosos a todos.
P. Si no hay graves problemas, a qu¨¦ achaca la devaluaci¨®n del real.
R. Nada justifica la fuerte depreciaci¨®n de la moneda. El tipo de cambio s¨®lo est¨¢ reflejando un momento de gran ansiedad. El mercado de divisas funciona, muchas veces, como un mecanismo de absorci¨®n de las expectativas.
P. ?Cree entonces que la actual crisis se debe a un temor exagerado de los inversores?
R. La histeria de los mercados no tiene ninguna justificaci¨®n, y menos en la econom¨ªa brasile?a. Pero no creo que haya que buscar enemigos externos. Las grandes batallas se ganan o se pierden en el frente dom¨¦stico. No nos vamos a paralizar frente a esta histeria, vamos a responder con argumento y acciones para demostrar que no hay razones para este comportamiento de reba?o, de manada, que se est¨¢ viendo ahora.
P. ?Y c¨®mo planea defenderse?
R. Hemos destinado 1.500 millones de d¨®lares para comprar moneda brasile?a durante todo este mes de julio y frenar esta ansiedad pasajera. Mire usted, le aseguro que a menos que haya una cat¨¢strofe, Brasil superar¨¢ la actual crisis sin dificultad.
P. ?Esto es lo que les ha dicho a los inversores espa?oles?
R. S¨ª, he visto a todos, a los de Telef¨®nica, Iberdrola y otros. Miran con preocupaci¨®n la situaci¨®n, y es natural. Saben que la crisis no es s¨®lo de Brasil y ninguna de estas empresas ha invertido en el pa¨ªs para estar por poco tiempo. Todo lo contrario, han ido para quedarse y saben que habr¨¢ mejores ¨¦pocas en Brasil, en Argentina y en el resto de la regi¨®n.
P. ?Temen los inversores a Lula?
R. El discurso del PT se ha suavizado. Mejor dicho, est¨¢ a¨²n en proceso de cambio y los nuevos mensajes todav¨ªa no han logrado ser cre¨ªbles para los inversores. Es un cambio en relaci¨®n a lo que pensaban, dec¨ªan, escrib¨ªan en sus congresos nacionales. Todo este proceso de revisi¨®n es reciente y muchas personas tienen dudas sobre si hay convicci¨®n en el cambio.
P. ?Qu¨¦ diferencias hay entre Lula y Serra, porque se supone que el primero es de izquierda, antisistema, por decirlo de alguna manera. Pero Serra se enfrent¨® abiertamente a las grandes farmac¨¦uticas en la cumbre de la OMC en Qatar por el derecho de los pa¨ªses pobres a producir medicamentos gen¨¦ricos sin pagar patente, por ejemplo?
R. Lo importante no son las diferencias ideol¨®gicas entre uno y otro candidato, puesto que en el debate sobre la pol¨ªtica macroecon¨®mica nadie se pregunta si se deben respetar las restricciones presupuestarias, gobernar con responsabilidad fiscal, asegurar la solvencia del sector p¨²blico. Todo esto se da por hecho que se va a cumplir. Esto Serra lo tiene muy claro. Esto no quiere decir que no haya un amplio espacio para otras pol¨ªticas y es en este espacio donde pueden diferenciarse mucho los candidatos, no en el econ¨®mico.
P. ?No cree que la recuperaci¨®n econ¨®mica brasile?a desde 1999 est¨¢ muy asociada a Cardoso, Fraga y usted mismo, y que la incertidumbre es m¨¢s porque se van ustedes que porque otro llega al poder?
R. No, yo creo que Brasil se encamina hacia la dependencia de las leyes y no de algunas personas. Tenemos una serie de normas y pol¨ªticas econ¨®micas que continuar¨¢n sin importar qui¨¦n gobierne. Nadie va cambiar el r¨¦gimen de tipo de cambio, las metas de inflaci¨®n o disparar el gasto p¨²blico.
P. ?Usted va a continuar si gana Serra?
R. No, hace 36 a?os que soy servidor p¨²blico en Brasil, y los ¨²ltimos 10, en cargos de mucha tensi¨®n. Trabajo 13 o 14 horas por d¨ªa. Brasil es un pa¨ªs muy complejo, hay un enorme desgaste en este cargo y yo ya he cumplido.
P. ?Cu¨¢nto da?o ha hecho la crisis regional al Mercosur?
R. La situaci¨®n ha da?ado un aspecto muy importante del Mercosur, el comercio. Las exportaciones de Brasil hacia Argentina han ca¨ªdo un 65% en el primer semestre de este a?o en relaci¨®n al mismo periodo anterior. Argentina lleg¨® a ser el destino del 13% del comercio exterior brasile?o, el segundo mayor mercado. Hoy representa apenas el 5%. Yo creo que Argentina saldr¨¢ de la crisis porque es un gran pa¨ªs, con recursos naturales, t¨¦cnicos y humanos para hacerlo. Pese a los problemas, la integraci¨®n regional no se ha detenido, s¨®lo va m¨¢s lenta.
P. ?Cu¨¢l es el mayor obst¨¢culo para un pacto de libre comercio con la UE?
R. El mayor problema es que las ofertas, tanto de la UE como las nuestras, son a¨²n muy t¨ªmidas. Pero as¨ª es como se comienza...
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