La revancha de Bielsa
Argentina rompe su tradici¨®n y mantiene como seleccionador al t¨¦cnico con el que fracas¨® en la reciente Copa del Mundo
El 12 de junio, hace poco m¨¢s de dos meses, Marcelo Bielsa lloraba sin consuelo en un rinc¨®n del vestuario luego de que Argentina igualara (1-1) contra Suecia y quedase eliminada en la primera fase de la Copa del Mundo por primera vez en 30 a?os. Entre l¨¢grimas, dec¨ªa a sus jugadores: 'Ustedes son j¨®venes y tendr¨¢n su revancha; yo, no'. A su alrededor, los periodistas no perd¨ªan el tiempo en el p¨¦same y jugaban ya a designar el nuevo seleccionador. Esta semana estar¨¢n todos present¨¢ndose entre s¨ª, en una conferencia de prensa, como si no se conocieran, como si nunca antes se hubieran visto.
De un lado, Bielsa, nuevamente entrenador de Argentina; del otro, quienes le dieron por muerto y enterrado. Nadie contaba con que Julio Grondona, el capo de la Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino (AFA) y encargado de las finanzas de la FIFA, responder¨ªa, como siempre, s¨®lo a su propia voluntad, sin consultar con nadie. Los jugadores, los t¨¦cnicos y gran parte de los aficionados admit¨ªan que Bielsa es honrado y capaz a pesar de todo. Pero, ante el imprevisto fracaso, la mayor¨ªa se inclinaba de forma abrumadora por Carlos Bianchi, ex preparador del Boca Juniors.
Sin embargo, la conclusi¨®n result¨® m¨¢s sencilla para don Julio, como le gusta que lo llamen. No soporta los desplantes de Bianchi y no hab¨ªa otros candidatos que le dieran alguna seguridad y le garantizasen trabajo y respeto, cero entrevistas y cero pol¨¦micas. As¨ª es que el d¨ªa 20 de julio se reuni¨® en secreto con Bielsa en su campo de Loma Verde, cercano a Brandsen, en la provincia de Buenos Aires, y le ofreci¨® renovar su contrato hasta el final de las eliminatorias clasificatorias para el Mundial de Alemania 2006. Si el equipo va, se quedar¨¢; si no, adi¨®s.
Todo lo que sigui¨® fue s¨®lo un tr¨¢mite formal para hacer creer que el acuerdo definitivo depend¨ªa de la opini¨®n del resto de los presidentes de los clubes. Se integr¨® una comisi¨®n de tres representantes que iba a discutir las condiciones. En dos citas se liquidaron deudas por unos 400.000 d¨®lares, del contrato anterior, y Bielsa acept¨® convertir en 80.000 pesos, unos 23.000 d¨®lares a la cotizaci¨®n actual, los 80.000 d¨®lares de su salario anterior. La reducci¨®n de costes alcanz¨® a Jos¨¦ Pekerman, el director general de las selecciones nacional. Su cargo ya no existe y Bielsa deber¨¢ remitirse ahora a la comisi¨®n de presidentes, que responde directamente a don Julio.
De buen modo, los directivos le han pedido que mejore su relaci¨®n con la prensa, que d¨¦ oportunidades a los j¨®venes destacados en el cuadro sub-20 y que tenga en cuenta los intereses de los clubes argentinos y los extranjeros al convocar a los jugadores si se trata s¨®lo de partidos amistosos. Para su reestreno, el 20 de noviembre en Tokio, frente a Jap¨®n, y los encuentros siguientes es probable que Bielsa recurra a la base anterior, pero seguramente contar¨¢ tambi¨¦n con los barcelonistas Riquelme y Saviola, los madridistas Cambiasso y Solari y otros pibes que se insin¨²an en el torneo Apertura de la Liga y con los que deber¨¢ afrontar adem¨¢s la clasificaci¨®n para los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas 2004. Por otra parte, don Julio quiere que la selecci¨®n juegue m¨¢s partidos y recaude m¨¢s d¨®lares.
Seguramente sin propon¨¦rselo y sin pensar m¨¢s que en sus propias necesidades, Grondona inici¨® el camino de una modesta revoluci¨®n en la historia contempor¨¢nea del f¨²tbol argentino. Desde el Mundial de Inglaterra 66, cuando el inefable Juan Carlos, Toto, Lorenzo se hizo cargo nuevamente de Argentina despu¨¦s del fracaso en el de Chile 62, no se le ofrec¨ªa una segunda oportunidad a un entrenador derrotado. Los ¨²nicos confirmados en el cargo fueron C¨¦sar Luis, El Flaco, Menotti, campe¨®n en el de Argentina 78, y Carlos Bilardo, al que Maradona llev¨® a repetir el t¨ªtulo en el de M¨¦xico 86. Ahora es Bielsa, el t¨¦cnico que no conquist¨® ning¨²n t¨ªtulo y que dej¨® al equipo en el puesto 18? de la ¨²ltima Copa del Mundo, el que emprende lo que la prensa llama 'la operaci¨®n revancha'.
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