La crisis tecnol¨®gica acorrala al Nasdaq
El escaparate de la 'nueva econom¨ªa' da un giro de estrategia para liquidar una mala racha que amenaza su futuro
El Nasdaq, el mercado por antonomasia de los valores tecnol¨®gicos, quiere poner en marcha una nueva estrategia para revitalizar su mortecino negocio. Con las cotizaciones a la baja, la nueva econom¨ªa en crisis y sus rivales de la Bolsa de Nueva York (NYSE) al acecho, el Nasdaq pretende adoptar un nuevo sistema de negociaci¨®n m¨¢s avanzado para revertir su mala racha. Adem¨¢s, ha dado marcha atr¨¢s a su ambicioso plan de convertirse en una plataforma burs¨¢til abierta las 24 horas, mientras clientes de peso como Steve Ballmer, de Microsoft, promocionan en televisi¨®n sus ventajas.
Son ya dos a?os de cura de humildad para el que gustaba presentarse como 'la bolsa de los pr¨®ximos 100 a?os'. El Nasdaq es la mayor Bolsa electr¨®nica del mundo, pero en Estados Unidos es la n¨²mero dos, tras el NYSE. Desde enero, el Nasdaq ha presentado 31 salidas a Bolsa, frente a las 24 de su competidor, pero las de esta bolsa levantaron 18.000 millones de d¨®lares, frente a los 2.900 millones que atrajeron las del Nasdaq.
Como ¨ªndice, el Nasdaq est¨¢ deprimido -arrastra una p¨¦rdida del 35% desde enero-, pero tambi¨¦n lo est¨¢ como empresa que comercia con los valores de su lista. La p¨¦rdida de empresas cotizadas (la mayor¨ªa de forma discreta, por falta de negocio, emigraci¨®n al NYSE o cotizaci¨®n inferior a un d¨®lar, aunque haya habido casos tan sonados de exilio como el de la quebrada WorldCom) redunda negativamente en los resultados de explotaci¨®n, pues el pago de derechos por cotizar en este mercado contribuye al 20% de los ingresos.
En 1996, al principio de la exuberancia irracional diagnosticada por Alan Greenspan, 5.556 firmas compet¨ªan en el Nasdaq por la atenci¨®n de un p¨²blico entregado, casi el doble de las registradas en el gris NYSE. Al comenzar septiembre, no llegan a 3.800 las supervivientes en ese mercado, una poda del 32% con respecto a 1996, frente al 4% de ca¨ªda en el n¨²mero de empresas cotizadas en el NYSE en el mismo periodo.
Con el objetivo de reclutar clientes, el Nasdaq est¨¢ en plena campa?a promocional en Estados Unidos con v¨ªdeos de ocho importantes directivos. Entre los que intervienen est¨¢n Steve Ballmer, de Microsoft, y Craig Barrett, de Intel, dos de las joyas del Nasdaq sobre las que tiene puestos sus ojos la Bolsa de Nueva York.
El Nasdaq naci¨® en 1971 como una alternativa a la tradicional NYSE y acoge a firmas con menos historia y poder¨ªo econ¨®mico (algunas sin historia ni poder¨ªo) que su doblemente centenario rival.
Internet y el deslumbrante espejismo de la nueva econom¨ªa desplaz¨® en los a?os pasados toda la atenci¨®n de los inversores hacia las empresas de nueva planta cotizadas en el Nasdaq, que so?¨® con acabar con la primogenitura del NYSE. Ning¨²n atractivo ofrec¨ªa la Bolsa antigua con sus valores tradicionales cuando el ¨ªndice del lustroso Nasdaq sub¨ªa imparablemente en flecha.
Auge y ca¨ªda
El tope de la euforia se alcanz¨® el 10 de marzo del 2000, cuando el ¨ªndice lleg¨® a los 5.132 puntos. Despu¨¦s vino el desastre y el ?caro de la nueva econom¨ªa cay¨® en picado. El viernes pasado cerr¨® a 1.315, con una p¨¦rdida rayana en el 75% de sus mejores momentos que ha costado del orden del siete billones a los inversores. Y con los billones de d¨®lares se han volatilizado las empresas.
En los buenos tiempos, el Nasdaq anunci¨® que iniciaba en Jap¨®n un ambicioso proyecto que, junto a otro similar en Europa, permitir¨ªa a los valores cotizar, por razones horarias, sin descanso las 24 horas. En agosto pasado, anunci¨® el fin de su aventura japonesa tras conseguir reunir s¨®lo a 98 compa?¨ªas en un a?o de funcionamiento.
Los analistas estiman que el futuro del Nasdaq como negocio y sus magnas ambiciones dependen de la evoluci¨®n del SuperMontage, un nuevo sistema de negociaci¨®n que acaba de ser autorizado por la Comisi¨®n del Mercado de Valores de Estados Unidos y que permitir¨ªa al Nasdaq aumentar su rentabilidad de forma considerable.
El a?o pasado, casi la mitad de la facturaci¨®n del Nasdaq (409 millones de d¨®lares) procedi¨® del cobro de tarifas relacionadas con transacciones, a la que se sumaron los 241 millones (el 28% del total) obtenidos por otras v¨ªas de negocio.
Estas dos fuentes de ingresos estaban crecientemente amenazadas por la actividad de las llamadas redes de comunicaciones electr¨®nicas (ECNs, en sus siglas en ingl¨¦s), entidades que ponen de acuerdo a compradores y vendedores en funci¨®n de los valores cotizados en el Nasdaq. De hecho, las ECNs han llegado a absorber el 45% de la negociaci¨®n de las sociedades cotizadas en el Nasdaq, mientras la propia firma que lo administra deb¨ªa conformarse con el 30%, no lejos del 25% que queda para otros brokers externos.
Como consecuencia, los resultados netos del Nasdaq en el segundo trimestre fueron un 55% inferiores a los del mismo periodo del a?o anterior. Estas redes de comunicaciones electr¨®nicas se hab¨ªan hecho con el pastel al operar con un sistema de comunicaci¨®n ¨¢gil, discreto y m¨¢s barato que compet¨ªa ventajosamente con el del Nasdaq.
La plataforma de nueva generaci¨®n para negociar valores que el Nasdaq quiere estrenar acaba con las ventajas de las ECNs. Aunque ¨¦stas ya han mostrado ciertas reticencias -y el futuro de la plataforma depende de que mayor¨ªa la acepte-, el Nasdaq necesita que este sistema sea un ¨¦xito para compensar un a?o negro.
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