Tregua a 50 por hora

Manolo Saiz tiene el d¨ªa melanc¨®lico. No hay atardecer en Segovia. El d¨ªa est¨¢ nublado. Desde las cristaleras del Parador, el director del ONCE-Eroski observa c¨®mo se oscurece la vista, c¨®mo se ilumina la catedral, el Alc¨¢zar, San Esteban... Pero ni la belleza le anima. 'No hay nada que hacer', repite. Qu¨¦ desaz¨®n en Manolo, en el fogoso Manolo, en el director que en caso de duda siempre corta por el camino de en medio, el de las huidas hacia adelante. 'No hay nada que hacer. No hay terreno o sobra el terreno. Hasta Santander y Gij¨®n no hay d¨®nde organizar emboscadas. Ya se sabe que de la Meseta a la costa los puertos no valen nada. Y luego est¨¢ el Angliru, y all¨ª ser¨¢ cada uno con sus fuerzas. Ya no hay t¨¢ctica que valga, ni estrategia, ni nada...'.

El pelot¨®n mira arriba y no caen jud¨ªas, m¨¢s bien asoma el temible Angliru, y se oye un ?ay! El pelot¨®n mira abajo y no hay garbanzos, hay un camino quemado, Andaluc¨ªa arrasada, Sierra Nevada, Ubrique, La Pandera, C¨®rdoba, diluvios, y en Madrid tormentas y Navacerrada. 'Y lo que nos queda'. Se impone la tregua.

La tregua. Tregua a medias. A 50 por hora por el valle del Duero. Viento de espaldas y 18 corredores en fuga. Se cumple el gui¨®n. O casi. Los fugados se ofrecen como corderitos a la m¨¢quina, al pelot¨®n lanzado. Pero Toni Tauler no. Toni Tauler no es un corderito, es un superdotado. Es el chico para todo del Kelme, pero no un chico cualquiera. El mallorqu¨ªn est¨¢ en tal estado de gracia que es capaz de enfilar al pelot¨®n subiendo Las Palomas y luego ni se descuelga, y despu¨¦s casi gana una contrarreloj, y sigue con fuerzas y machaca en Navacerrada, y al d¨ªa siguiente se escapa y cuando sus compa?eros se rinden ¨¦l arranca en un repecho. Y sale en la tele y dice que ya es hora de que la prensa hable de ¨¦l y de que el seleccionador se acuerde de ¨¦l. El asombroso Tauler, de 28 a?os, salido de los vel¨®dromos de Mallorca, por poco logr¨® que sus deseos se cumplieran, pero a dos kil¨®metros la poca l¨®gica que a¨²n le queda al ciclismo se cumpli¨®. La m¨¢quina engull¨® al superdotado.

Hubo sprint, llegada abierta y espectacular. Y como no est¨¢ Cipollini, gan¨® el que siempre quedaba segundo, Petacchi. Medio equipo de Saiz, el melanc¨®lico, lleg¨® tarde por un pinchazo. Raz¨®n ten¨ªa.