Las disparatadas aventuras de un militar alem¨¢n
Nacido en 1720 y muerto 77 a?os despu¨¦s, Karl Friedrich Hieronymus, bar¨®n de M¨¹nchhausen, fue un oficial alem¨¢n que se enrol¨® en el Ej¨¦rcito ruso que combati¨® a los turcos en el siglo XVIII. Gran aficionado a la caza y a las batallas, el bar¨®n era un especialista en contar incre¨ªbles, fantasiosas y absurdas historias sobre supuestos viajes a la Luna, capturas militares irrealizables o trofesos de caza abatidos con una sola mirada a los ojos.
Tres libros de aventuras resumieron los avatares de los personajes. Algunos fil¨®logos se los atribuyen a un escritor ingl¨¦s llamado Rudolph E. Raspe. Otros literatos aseguran que el autor de los libros fue el propio M¨¹nchhausen y que Raspe no fue m¨¢s que un brillante traductor de sus obras al ingl¨¦s.
Sea como fuere, el bar¨®n alem¨¢n ha dejado huella en la historia: hasta tres pel¨ªculas, c¨®mics y numerosos libros de viajes han recreado sus aventuras durante el siglo XX.
En psiquiatr¨ªa, la conducta del bar¨®n acab¨® por definir una serie de trastornos centrados en fingir ante los m¨¦dicos las m¨¢s diversas y complejas patolog¨ªas con una envidiable habilidad. Es el llamado s¨ªndrome de M¨¹nchhausen o trastornos facticios.
'Ha habido casos de personas que han llevado su fantas¨ªa hasta el punto de hacerse operar varias veces por dolencias que no padec¨ªan. Conocen tan bien los s¨ªntomas que llegan a confundir a los m¨¦dicos, que cuando les operan ven que no sufren ning¨²n mal', explica Antonio Escudero, presidente de la Asociaci¨®n Madrile?a de Salud Mental.
Hay una variedad de este s¨ªndrome que es la m¨¢s grave y que llega a convertirse en un aut¨¦ntico maltrato y abuso infantil. 'En ocasiones, estas personas focalizan sus trastornos en otra persona, especialmente en los hijos peque?os. Los llevan a los m¨¦dicos y se inventan s¨ªntomas que repiten hasta confundir al ni?o y al m¨¦dico. El ni?o acaba desarrollando trastornos de personalidad fruto del ambiente en el que crece', explica Escudero. El trastorno es muy poco frecuente, pero, en sus variantes m¨¢s graves, es una aut¨¦ntica patolog¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.