Los recuerdos del primer Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez
Siete ministros recuerdan los obst¨¢culos que afront¨® el equipo de Felipe Gonz¨¢lez al llegar al poder
Siete ministros del primer Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez -Joaqu¨ªn Almunia, Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, Carlos Solchaga, Narc¨ªs Serra, Jos¨¦ Barrionuevo, Tom¨¢s de la Quadra y Fernando Mor¨¢n- rememoran la primera etapa de su mandato.
JOAQU?N ALMUNIA 'Ten¨ªamos las ideas claras'
Joaqu¨ªn Almunia ten¨ªa 34 a?os cuando su partido gan¨® las elecciones con un programa que ¨¦l coordin¨® como responsable de Estudios y Programas. 'Felipe me llam¨® en un receso de su sesi¨®n de investidura y me dijo que ten¨ªa que ser el ministro de Trabajo', cuenta Almunia. Acept¨® y se convirti¨® en el ministro m¨¢s joven del Gobierno de Gonz¨¢lez. Emoci¨®n, responsabilidad, preocupaci¨®n; nunca miedo o inseguridad. 'Sab¨ªamos que las dificultades eran enormes, pero ten¨ªamos las ideas claras de lo que hab¨ªa que hacer'. 'En el primer mes cambiamos el esquema de la contrataci¨®n temporal; revalorizamos las pensiones, subimos el salario m¨ªnimo y preparamos el proyecto de ley de reducci¨®n de jornada a 40 horas'. En enero se firm¨® el Acuerdo Interconfederal.
Almunia, actualmente diputado y presidente de la Comisi¨®n de Presupuestos del Congreso, no se?ala una dificultad concreta para desarrollar su tarea. Apela a la situaci¨®n econ¨®mica de finales de 1982. 'La crisis era brutal; cuando llegamos al Gobierno se registraban 100.000 parados al mes; las cifras de parados en el Inem se multiplicaban cada d¨ªa con j¨®venes, con agricultores que se desplazaban de las ¨¢reas rurales a las ciudades y, adem¨¢s, con los espa?oles que volv¨ªan de la emigraci¨®n'. Todo por hacer, recuerda Almunia.
'El gran ajuste econ¨®mico, la reconversi¨®n, tambi¨¦n la abordamos enseguida'. Para completar el cuadro asegura que 'entre las elecciones del 28 de octubre y la toma de primeras decisiones sali¨® mucho dinero de Espa?a de sectores que no estaban seguros de qu¨¦ ib¨¢mos a hacer'. Entre tanto, los sectores de la izquierda, sobre todo 'los organizados, como los sindicatos', ped¨ªan la redistribuci¨®n de la riqueza, 'pero todav¨ªa no se pod¨ªa, porque antes hab¨ªa que crearla'. Y claro, los primeros a?os, casi todo fue ajuste y pocas alegr¨ªas. Ahora bien, las pensiones se revalorizaron cada ejercicio. 'Los pensionistas ganaron en poder adquisitivo cada a?o casi tres puntos; algo que no se ha hecho en los a?os del actual Gobierno, y eso que son tiempos de vacas gordas'.
JOS? MAR?A MARAVALL 'Rescatar a Educaci¨®n de los grupos poderosos'
Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall lleg¨® al Ministerio de Educaci¨®n en una ¨¦poca en que a ese departamento se le denominaba en ambientes educativos 'monasterio de Educaci¨®n', seg¨²n recordaba ayer. Tal era, seg¨²n ¨¦l, 'la subordinaci¨®n de la ense?anza p¨²blica respecto a la ense?anza privada, que en un 90% estaba controlada por la Iglesia. Por eso, uno de los primeros esfuerzos fue para rescatar a Educaci¨®n de la supeditaci¨®n a grupos de intereses poderosos. En aquella ¨¦poca era pr¨¢ctica habitual que representantes de esos sectores acudiesen al ministerio con los borradores ya redactados de ¨®rdenes ministeriales y de decretos, incluido el encabezamiento para su publicaci¨®n en el BOE, a falta tan s¨®lo de que el ministro pusiera la firma'.
Maravall se encontr¨® al llegar a Educaci¨®n con que no estaba aprobada ninguna de las leyes org¨¢nicas de desarrollo de la Constituci¨®n en materia de ense?anza, por lo que la legislaci¨®n era preconstitucional. 'As¨ª que una de las primeras cosas que hice fue crear dos equipos: uno para elaborar la Ley Org¨¢nica de Derecho a la Educaci¨®n, y otro para redactar la Ley de Reforma Universitaria'.
Adopt¨® inmediatamente 'medidas para combatir la desigualdad de oportunidades', que a su juicio estaba mucho m¨¢s extendida en Espa?a que en otros pa¨ªses de la Comunidad Europea. 'La primera medida legal fue un decreto de Educaci¨®n Compensatoria, por el cual se proporcionaban m¨¢s recursos a los estudiantes con menos rentas o con m¨¢s necesidades educativas'.
Maravall recuerda con orgullo que, a propuesta suya y despu¨¦s de un fuerte debate con el entonces ministro de Econom¨ªa, Miguel Boyer, 'el Gobierno dedic¨® al Ministerio de Educaci¨®n la mayor ampliaci¨®n presupuestaria, y destin¨® 13.000 millones de pesetas a una subida salarial a los profesores para el a?o 1983'.
CARLOS SOLCHAGA 'Tuvimos muy en cuenta lo que hac¨ªan en Francia'
El Gobierno socialista lleg¨® al poder cuando la econom¨ªa espa?ola pasaba por su s¨¦ptimo a?o consecutivo de crisis industrial. Una crisis atribuible a la subida de los precios del petr¨®leo y que llev¨® en pocos a?os a situar la tasa del desempleo en el 17% de la poblaci¨®n activa, viniendo de tasas del 4%. Tambi¨¦n la subida de precios se mov¨ªa a ritmo de galope, con crecimientos anuales del 14% y el 15%. Eran los a?os en los que se acu?¨® el t¨¦rmino 'estanflaci¨®n'. Carlos Solchaga formaba parte en 1982 del equipo econ¨®mico del primer Gobierno del PSOE. Asumi¨® primero responsabilidades en Industria, y despu¨¦s llev¨® la cartera de Econom¨ªa. 'Nosotros tuvimos muy en cuenta lo que en esos a?os estaban haciendo los socialistas franceses, que intentaron reactivar la econom¨ªa con una pol¨ªtica monetaria expansiva de bajos tipos de inter¨¦s. Tambi¨¦n aumentaron el gasto p¨²blico y emprendieron una serie de nacionalizaciones. El resultado no fue positivo, y s¨®lo consiguieron destruir la confianza en su econom¨ªa'.
En Espa?a, el equipo econ¨®mico del PSOE eligi¨® otros derroteros, tras ver la mala experiencia de Francia, pa¨ªs que a su mayor potencial econ¨®mico sumaba estar en la Comunidad Europea. 'Se trataba de sanear la econom¨ªa para volver a crecer. As¨ª, comenzamos con la devaluaci¨®n de la peseta y optamos por una pol¨ªtica monetaria restrictiva con altos tipos de inter¨¦s. La tercera pata de este saneamiento era la reconversi¨®n industrial, que inici¨® t¨ªmidamente la UCD. Esta reconversi¨®n de sectores como el sider¨²rgico y naval, y que se extendi¨® al sector bancario (Banca Catalana, Rumasa, Hispano Americano), fue muy positiva en cuanto a la credibilidad que gan¨® el Gobierno del PSOE frente a los agentes econ¨®micos. Tanto inversores extranjeros como los empresarios espa?oles entendieron que el nuevo Gobierno era capaz de tomar medidas impopulares y hacer sacrificios en busca del beneficio general'.
La pol¨ªtica de saneamiento dio frutos con prontitud. 'La inflaci¨®n baj¨® poco a poco para situarse en niveles del 8%, y el PIB empez¨® a crecer a tasas m¨¢s elevadas. Adem¨¢s, se sane¨® la balanza de pagos, lo que supuso un fortalecimiento de la peseta frente a otras divisas'. Despu¨¦s de este proceso, y ya con la adhesi¨®n de Espa?a a la Uni¨®n Europea en julio de 1985, la econom¨ªa espa?ola logr¨® importantes crecimientos en torno al 5% anual.
Solchaga considera uno de los logros m¨¢s importantes de las primeras legislaturas del PSOE hacer que el sistema fiscal funcionase para luchar contra el fraude. 'Conseguimos que empezasen a pagar sus impuestos los agricultores propietarios, comerciantes, aut¨®nomos y profesionales liberales. En estos grupos de poblaci¨®n hab¨ªa un elevad¨ªsimo fraude fiscal, frente a obreros y empleados que cumpl¨ªan sus obligaciones con Hacienda. Los nuevos recursos captados constituyeron la base para la financi¨®n de la inversi¨®n p¨²blica hasta 1992 y para crear el Estado del Bienestar. Se fijaron las pensiones no contributivas, se extendi¨® la sanidad a la totalidad de la poblaci¨®n, se duplic¨® el gasto p¨²blico en educaci¨®n y se multiplic¨® por diez el dinero destinado a becas. Unas inversiones y unas mejoras muy importantes que lamentablemente no est¨¢ siguiendo la actual Administraci¨®n', concluye.
NARC?S SERRA 'La prioridad era acabar con el golpismo''
Cuando Felipe Gonz¨¢lez habl¨® con el entonces alcalde de Barcelona, a mediados de septiembre de 1982, ¨¦ste consigui¨® convencerle de que a¨²n ten¨ªa mucha tarea por hacer y era mejor que buscase otro candidato para el Ministerio de Defensa. Cuando volvi¨® a insistirle, a mediados de octubre, ya no se pudo negar. Entre ambas fechas se produjo un hecho decisivo: el descubrimiento del compl¨® del 27-O, que planeaba un golpe de Estado para la v¨ªspera de las elecciones generales. 'Quedaba claro que hab¨ªa que resolver el problema del golpismo y ¨¦sa era la primera prioridad de todas, sin la cual ninguna de las dem¨¢s pod¨ªa realizarse', recuerda ahora Narc¨ªs Serra.
El 2 de diciembre se despidi¨® del ayuntamiento y vol¨® a Madrid. En el Cuartel General del Aire le esperaban su antecesor, Alberto Oliart, el secretario de Estado, Eduardo Serra, quien ser¨ªa primer ministro de Defensa del PP casi una d¨¦cada despu¨¦s, y los miembros de la c¨²pula militar. Defensa carec¨ªa entonces de sede y el ¨²nico colaborador que se trajo de Barcelona, Lluis Reverter, prepar¨® esa misma tarde la toma de posesi¨®n, celebrada al d¨ªa siguiente en el Cuartel General del Ej¨¦rcito.
'Pese a los recelos que algunos pudieran tener, que se manifestaban en las visitas a determinadas unidades, creo que fui bien recibido. En el momento en que llegu¨¦ hab¨ªa un cierto bloqueo en la Junta de Jefes de Estado Mayor, cuyos miembros no se pon¨ªan de acuerdo ni en materia presupuestaria, as¨ª que incluso por razones internas conven¨ªa que alguien de fuera ejerciera como ¨¢rbitro'.
La consigna de Serra en aquellos primeros meses fue transmitir tranquilidad. Se tom¨® casi un a?o de reflexi¨®n antes de presentar, en el verano de 1984, la reforma de la ley de Criterios B¨¢sicos de la Defensa Nacional, que consagraba la subordinaci¨®n de las Fuerzas Armadas al Gobierno leg¨ªtimo. Algunas medidas, sin embargo, no pod¨ªan esperar tanto.
El 7 de diciembre, en el primer Consejo de Ministros, se decidi¨® congelar la integraci¨®n de Espa?a en la OTAN, una f¨®rmula que supon¨ªa seguir en todos los que comit¨¦s aliados a los que ya se hab¨ªa incorporado, bajo el principio de ni un paso adelante, ni un paso atr¨¢s y que a la larga permitir¨ªa el giro proatlantista del PSOE.
Al d¨ªa siguiente, festividad de la Inmaculada, patrona de Infanter¨ªa, Felipe Gonz¨¢lez y Narc¨ªs Serra acudieron a la base de la Divisi¨®n Acorazada Brunete. 'Fue un gesto que los militares entendieron y agradecieron, pues demostraba la importancia que el presidente daba al tema militar', explica Serra. Apenas un mes antes, el 4 de noviembre, tras la victoria socialista pero antes de constituirse el Gobierno, ETA hab¨ªa asesinado al general V¨ªctor Lago Rom¨¢n, jefe de la divisi¨®n m¨¢s potente del Ej¨¦rcito, acuartelada a las afueras de Madrid. Se trataba de una provocaci¨®n directa a las Fuerzas Armadas, acosadas por terroristas y golpistas. 'Tras el resultado electoral, tan claro y contundente, un golpe de Estado ya no era viable, pero al menos potencialmente el riesgo segu¨ªa existiendo y en aquel momento no pod¨ªamos menospreciarlo', recuerda Serra.
JOS? BARRIONUEVO 'ETA comet¨ªa m¨¢s de 50 asesinatos al a?o'
'Cuando acept¨¦ la propuesta de Felipe Gonz¨¢lez para ser ministro del Interior', recordaba ayer Jos¨¦ Barrionuevo, 'tuvimos una conversaci¨®n que dej¨® muy patente que en la II Rep¨²blica un punto d¨¦bil que contribuy¨® a truncar aquella experiencia democr¨¢tica fueron los problemas de inseguridad ciudadana y de orden p¨²blico, y que eso no pod¨ªa ocurrirnos a nosotros. A comienzos de los a?os 80, ETA comet¨ªa m¨¢s de 50 asesinatos al a?o. Tambi¨¦n ten¨ªan actividad terrorista los GRAPO, Terra Lliure, los Comandos Aut¨®nomos Anticapitalistas y el Ex¨¦rcito Guerrilheiro do Pobo Galego Ceibe, y hab¨ªa brotes de violencia de extrema derecha'.
ETA recibi¨® la victoria socialista con un atentado s¨®lo dos d¨ªas despu¨¦s de conocerse los resultados. Barrionuevo recuerda con nitidez que el 31 de octubre la banda terrorista hizo estallar un coche bomba al paso de un veh¨ªculo de la Polic¨ªa Nacional en Vitoria. Muri¨® un agente y qued¨® herido muy grave un sargento. Pocos d¨ªas despu¨¦s, el 5 de noviembre, dos etarras asesinaron, con disparos de metralleta, al general jefe de la Brigada Acorazada Brunete, V¨ªctor Lago, y dejaron malherido al soldado conductor. 'Faltaba un mes para mi toma de posesi¨®n y ya acud¨ª a mi primer funeral de un servidor del Estado asesinado por ETA'.
'El 18 de noviembre', prosigue Barrionuevo, 'varios etarras tirotearon en Renter¨ªa a un grupo de obreros, y muri¨® uno de ellos. Cuando tom¨¦ posesi¨®n como ministro estaba secuestrado el industrial de Zum¨¢rraga Esteban Orbegozo. ?se fue el recibimiento que nos dio ETA'.
Acudi¨® a su primer funeral como ministro s¨®lo diez d¨ªas despu¨¦s de haber tomado posesi¨®n -ETA mat¨® a un guardia civil en Tolosa- y recuerda que se emocion¨® durante las palabras que ponunci¨® en otro acto religioso, por dos guardias civiles asesinados, la v¨ªspera de Nochevieja, en Ir¨²n. 'Un oficial de la Guardia Civil se me acerc¨® y me pregunt¨® que si pod¨ªamos hablar un momento. 'Quer¨ªa decirle', me transmiti¨®, 'que otros compa?eros y yo ten¨ªamos dudas de cu¨¢l ser¨ªa la actitud de este Gobierno. Despu¨¦s de o¨ªrle, no tenemos ninguna duda. Sepa que cuenta con nosotros'.
El Ministerio del Interior, que relev¨® a todos los gobernadores civiles y a los principales jefes superiores de Polic¨ªa, no cambi¨® al director general de la Guardia Civil, Jos¨¦ Aramburu Topete. En ese instituto armado trat¨® de encontrar para puestos de responsabilidad a mandos que mostraran m¨¢s sinton¨ªa con la democracia a la vez que preparaba medidas para desmilitarizar la Polic¨ªa Nacional, seg¨²n Barrionuevo.
Una de las primeras iniciativas que ¨¦ste tom¨® en la estrategia antiterrorista fue la b¨²squeda del apoyo de Francia, para lo cual se entrevist¨® con el entonces ministro de Defensa, Gaston Deferre. A su juicio, eso ayud¨® a obtener la comprensi¨®n y solidaridad de Francia. 'Entonces nos encontr¨¢bamos muy solos. Yo me alegro de las solidaridades que hay ahora, de la judicatura, de los medios de comunicaci¨®n... Solidaridades que muestran personas que entonces nos la negaron a nosotros, que dec¨ªan que ¨¦ramos muy intransigentes y que deb¨ªamos dialogar con los nacionalistas'.
TOM?S DE LA QUADRA 'Fuimos m¨¢s all¨¢ que la Segunda Rep¨²blica'
Tom¨¢s de la Quadra asumi¨® la cartera de Administraci¨®n Territorial en plena vor¨¢gine auton¨®mica. Estaba muy reciente la aprobaci¨®n de los estatutos vasco, catal¨¢n, gallego, navarro, andaluz, riojano y c¨¢ntabro, y se hab¨ªan firmado los primeros pactos auton¨®micos entre la UCD y el PSOE. A ¨¦l le correspondi¨® negociar los dem¨¢s estatutos, esto es, diez; decidir qu¨¦ autonom¨ªas se decantaban por la v¨ªa r¨¢pida o la v¨ªa lenta; definir el nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica; establecer el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera y afrontar el reto de los entes locales a trav¨¦s de la Ley de Bases de R¨¦gimen Local.
El gran dise?o de la operaci¨®n auton¨®mica que emprendi¨® ya estaba recogido en la Constituci¨®n y, por tanto, no tuvo que plantearse especiales improvisaciones. Confiesa que s¨®lo tuvo dudas con la autonom¨ªa vasca y que proced¨ªa de la inquietud que generaban los l¨ªderes nacionalistas, que desde un principio dijeron que el Estatuvo era de 'm¨ªnimos', con lo que abr¨ªan incertidumbres de futuro.
No le cabe duda de que el Estado de las autonom¨ªas, tal y como lo define la Constituci¨®n y su desarrollo posterior, es una 'operaci¨®n generosa que fue m¨¢s all¨¢ que la Segunda Rep¨²blica'. Con los a?os, el primer ministro socialista de Administraci¨®n Territorial se ha reafirmado en la importancia hist¨®rica de la operaci¨®n auton¨®mica en Espa?a como un hecho que ha quedado en el 'subconsciente colectivo'. 'Incluso en la controvertida situaci¨®n vasca, su autonom¨ªa es un referente que da respuestas en estos momentos de incertidumbre', dice.
FERNANDO MOR?N 'Ten¨ªamos todo preparado dos a?os antes'
Fernando Mor¨¢n, primer socialista ministro de Asuntos Exteriores, entre diciembre de 1982 y julio de 1985, cuenta c¨®mo vivi¨® aquella fecha hist¨®rica: 'Yo era candidato al Congreso por Ja¨¦n, pues aunque no lo consideraba necesario, Felipe Gonz¨¢lez me lo hab¨ªa pedido encarecidamente. Me enter¨¦ del resultado electoral por la radio, en el tren de regreso a la capital jienense, tras votar en Madrid'. 'Recuerdo con especial atenci¨®n que ten¨ªamos preparadas todas las grandes decisiones desde dos a?os antes. As¨ª, en el primer Consejo de Ministros adoptamos decisiones de envergadura, desde una devaluaci¨®n, leve, de la peseta, hasta la apertura de le verja de Gibraltar a peatones, m¨¢s el relanzamiento de los grandes asuntos europeos desde Bruselas, adonde viaj¨¦ con instrucciones del Gobierno para fijar posiciones con respecto a la OTAN'. ?Cu¨¢les eran estas posiciones respecto a la Alianza? 'Hab¨ªamos discutido y pensado en no denunciar la adhesi¨®n, mantenernos dentro de ella pero sin integrarnos en el aparato militar. A¨²n no estaba decidido si someterlo a refer¨¦ndum, cosa que se hizo posteriormente, cuando yo ya no era ministro'. Para el diplom¨¢tico asturiano, de aquel d¨ªa hay una an¨¦cdota muy singular: 'Alfonso Guerra hab¨ªa vaticinado que obtendr¨ªamos 202 esca?os; y as¨ª fue'.
Anabel D¨ªez, Juan G. Ib¨¢?ez, Luis Aparicio, Miguel Gonz¨¢lez, Luis R. Aizpeolea y Rafael Fraguas
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