La UE da el palo y la zanahoria a China
Europa vigila de cerca el grado de cumplimiento de Pek¨ªn un a?o despu¨¦s de su ingreso en la OMC
El compromiso de los dirigentes chinos con los acuerdos de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) es claro y meridiano, pero los despidos provocados por las reformas econ¨®micas y su potencial efecto desestabilizador son un freno al calendario. China va cumpliendo con ciertos apuros mientras Bruselas, que alienta el proceso, afirma al tiempo que lo vigilar¨¢ estrechamente. Las multinacionales, por si acaso, se siguen volcando en el pa¨ªs pese a su lentitud burocr¨¢tica, al sentirse amparados bajo el paraguas de la OMC.
Pek¨ªn ha introducido problemas en la parte menos visible del comercio, como reglas, certificaciones y controles fitosanitarios
Bruselas ha dise?ado un nuevo paquete financiero por valor de 15 millones de euros para ayudar en campos como el de seguros
El pasado invierno, Michael Furst, director general de la influyente C¨¢mara de Comercio de Estados Unidos en Pek¨ªn, aprendi¨® cu¨¢n largos son en China los hilos de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC). Al menos para algunos guardianes de la ley. Un d¨ªa estaba intentando aparcar el coche cuando se le acerc¨® un polic¨ªa y empezaron a discutir sobre si pod¨ªa dejarlo donde hab¨ªa parado. Al cabo de un rato de negociaci¨®n, el guardia le contest¨® con l¨®gica aplastante: 'Hacemos esto porque nos lo han pedido ustedes para cumplir la OMC'. '?Qu¨¦ tendr¨¢ que ver aparcar con la OMC?', replica Furst, a¨²n hoy sorprendido.
La an¨¦cdota revela hasta qu¨¦ punto la labor realizada por el Gobierno de Pek¨ªn para concienciar al pa¨ªs sobre las consecuencias de la entrada en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio ha calado en buena parte de la sociedad china. Aunque no siempre como hubiera deseado.
'Es impresionante la manera en que han hecho de la adhesi¨®n a la OMC una especie de apuesta nacional', afirma Pascal Lamy, comisario de Comercio de la Uni¨®n Europea, quien acaba de estar en Pek¨ªn para discutir con las autoridades el avance en la aplicaci¨®n de los compromisos. Una apuesta que se materializ¨® en la cumbre de Doha (Qatar), en noviembre del a?o pasado, cuando China rubric¨® su entrada en el club del comercio mundial. Casi un a?o ha transcurrido desde entonces y seg¨²n Bruselas, el balance a esta altura es 'globalmente positivo'.
Positivo, pero: 'Han asumido unos compromisos muy importantes, y no hay varita m¨¢gica que pueda hacer que el sistema chino, con su gigantesco tama?o, su complejidad y su burocracia, cambie de un d¨ªa para otro. Es un proceso de gesti¨®n de cambio dif¨ªcil, pero real', dice Lamy.
Barreras invisibles
Las palabras del negociador europeo recogen de forma velada las dificultades que las empresas que tratan con el tercer socio comercial de la Uni¨®n Europea se han encontrado durante estos meses. Lamy asegura que mientras la reducci¨®n de tarifas a las importaciones se ha hecho de forma correcta, han aparecido problemas 'en la parte menos visible' (reglas, certificaciones, controles fitosanitarios), donde China tiene tendencia a sustituir las barreras que supon¨ªan las tarifas por otras.
Entre ¨¦stas figuran, por ejemplo, los requisitos impuestos a las compa?¨ªas de transporte urgente o la necesidad de comprar seis licencias con un coste de 100 millones de yuanes (12 millones de euros) cada una para abrir una sucursal bancaria con plena actividad. Seg¨²n Lamy, siguen existiendo 'procedimientos grises, ni totalmente blancos ni totalmente negros, y peticiones administrativas de los cuales se quejan las empresas'. Es el m¨¦todo chino, dicen algunos empresarios, de marear la perdiz.
Otros puntos de fricci¨®n entre la UE y China afectan a la importaci¨®n y exportaci¨®n de alimentos o la protecci¨®n de la propiedad intelectual. Bruselas bloque¨® la entrada de gambas y carne de aves por contener un nivel de antibi¨®ticos inaceptable para la legislaci¨®n europea. Pek¨ªn, por su parte, vet¨® la importaci¨®n de cosm¨¦ticos porque, seg¨²n defiende, contienen ingredientes bovinos.
'Hay un grado general de preocupaci¨®n porque China no est¨¢ cumpliendo en muchos sectores los acuerdos previstos', afirma Ram¨®n Gasc¨®n, presidente de la C¨¢mara de Comercio de Espa?a en China, 'aunque esto, m¨¢s o menos, se esperaba. La Organizaci¨®n Mundial de Comercio es un salto cualitativo adelante y este pa¨ªs no est¨¢ preparado en muchos casos para ello. El Gobierno chino va abriendo la mano en los sectores en que puede ir haci¨¦ndolo, y en otros va ralentizando'.
Tanto Lamy como Furst aseguran que el compromiso de los dirigentes chinos con los acuerdos de la OMC es 'muy claro', pero reconocen que los despidos provocados por las reformas econ¨®micas y su potencial efecto desestabilizador son un freno al calendario. 'No pueden permitir que el tema se les vaya de las manos', dice un empresario con larga experiencia en el pa¨ªs. Adem¨¢s, seg¨²n admite el comisario, una cosa es el ineludible inter¨¦s de Pek¨ªn y otra c¨®mo desciende el mensaje por la cadena de mando hasta las provincias. 'Es un problema que reconocen los dirigentes chinos', cuenta Lamy. 'Pero como en toda gran organizaci¨®n, entre lo que se decide en la c¨²pula y lo que ocurre en la base hay problemas de hist¨¦resis'.
Algunos empresarios se muestran esc¨¦pticos sobre la adhesi¨®n. 'Es un mito. Nos hemos hecho tantas expectativas, pero no tiene ning¨²n impacto a corto plazo', asegura un directivo de una compa?¨ªa que fabrica en China desde hace a?os y que habla bajo la condici¨®n del anonimato. 'La entrada no fue nada, fue la firma de un proceso que comienza y que va a ser un desorden absoluto, por ejemplo, en t¨¦rminos de normas de calidad'.
Las autoridades chinas niegan que est¨¦n arrastrando los pies a la hora de abrir su econom¨ªa. 'Hemos sido muy serios en el cumplimiento de todos nuestros compromisos', afirmaba hace poco Gao Yan, portavoz del Ministerio de Comercio Exterior. 'Pero lo estamos haciendo paso a paso, de forma gradual'.
Crece la inversi¨®n extranjera
Sin embargo, las multinacionales siguen volc¨¢ndose en China. Pese a que el marco legal cambia lentamente, los empresarios se sienten m¨¢s protegidos con la OMC. Hasta el punto que, seg¨²n la C¨¢mara de Comercio espa?ola, la empresa que ahora pone los ojos en China piensa m¨¢s en establecerse e invertir que s¨®lo en comerciar.
Las cifras hablan solas. En los nueve primeros meses del a?o, la inversi¨®n directa extranjera creci¨® un 22,6%, hasta 39.560 millones de d¨®lares, con lo que superar¨¢ 50.000 millones de d¨®lares en el conjunto del a?o. En el mismo periodo, las exportaciones fueron de 232.600 millones, un 19,4% m¨¢s, y las importaciones de 212.600 millones, un 17,2% m¨¢s.
Mientras tanto, Bruselas va a vigilar de cerca el avance del cumplimiento de los compromisos. Lamy asegura que la Comisi¨®n seguir¨¢ una l¨ªnea pragm¨¢tica y positiva: 'Firmeza combinada con asistencia financiera'. En el lado de la firmeza, est¨¢, llegado el caso, la intenci¨®n de la Comisi¨®n de llevar a China ante la OMC si las dem¨¢s v¨ªas de negociaci¨®n fallan. En el lado de la asistencia, se enmarca un nuevo paquete financiero dise?ado por Bruselas por valor de 15 millones de euros destinado a ayudar a Pek¨ªn en la puesta en marcha de los acuerdos en campos como la propiedad intelectual o los seguros. 'Cada vez que surja una disputa debemos intentar escoger el modo de presi¨®n y de relaci¨®n que conduzca al resultado deseado lo m¨¢s r¨¢pido posible'. La estrategia, dice Lamy, se resume 'al palo y la zanahoria'. 'Ambos hacen falta, porque el palo solo provoca ¨²nicamente tensi¨®n pol¨ªtica'.
Estados Unidos critica las trabas al sector agr¨ªcola
'Desde un punto de vista global, el Gobierno chino no lo ha hecho mal, pero hay algunas ¨¢reas importantes, donde falta trabajo por hacer. Esto es s¨®lo el principio de un largo proceso. No hay que olvidar que los que seguimos la entrada de China en la OMC desde hace mucho tiempo sab¨ªamos m¨¢s sobre lo que se le exig¨ªa que muchos de sus propios ministerios'. Michael Furst, director general de la C¨¢mara de Comercio de EE UU en China, se muestra positivo sobre el avance del respeto de los compromisos, pero resalta c¨®mo el pa¨ªs asi¨¢tico ha creado barreras para impedir la apertura de su econom¨ªa.Las importaciones agr¨ªcolas, la protecci¨®n de la propiedad intelectual, los servicios legales y la transparencia son algunos de los campos en los que el informe realizado por la C¨¢mara estadounidense a partir de la opini¨®n de 208 de sus asociados ha detectado problemas. El estudio, hecho p¨²blico recientemente, asegura que China est¨¢ utilizando t¨¢cticas dilatorias para impedir la entrada de trigo, ma¨ªz, algod¨®n y aceite de soja extranjeros. Tambi¨¦n acusa a las autoridades de continuar utilizando subsidios a las exportaciones de productos agr¨ªcolas que hab¨ªan prometido eliminar y de poner trabas a la entrada de soja transg¨¦nica. El Consejo General de la OMC que se celebrar¨¢ en diciembre revisar¨¢ el avance en la aplicaci¨®n de los acuerdos.Seg¨²n el informe estadounidense, el 80% de los miembros entrevistados opina que la adhesi¨®n de China ser¨¢ positiva para sus negocios. Sin embargo, tan s¨®lo el 27% afirma haber sentido el efecto de momento. 'Est¨¢ claro que hay ¨¢reas en las que est¨¢n ralentizando el cumplimiento de los compromisos de forma deliberada', dice Furst. 'Los primeros a?os van a ser muy complejos, pero no hay que olvidar el tama?o del reto. Se trata de un objetivo a largo plazo'.
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