Las islas C¨ªes sucumben a la cat¨¢strofe

La batalla contra la marea negra tuvo ayer su foco principal en las islas C¨ªes, el front¨®n que protege la R¨ªa de Vigo del mar abierto. "Hemos sacado chapapote hasta con los dientes", repet¨ªa con desesperaci¨®n y blasfemias Julio Alonso, presidente de la cofrad¨ªa San Francisco. M¨¢s de 200 embarcaciones de bajura se emplearon durante esta otra jornada ¨¦pica en la defensa de esas islas y, por extensi¨®n, de toda la r¨ªa de Vigo. No se dir¨¢ que en vano. Pero el director de Parques Nacionales, Basilio Rada, admite ya la "cat¨¢strofe" en el parque de las Islas Atl¨¢nticas, creado precisamente el pasado verano.

La hostilidad popular contra las autoridades auton¨®micas y estatales sigue haci¨¦ndose manifiesta. El mi¨¦rcoles ya fueron recogidas en las C¨ªes unas 800 toneladas de chapapote. Ayer, no obstante, la bajamar permiti¨® comprobar su impacto sobre las rocas, cubiertas por una franja de tres a seis metros de anchura. El 30% de estas islas est¨¢ ya tocado. El 70% de la de Ons, en la r¨ªa de Pontevedra. El 85% de la isla de S¨¢lvora, en la r¨ªa de Arosa. Y lo que queda por venir: "Un sinf¨ªn de peque?as manchas", ante el que sucumbe el parque nacional de las Islas Atl¨¢nticas.

El viento ha dado una tregua en Arosa, al soplar N-NE, de tierra al mar. La situaci¨®n se prolongar¨¢ en los pr¨®ximos dos o tres d¨ªas. Pero el 80% del litoral gallego ya est¨¢ afectado, y no hay que preguntarse lo que suceder¨¢ cuando cambie el viento: "Los vertidos acabar¨¢n en tierra", coinciden todos los expertos. En todo caso, ahora mismo tampoco es absolutamente ventajosa esa direcci¨®n del viento, porque las manchas que ya hab¨ªan entrado en las r¨ªas son empujadas contra la cara interior de las C¨ªes.

Y cada vez se hace m¨¢s dif¨ªcil la localizaci¨®n del fuel, fragmentado y huidizo entre dos aguas. En el entorno de las islas, sorteando farallones con fr¨¢giles embarcaciones, buscando las manchas en cuevas, entre rocas azotadas por las olas, la poblaci¨®n marinera sigue dando cuenta de su arrojo. Dos hombres tuvieron que ser hospitalizados. Uno perdi¨® pie en su embarcaci¨®n, cay¨® y se golpe¨® la cabeza contra las rocas; al otro lo rescataron del agua con s¨ªntomas de hipotermia.