La lucha contra el masivo absentismo del alumnado gitano

Los gitanos no han llegado a Espa?a con el fen¨®meno de la inmigraci¨®n. Siempre han estado aqu¨ª y han sido, en ocasiones, los protagonistas de esforzados proyectos de integraci¨®n en las escuelas. El absentismo de estos ni?os es quiz¨¢ el principal problema al que se enfrentan los maestros. Si no van a clase poco se puede hacer. El instituto Galileo Galilei de Valladolid inici¨® el a?o pasado un proyecto para integrar a los alumnos gitanos, una docena de chicos, y trabajar con ellos de forma diferenciada. Con el mismo m¨¦todo trataron de que otros cuatro chicos con dificultades de adaptaci¨®n se motivaran con los estudios.

Comparten clase con el resto de los alumnos pero ocho horas a la semana tienen un aula propia donde les atiende un profesor de educaci¨®n compensatoria. Las materias m¨¢s complejas, matem¨¢ticas, lengua y sociales se imparten de una forma pr¨¢ctica, adaptada a la realidad cotidiana. A partir de una unidad did¨¢ctica, por ejemplo la localidad donde viven, se articulan las ense?anzas de estas materias. "Si se trata de matem¨¢ticas, por ejemplo, pues se les dise?a un recorrido en autob¨²s y a partir de ah¨ª se explican los metros, los kil¨®metros", explica Araceli San Jos¨¦, la profesora de educaci¨®n compensatoria. Si toca dar lengua tendr¨¢n que leer, comprender y expresar una serie de ideas por escrito, a partir de la visita ficticia de una mascota por la ciudad elegida.

Proyectos flexibles

M¨¦todos amenos y sencillos que les hagan comprender sin que se aburran y que les mantenga en clase. El profesor de electricidad les ayuda a montar un circuito el¨¦ctrico como si se tratara de su propia casa y con el de pl¨¢stica dibujar¨¢n en el ordenador la maqueta de la casa. Porque en el aula hay ordenadores para ello. Y si hay que explicar una factura, se habla de la cesta de la compra, por ejemplo.

"Son proyectos flexibles que var¨ªan cada a?o en funci¨®n de los recursos y de las necesidades", explica San Jos¨¦. Este curso, para gran enfado de los docentes, han retirado al profesor de educaci¨®n especial que colaboraba con San Jos¨¦ en estas tareas. "Intentas enganchar a estos chicos con el proyecto educativo, pero no es f¨¢cil, no hay milagros, se avanza poquito a poco. Y este a?o es m¨¢s dif¨ªcil porque hay una sola persona para 27 alumnos", lamenta la profesora de compensatoria.

El centro Galileo Galilei tambi¨¦n tiene integraci¨®n para ni?os sordos. De los m¨¢s de 1.000 estudiantes que hay en el instituto, 10 presentan esta discapacidad. Dos int¨¦rpretes trabajan con ellos en las horas en las que no est¨¢n en clases normalizadas con sus compa?eros.