Las tres murallas conc¨¦ntricas
Un alojamiento tradicional para disfrutar de Mekn¨¦s
Los riad son viviendas, casi siempre antiguas y rehabilitadas, construidas a partir de un jard¨ªn o patio central, en las que nunca falta agua en forma de fuente o peque?o estanque. Por ello, las habitaciones dedicadas a hospedaje son frescas, y resultan un remanso de paz en el ruidoso enjambre de calles y callejones que constituyen las medinas ¨¢rabes. Suelen ser confortables y de un lujo basado en lo aut¨¦ntico, que contrasta con un precio casi siempre muy ajustado.
Pens¨¢bamos residir en un riad en Fez, pero al final optamos por la tranquilidad y belleza de Mekn¨¦s, menos conocida ciudad imperial, pero de gran renombre en el mundo ¨¢rabe. La medina est¨¢ rodeada por tres murallas conc¨¦ntricas (suman 25 kil¨®metros) construidas en el siglo XVII por el sult¨¢n Muley Ismail, hermano de Muley Driss, fundador de la dinast¨ªa alau¨ª, que rein¨® en Marruecos m¨¢s de cincuenta a?os. Con fama de d¨¦spota y sanguinario, Ismail muri¨® con 81 a?os en 1727 en Mekn¨¦s, que convirti¨® en capital del reino y llen¨® de palacios (hasta 30), puertas imperiales (20) y mezquitas.
Buscando en Internet fuimos a dar con la joya de la corona de los riad, nunca mejor dicho: Ksar Chaacha, que no es sino parte de lo que fue el aut¨¦ntico palacio imperial del propio Ismail, construido en el siglo XVII y que se compon¨ªa de hasta 12 edificios.
El terremoto de Lisboa del a?o 1755 (que provoc¨® tambi¨¦n grandes da?os en el sur de Espa?a y el norte de Marruecos) s¨®lo dej¨® en pie dos casas. Una de ellas es el riad propiedad de un descendiente de Muley Ismail llamado Rauf Ismail¨ª, un culto y emprendedor alau¨ª que habla castellano. Rauf es un estupendo anfitri¨®n, conocedor de las claves de la ciudad y dispuesto a organizar una excursi¨®n, buscar un gu¨ªa fiable o facilitar compras de objetos de artesan¨ªa o la entrada en un haman (ba?o ¨¢rabe) de confianza.
Rauf logr¨® hacerse con las diversas partes de la vivienda propiedad de hermanos y familiares, que precisaban una urgente rehabilitaci¨®n y armonizaci¨®n en un palacio ¨²nico de 3.000 metros cuadrados. Lo primero que reconstruy¨® fue el patio central, donde abri¨® un restaurante que es desde 1998 uno de los mejores -si no el mejor- de la ciudad en lo que a cocina marroqu¨ª se refiere (exquisito tayine de pollo y cordero, bastela, meshuis de cordero, cusc¨²s, hariras...). Por la ma?anas, los clientes desayunan en la paz de ese patio con la sorpresa de una reposter¨ªa local reci¨¦n hecha, mermeladas caseras y el delicioso t¨¦ con nana (hierbabuena).
En cada esquina hay detalles de gusto -artesan¨ªa, orfebrer¨ªa, objetos antiguos, vidrieras llenas de color- que confieren autenticidad al recinto, rodeado por la tercera muralla. En los pisos segundo y tercero se encuentran seis habitaciones dobles con ba?o, elegantemente decoradas. Las dos habitaciones restantes cuentan s¨®lo con ducha. En la cuarta planta hay una enorme terraza, con una imponente vista de la ciudad, que se utiliza en verano.
Si Rauf tiene lleno su riad, probablemente le podr¨¢ hospedar en otro que ha rehabilitado recientemente. De momento hay cuatro suites espl¨¦ndidas en torno al patio central, que se ampliar¨¢n a ocho m¨¢s el pr¨®ximo a?o.
Descubrir Mekn¨¦s
Hasta Mekn¨¦s se llega por carretera desde los aeropuertos de T¨¢nger (hay vuelos de Iberia los mi¨¦rcoles, s¨¢bados y domingos, a las 12.05) o Marraquech. Ya desde lejos, Mekn¨¦s impresiona por sus murallas, y luego el viajero se asombrar¨¢ por la monumentalidad y las enormes proporciones de plazas y edificios que rodean el palacio real, en especial el complejo de Bab el Mansur (1732) y el monumental mausoleo de Mulay Ismail. A poder ser con un gu¨ªa de confianza, y partiendo de la plaza El Hedin, lo recomendable es perderse por la medina, llena de callejones y edificios singulares como el Museo de las Artes Marroqu¨ªes o la medersa (colegio-residencia de estudios cor¨¢nicos) de Bu Inania, del siglo XIV. Como es habitual en las medinas ¨¢rabes, en cada barrio el viajero encontrar¨¢ servicios comunitarios: una mezquita, un haman y una tahona donde los vecinos llevar¨¢n el pan, amasado a su gusto, para que se lo horneen.
A trav¨¦s de la calle principal, cubierta de tejavanas y llena de bazares, tenderetes y tiendas de todo tipo, se llega al zoco de los carpinteros, y desde all¨ª el paseante debe dirigirse hacia los talleres y cooperativas de los distintos gremios de alfareros, cesteros, caldereros, guarnicioneros, tejedores, sastres, herreros..., mezclados con mercadillos de artesan¨ªas. Det¨¦ngase y pregunte precios, y si algo le interesa regatee, que eso tambi¨¦n les gusta a los vendedores, que lo consideran parte de un di¨¢logo que puede derivar en una invitaci¨®n a un t¨¦ a la menta mientras se mezclan rebajas al precio con preguntas sobre Espa?a y la Liga espa?ola de f¨²tbol. Destaca la magn¨ªfica artesan¨ªa (alfombras y objetos de cuero) a buen precio.
El conjunto intrincado de calles, callejones y edificios de todo tipo resulta impactante por la abigarrada mezcla de im¨¢genes y la intensidad de los olores superpuestos de resinas, maderas de cedro, cueros, especias, carnes asadas, inciensos y nanas. No es una medina muy limpia la de Mekn¨¦s, pero est¨¢ llena de encanto, misterio y oscuros ecos del pasado.
Muley Idriss, Vol¨²bilis y Fez
En un radio de acci¨®n m¨¢ximo de 60 kil¨®metros (es decir, a una hora m¨¢s o menos por carretera) se localizan al menos tres destinos pr¨®ximos entre s¨ª y de m¨¢ximo inter¨¦s: Muley Idriss, Vol¨²bilis y Fez. A tan s¨®lo 25 kil¨®metros de Mekn¨¦s -media hora por carretera- se levanta, majestuosa, encaramada en la falda de una colina situada al este, la bell¨ªsima ciudad de Muley Idriss, que ocupa el segundo lugar de santidad del mundo musulm¨¢n despu¨¦s de La Meca. Cualquier chaval que encuentre en la plaza le conducir¨¢, por unas monedas, hasta lo alto de la ciudad, desde donde podr¨¢ tener una vista panor¨¢mica del casco hist¨®rico, construido a partir de la imponente mezquita mausoleo de Muley Idriss, de tejados de relucientes azulejos verdes e integrada por varios edificios.
A muy pocos kil¨®metros de Muley Idriss, en una meseta de rara intensidad, aparecen las ruinas romanas de Vol¨²bilis. Los restos de edificios p¨²blicos y privados y de mosaicos de lo que fue una ciudad romana pr¨®spera y lujosa de los siglos II y III, cuya poblaci¨®n, cercana a los 20.000 habitantes, viv¨ªa de la extracci¨®n del cobre y el refino del aceite, est¨¢n esparcidos por unas 40 hect¨¢reas de terreno. En ellas se respira aut¨¦ntica paz si logra llegar temprano por la ma?ana y evitar otras expediciones.
A 60 kil¨®metros de Mekn¨¦s llegamos a la monumental Fez, la gran ciudad imperial por excelencia junto a Marraquech y Mekn¨¦s, y durante siglos capital pol¨ªtica y cultural de Marruecos. Una visita ineludible para adentrarse en el coraz¨®n del Marruecos culto y espiritual, con una medina medieval (Fez el Bali), probablemente la m¨¢s bella del pa¨ªs, con m¨¢s de 240 mezquitas y en la que viven m¨¢s de 100.000 personas.
La imponente presencia de la medersa de Bu Inania (1353), el mausoleo de Muley Driss o la gran mezquita Karua¨ªn (a?o 859), con sus relucientes tejados de azulejos verdes (que cubren un conjunto de 16 edificios con patios), se suceden en la visita. En el camino a la gran mezquita (de acceso exclusivo para musulmanes), el viajero se topar¨¢ con el zoco de las especias (Suk Atar¨ªn); el colorista zoco de las telas de seda, bordados y brocados de Kisaria, y la plaza Neyar¨ªn, una de las m¨¢s antiguas de la ciudad (siglo XVII), con un zoco de los artesanos de la madera en uno de sus laterales. El barrio de los tintoreros y la plaza de las curtidur¨ªas es un espect¨¢culo tan impactante para la vista y el olfato que dif¨ªcilmente se olvidar¨¢ nunca. Tambi¨¦n permanece el recuerdo de la mel¨¢, o barrio jud¨ªo, con calles llenas de tiendas en los bajos de viviendas de arquitectura muy caracter¨ªstica, con fachadas con miradores y celos¨ªas de madera de cedro talladas.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir
- Iberia (902 400 500) vuela a T¨¢nger; ida y vuelta desde Madrid, 252 euros, y desde Barcelona, 322 euros; tasas incluidas.
- Royal Air Maroc (902 21 00 10) ofrece, hasta el 31 de marzo, vuelos (v¨ªa Casablanca) a Marraquech y Fez por 245 euros desde Madrid, y 285 desde Barcelona; m¨¢s tasas.
Dormir
- RIAD Ksar Chaacha (00 212 55 53 05 42; e-mail: riad@iam.net.ma; www.maisondhotes.fr.fm). Palacio Real. La habitaci¨®n doble con desayuno, 66 euros.
Informaci¨®n
- Oficina de turismo de Marruecos en Madrid (915 41 29 95 y www.turismomarruecos.com).
- Oficina de turismo de Mekn¨¦s (00 212 55 51 60 22).
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