El Ej¨¦rcito de EE UU prepara la ofensiva
Las tropas norteamericanas desplegadas en Kuwait reclaman entrar en acci¨®n lo antes posible
Bater¨ªas de misiles Patriot defienden Camp Arifjan de un posible ataque con Scud cargados con cabezas qu¨ªmicas. Los Patriot apuntan al norte. Apuntan a Irak. Como miran al norte los soldados estadounidenses destacados en esta base log¨ªstica del Ej¨¦rcito de Estados Unidos. Est¨¢n preparados para atacar. Est¨¢n preparados para la guerra. "Esperar, esperar... ?Por qu¨¦ tenemos que esperar? Tenemos un trabajo que hacer. Pues hag¨¢moslo de una vez", reclama impaciente el sargento Burrell.
En Camp Arifjan, 60 kil¨®metros al sur de la ciudad de Kuwait, nadie duda de que habr¨¢ una ofensiva y de que est¨¢n m¨¢s que preparados para ella. "S¨®lo esperamos una orden para atacar. La del presidente ", aseguran todos los militares consultados.
Inquietos por una espera que los militares desplegados en Kuwait consideran innecesaria, a su necesidad de entrar cuanto antes en combate se ha unido la declaraci¨®n del pasado viernes del secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld: "Estamos en un punto en que si el presidente Bush toma la decisi¨®n, el departamento de Defensa est¨¢ preparado y tiene la capacidad y la estrategia para hacerlo".
Washington asegura estar preparado para la ofensiva. Consultado directamente sobre si las fuerzas estadounidenses y brit¨¢nicas est¨¢n listas para entrar en combate, el jefe del Pent¨¢gono respondi¨®: "S¨ª". Sobre el terreno, la tropa tambi¨¦n lo est¨¢. En las ¨²ltimas semanas, Camp Arifjan se ha convertido en el mayor almac¨¦n de material de guerra que ha tenido el Ej¨¦rcito de Estados Unidos desde la guerra de Vietnam.
Carros de combate Bradley, tanques Abrams, helic¨®pteros de ataque Apache, aerotransportados Chinook; todo preparado para partir hacia el norte. "Si nos llaman para ejecutar una misi¨®n, estamos preparados para hacerlo", aseguraba el teniente general David D. McKiernan, a cargo de la coalici¨®n de fuerzas brit¨¢nicas y norteamericanas que supuestamente debe invadir Irak y derrocar a Sadam.
Levantada de la nada, esta base cada d¨ªa se extiende un poco m¨¢s por el desierto. "No cometeremos los errores de la Guerra del Golfo [1991]", confirma el comandante Langlais, a cargo de la log¨ªstica de la base. "Necesitamos disponer de enormes reservas de armamento cerca del frente de guerra", prosigue Langlais. "Aqu¨ª se recibe todo el equipo que llega de los nav¨ªos estacionados en el Golfo. Se pone a prueba su funcionamiento y se entrega a las tropas destinadas en el frente".
Todo preparado para atacar
Decenas de miles de soldados y marines han pasado por esta base antes de partir a lo que ser¨¢ la primera l¨ªnea del frente si estalla una guerra contra Irak. "Todo est¨¢ operativo para estar en la vanguardia de un ataque en cuesti¨®n de horas", explica el comandante. Su trabajo no existi¨® en la contienda de hace 12 a?os. "Esto era impensable en la Operaci¨®n Tormenta del Desierto", puntualiza Langlais. Desde tanques a papel higi¨¦nico para el ba?o. Desde rifles M-16 a letrinas. El comandante Langlais se congratula de ser capaz de poner en funcionamiento una divisi¨®n completa (unos 10.000 soldados) all¨¢ donde "la naci¨®n nos diga que tenemos que ir a ejercer el poder".
La moral es alta y el patriotismo lo rodea todo. A lo largo de la geograf¨ªa kuwait¨ª se extienden varias bases militares reconocidas por las autoridades de Defensa norteamericanas. Camp New York, Camp Virginia, Camp Pennsylvania, deben sus nombres a los tres lugares de EE UU que fueron golpeados por el terrorismo el 11 de septiembre de 2001. Tambi¨¦n existe Camp 93, nombrado en honor del vuelo de United Airlines en el cual los pasajeros lucharon con los terroristas para evitar una tragedia mayor.
Desde que comenz¨® febrero, el Ej¨¦rcito de Estados Unidos ha transformado Kuwait en un campamento militar ante las predicciones de que la guerra podr¨ªa estallar en cuesti¨®n de semanas. Infanter¨ªa, armada, ej¨¦rcito del Aire y marines elevan a 100.000 las fuerzas sobre el terreno, el equivalente al 10% de la poblaci¨®n kuwait¨ª.
En una esquina del campamento, una flecha de madera indica la distancia hasta Bagdad: 375 millas (603 kil¨®metros). Al lado, soldados que no pasan de 20 a?os hacen cola en un Burger King. Sobre sus uniformes cubiertos de arena llevan impreso su apellido: Ortega, S¨¢nchez, Ram¨ªrez. Hoy no comer¨¢n el rancho oficial. Ni las raciones alimenticias que vienen en bolsas de pl¨¢stico conocidas como MRE (Meals ready to eat, comida lista para comer) y con las que el mando pretende entrenarlos para cuando lleguen d¨ªas sin Burger King.
A juzgar por los diferentes acentos y uniformes, los soldados brit¨¢nicos ya est¨¢n sobre el terreno. "Le llamamos coalici¨®n y agradecemos la ayuda de nuestros amigos", dice un comandante estadounidense que pide no ser citado. "Pero esta es nuestra fiesta", deja claro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.