Dirigentes del PP piden que la aportaci¨®n de Espa?a se limite a las bases si no hay resoluci¨®n

Oficialmente, no hay decisi¨®n tomada sobre si Espa?a participar¨¢ en la coalici¨®n militar que ataque Irak, haya o no aprobaci¨®n de Naciones Unidas. Tampoco hay ninguna fuerza militar a¨²n comprometida. Portavoces del Gobierno insisten en que Espa?a "trabaja incansablemente" para lograr una nueva resoluci¨®n de la ONU que obligue a desarmarse a Irak. Pero cargos relevantes del PP y del Gobierno defienden en privado que si esa nueva resoluci¨®n que ampare el ataque no llega a aprobarse, la aportaci¨®n de Espa?a deber¨ªa limitarse a permitir el uso de las bases a¨¦reas a EE UU, como ya se est¨¢ haciendo. Otros, en cambio, mantienen que llegados a este punto no tendr¨ªa sentido una marcha atr¨¢s.

El Gobierno no decidir¨¢ la participaci¨®n militar espa?ola en un ataque contra Irak hasta que se apruebe una nueva resoluci¨®n en el Consejo de Seguridad de la ONU o esta v¨ªa quede definitivamente descartada. No obstante, sectores influyentes del PP ya han empezado a advertir que, si no hay resoluci¨®n, el apoyo deber¨ªa limitarse a la cesi¨®n de las bases para evitar un mayor desgaste ante la opini¨®n p¨²blica.

Pero es sin resoluci¨®n de la ONU cuando m¨¢s necesitar¨¢ EE UU sumar el mayor n¨²mero de banderas a la coalici¨®n. Para que figure la rojigualda no hace falta que tropas espa?olas participen sobre el terreno, donde quiz¨¢ sirvan m¨¢s de estorbo que de ayuda, pero s¨ª que Espa?a realice alguna aportaci¨®n militar significativa desde el punto de vista simb¨®lico. El env¨ªo del portaaviones Pr¨ªncipe de Asturias sigue siendo la opci¨®n preferida por su menor coste econ¨®mico y reducido riesgo.

Un miembro del Gobierno manifestaba recientemente, en privado, que la contribuci¨®n espa?ola ser¨¢ "como la alemana", en alusi¨®n al apoyo log¨ªstico en las bases a¨¦reas, pero es evidente que Alemania no se ha alineado con EE UU como ha hecho Espa?a.

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ram¨®n Gil-Casares, ha declarado que no habr¨¢ una "acci¨®n unilateral", ya que Washington encabezar¨¢ una coalici¨®n. No ha aclarado el papel que Espa?a jugar¨¢ en la misma. Tampoco lo hizo ayer en la Cadena SER, pese a las reiteradas preguntas, el vicepresidente primero, Mariano Rajoy. Se encastill¨® en el "esfuerzo" del Gobierno para que se apruebe una segunda resoluci¨®n en el Consejo de Seguridad.

Pero puede no haberla. En todo caso, frente a los dirigentes del PP y del Gobierno que sostienen que Espa?a debe limitar al m¨ªnimo su implicaci¨®n militar si no hay otra resoluci¨®n de la ONU, otros defienden que la 1.441 ya aporta una base legal suficiente, como manifest¨® el pasado lunes en Tele 5 el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Y si jur¨ªdicamente no hay diferencia entre que se apruebe o no otra resoluci¨®n, tampoco deber¨ªa haberla respecto a la aportaci¨®n militar.

M¨¢s all¨¢ del debate jur¨ªdico, hay tambi¨¦n razones pol¨ªticas cuando s¨®lo faltan 10 semanas para las elecciones municipales y auton¨®micas. En este punto, tambi¨¦n existen dos interpretaciones. Unos creen que una participaci¨®n militar sin resoluci¨®n supondr¨¢ un desgaste electoral considerable y otros sostienen que el coste pol¨ªtico ya se ha pagado. Los favorables a la segunda tesis a?aden que dar un paso atr¨¢s en el momento decisivo puede significar quedarse sin los beneficios que, en t¨¦rminos pol¨ªticos, se derivar¨ªan de una campa?a militar r¨¢pida y limpia. La decisi¨®n definitiva est¨¢ en manos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.