Un juez de EE UU impone a Philip Morris una indemnizaci¨®n de 9.500 millones
La tabacalera hizo creer a los consumidores que los cigarrillos 'light' eran menos da?inos
La derrota de Philip Morris es significativa por partida doble. Primero por tratarse de la primera demanda contra la industria tabacalera en la que los fumadores no fundamentan su reclamaci¨®n en que el tabaco les haya causado enfermedades, sino en que Philip Morris les ha enga?ado al incumplir la promesa de "rebajar el riesgo para la salud" con tabaco bajo en nicotina. Esto implica que el nivel de las pruebas en un juicio ser¨¢ a partir de ahora mucho menor, y mucho mayores las posibilidades de victoria para los demandantes. Y en segundo lugar, porque abre un nuevo frente legal contra el tabaco, que podr¨ªa acelerar la bancarrota de una industria acorralada desde hace a?os en los tribunales de EE UU. Once demandas similares avanzan en otros Estados, y decenas est¨¢n en v¨ªas de interponerse.
El mejor indicio del futuro incierto que se cierne sobre las tabacaleras es la elevada fianza impuesta por el juez para permitirles que apelen la sentencia. Normalmente las fianzas no exceden a las indemnizaciones, pero en este caso Philip Morris tendr¨¢ que depositar 12.000 millones de d¨®lares para poder recurrir a una instancia jur¨ªdica superior. El vicepresidente y abogado de la tabacalera, William Ohlemeyer, se quejaba ayer de la dureza de la penalidad: "Nuestro primer paso ser¨¢ solicitar la anulaci¨®n de la fianza. El juez ha otorgado una suma desproporcionada a fumadores que no han sufrido da?os y que nunca han comprado un paquete de Marlboro que no tenga una advertencia clara sobre los peligros de fumar".
Tras un juicio de s¨®lo dos meses sin jurados, el magistrado Nicholas Byron fall¨® en la madrugada del s¨¢bado a favor de todas las peticiones de los fumadores, solidariz¨¢ndose adem¨¢s con sus alegatos al se?alar que "la motivaci¨®n de Philip Morris era malvada y sus actos muestran total desprecio por los derechos de los fumadores".
Uno de los argumentos centrales de la demanda es que el enga?oso sabor light de los cigarrillos obliga a los fumadores a fumar m¨¢s o aspirar m¨¢s profundamente para ajustar el nivel de nicotina al que est¨¢n acostumbrados por su adicci¨®n. En ese proceso absorben muchos m¨¢s "venenos", resultantes del m¨¦todo de "ventilaci¨®n" que usan las tabacaleras para reducir el alquitr¨¢n.
La indemnizaci¨®n es la segunda de mayor cuant¨ªa concedida hasta el momento en una demanda colectiva. La primera fue en Florida hace dos a?os y medio de 145.000 millones de d¨®lares a medio mill¨®n de fumadores enfermos (a¨²n en proceso de apelaci¨®n). Y la semana pasada el Departamento de Justicia anunci¨® que proseguir¨ªa con una demanda por fraude al consumidor en la que solicita 289.000 millones de d¨®lares a las tabacaleras. Philip Morris sufri¨® otra derrota en octubre en California, donde un jurado otorg¨® una compensaci¨®n de 28.000 millones de d¨®lares a un fumador, que posteriormente un juez rebaj¨® a 28 millones.
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