El ¨²ltimo chocolate

Profesional antes que nada, Jordi Pujol dedic¨® ayer la fiesta de Sant Jordi, la ¨²ltima que celebra como presidente de la Generalitat, para luchar contra la idea de fin de reinado y de cambio pol¨ªtico que se extiende en Catalu?a. "No es el ¨²ltimo a?o de nada", asegur¨® ante los periodistas en un momento de la recepci¨®n celebrada en el Palacio de la Generalitat.

Pero s¨ª es su ¨²ltimo a?o como presidente y la de ayer fue una de tantas despedidas que Pujol vive a lo largo de esta legislatura. A eso se refirieron los l¨ªderes pol¨ªticos de todos los partidos y de eso se hablaba en los corrillos de la recepci¨®n oficial con motivo de la festividad del patr¨®n de Catalu?a, que coincide con la onom¨¢stica del presidente. El Gobierno catal¨¢n lo subray¨® al invitar a una cantidad m¨¢s grande que nunca de representaciones sociales, econ¨®micas y pol¨ªticas al tradicional desayuno de chocolote con bizcochos en el Pati dels Tarongers.

La cola de los invitados, unas 3.000 personas, llegaba desde la plaza de Sant Jaume hasta casi la Via Laietana y el inter¨¦s compartido por todos era el de participar en el ¨²ltimo de estos desayunos con Pujol como presidente. El l¨ªder de los socialistas catalanes, Pasqual Maragall, a quien los sondeos otorgan en la actualidad casi 10 puntos de ventaja en la carrera para la presidencia, fue lac¨®nico a la hora de valorar el momento. Se limit¨® a dar a entender que la celebraci¨®n se mantendr¨¢ aunque haya cambio de presidente de la Generalitat y de partido gobernante: "El Sant Jordi del a?o que viene volveremos a estar aqu¨ª", dijo.Maragall se march¨® pronto y sin haber saludado a Pujol.

Y aunque Pujol asegurara que todav¨ªa le queda trabajo para hacer como presidente hasta fin de a?o, algunos de sus rivales estaban muy interesados en hacerle pasar ya a la historia. Entre ellos el ministro de Ciencia y Tecnolog¨ªa, Josep Piqu¨¦, que encabezar¨¢ la candidatura del Partido Popular (PP) en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas. Pujol ser¨¢, augur¨® el ministro, una personalidad que "formar¨¢ parte del patrimonio de todos los catalanes, como lo es hoy el presidente Tarradellas o en su momento Prat de la Riba".

Parecido punto de vista adopt¨® el secretario general de Esquerra Republicana (ERC), Josep Llu¨ªs Carod, al comentar que ha llegado la hora de expresar un "reconocimiento" por la "trayectoria personal y pol¨ªtica" de Pujol. Pero, a diferencia de Piqu¨¦, Carod destac¨® tambi¨¦n que Pujol "deja un mal sabor de boca" porque en sus ¨²ltimos a?os, desde 1996, "se ha equivocado al elegir un aliado que es el que menos conviene a Catalu?a, que es el PP".

Pujol, que no hizo ninguna concesi¨®n al sentimentalismo de las despedidas, dio otra prueba de profesionalidad al intentar deshacer la imagen de aliado del PP. Aunque al precio de reconocer sus fracasos. "Conmigo, con el presidente de la Generalitat, esta gente no ha querido negociar nada. No he podido hablar ni de las placas de las matr¨ªculas de los coches". Este hecho precisamente lo ha calificado el presidente de Iniciativa Verds, Joan Saura, como balance "contradictorio" de la larga etapa del Pujol presidente que enfila ya sus meses finales.