Genealog¨ªa de nuestros valores
Una de las fuentes de confusi¨®n en los debates actuales acerca del juicio moral que merecen la manipulaci¨®n gen¨¦tica, la clonaci¨®n humana, la eutanasia, la guerra, la globalizaci¨®n, etc¨¦tera, es que cada cual habla a partir de una ¨¦tica que considera tan obvia que no necesita mayor elucidaci¨®n. ?S¨®lo la atroz perversidad de nuestro antagonista puede desconocer los sanos principios que furibundamente le asestamos! Hasta el punto que un profesor de ¨¦tica colega m¨ªo ha llegado a la conclusi¨®n de que la ¨²nica definici¨®n universalmente v¨¢lida de "moral" reza as¨ª: "Aquello de que carecen casi todos los dem¨¢s". Y mientras, junto a estos polemistas hipermorales, florecen los pragm¨¢ticos de v¨ªa estrecha que sonr¨ªen con superioridad ante las elucubraciones ¨¦ticas, se encogen de hombros y dan por hecho que cuanto "funciona" y "beneficia" debe ser asumido socialmente: lo dem¨¢s son prejuicios reaccionarios... Los pobrecillos se quedan as¨ª muy tranquilos, convencidos de que ellos no padecen ning¨²n incurable dogmatismo moralizante.
?TICA PARA LA BIO?TICA Y A RATOS PARA LA POL?TICA
Ram¨®n Valls Gedisa
Barcelona, 2003
223 p¨¢ginas. 16,90 euros
Por eso el profesor Ram¨®n Valls (un destacado estudioso hegeliano, autor de un admirable estudio sobre la 'Fenomenolog¨ªa del esp¨ªritu' titulado Del yo al nosotros) no promulga en este libro una nueva serie de afirmaciones triunfales sobre lo moral y lo inmoral, ni mucho menos se desentiende del lenguaje ¨¦tico, jubil¨¢ndolo como una superstici¨®n obsoleta. Prefiere en cambio trazar condensada y eficazmente un bosquejo del itinerario valorativo que ha seguido nuestra cultura greco-cristiana, sin cuya rememoraci¨®n es imposible no ya "formular" sino ni siquiera "comprender" los juicios morales o supuestamente amorales entre los que hoy nos movemos. El n¨²cleo de su argumentaci¨®n reside en probar el permanente v¨ªnculo que trasciende los valores desde la ¨¦tica hacia la pol¨ªtica y que, en su camino de vuelta, somete luego los acuerdos pol¨ªticamente institucionalizados a nueva reconsideraci¨®n moral.
De este modo ofrece una perspectiva hist¨®rica -a paso de carga pero llena de perspicacia para lo esencial- que va desde los planteamientos cl¨¢sicos de Plat¨®n y Arist¨®teles, a trav¨¦s del cristianismo medieval, Hobbes, Spinoza y Kant, hasta nuestras perplejidades que a¨²n ayer se llamaban "posmodernas". La conclusi¨®n de este recorrido es que sin duda no podemos reducir la autenticidad moral a los mandamientos promulgados desde los p¨²lpitos, pero tampoco al simplismo de alzar caprichos rentables e intereses privados como los ¨²nicos derechos que pueden reivindicarse. En cuanto pierde de vista la perspectiva social y pol¨ªtica, el individualismo se convierte tambi¨¦n en ¨¦ticamente fraudulento. M¨¢s all¨¢ de cualquier rigorismo puritano o pragm¨¢tico, Valls caracteriza la nueva moral nacida de la secularizaci¨®n a trav¨¦s de un proceso de siglos como aquella que tiene "un piso inferior hedonista, uno intermedio de utilitarismo y un ¨¢tico de moral de justicia cl¨¢sica transmutado en la modernidad en ideal de autonom¨ªa y dignidad de la persona".
Quien busque recetas para las cuestiones de la bio¨¦tica o de la pol¨ªtica se sentir¨¢ probablemente decepcionado, porque el libro s¨®lo apunta en unas pocas p¨¢ginas finales los temas concretos que promete en el t¨ªtulo. Pero lo que trata Valls de brindarnos es una genealog¨ªa de los valores desde los que podemos juzgar nuestra problem¨¢tica realidad y no ese juicio mismo, prefabricado y empaquetado. No es un libro de autoayuda, pero ayuda a nuestra autonom¨ªa. El tono de la obra es de divulgaci¨®n inteligente y hasta un poquito maliciosa, jocoso a veces casi hasta lo chocarrero, sin prosopopeya edificante ni jerga innecesaria. Lo puede leer cualquiera: a mi juicio, deber¨ªan leerlo muchos.
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