Un adulto para cinco ni?os en cada clase

Tender puentes entre la escuela, la familia y el barrio depende menos de dinero que de voluntad. ?ste parece ser el esp¨ªritu que ha animado a 22 centros educativos espa?oles -12 en el Pa¨ªs Vasco, 6 en Catalu?a y 3 en Arag¨®n, todos p¨²blicos menos uno concertado, la mayor¨ªa de educaci¨®n infantil y primaria y situados en zonas desfavorecidas- a convertirse en comunidades de aprendizaje, un modelo experimental de ense?anza que persigue eliminar el fracaso escolar y fomentar la convivencia solidaria por medio de la apertura de los centros y del trabajo voluntario de distintos miembros de la comunidad educativa.

El aspecto m¨¢s llamativo de las comunidades de aprendizaje es que promueven la entrada en las aulas de adultos voluntarios (familiares de los escolares, estudiantes universitarios, antiguos alumnos, jubilados), quienes, siempre bajo la supervisi¨®n del profesor, ayudan a aprovechar mejor la clase a los alumnos, repartidos para este fin en peque?os grupos heterog¨¦neos de cinco estudiantes.

"Para los estudiantes aventajados supone un est¨ªmulo poder echar una mano a los otros"

"En lugar de sacar del aula a los alumnos con dificultades, se mete a mayores para ayudarles"

El profesor de sociolog¨ªa y director del centro p¨²blico de Investigaci¨®n CREA de la Universidad de Barcelona, Ram¨®n Flecha, pionero en Espa?a en promocionar este modelo importado de EE UU, resume as¨ª la did¨¢ctica de estos grupos interactivos: "En lugar de sacar del aula a los estudiantes con dificultades de aprendizaje, se mete en la clase a adultos para ayudarles".

Flecha explica que sin una implicaci¨®n plena del profesorado, el modelo no puede funcionar, por eso la transformaci¨®n en comunidad de aprendizaje debe ser respaldada en cada centro por un 90% de los docentes. Cuenta adem¨¢s que "los profesores dejan de poner pegas a que entre gente en su clase cuando ven los resultados que obtienen otros compa?eros que se animan a hacerlo antes".

La directora del colegio p¨²blico Mare de Deu de Montserrat, de Terrassa (Barcelona), Nuria Mar¨ªn, defiende la eficacia de los grupos interactivos frente al modelo de clase tradicional, del cual dice que "en los ¨²ltimos a?os se ha vuelto inservible por el fuerte crecimiento de la diversidad del alumnado", que ha multiplicado las dificultades de aprendizaje (inconstancia, falta de motivaci¨®n familiar, problemas con el idioma).

La escasez de voluntarios disponibles es el principal problema al que se enfrentan las comunidades de aprendizaje. Esto se combate concentrando su actividad en materias troncales, sobre todo Lengua y Matem¨¢ticas.

La labor de los voluntarios,que reciben un curso formativo de 30 horas y deben comprometerse a asistir a clase el n¨²mero de horas semanales que cada uno establezca, es especialmente ¨²til cuando en un mismo aula coinciden ni?os de distintas culturas, como ocurre en casi todos estos centros.

Muchos voluntarios son padres inmigrantes, quienes con su presencia en la clase facilitan la comprensi¨®n de la lecci¨®n a los alumnos de su misma cultura. Pero los beneficios de la multiculturalidad tambi¨¦n son aprovechados por los escolares que no son hijos de inmigrantes, como refleja el ejemplo que cuenta la directora de educaci¨®n infantil y primaria del centro concertado Cant¨ªn y Gamboa, de Zaragoza, Sonia Gim¨¦nez: "Para los ni?os locales supone una riqueza tremenda. Da gusto cuando viene una familia marroqu¨ª a visitar el centro y escuchas a un alumno de aqu¨ª saludarles en ¨¢rabe con toda naturalidad".

El colegio p¨²blico de Lekeitio (Vizcaya) es la ¨²nica comunidad de aprendizaje donde tan s¨®lo un 3% de los alumnos son extranjeros. Su director, Xabier Iturbe, respalda la eficacia del modelo cuando se utiliza con estudiantes de una misma cultura. "Viene bien a todo el mundo, los alumnos con dificultades de aprendizaje rinden m¨¢s que con la clase tradicional, y para los estudiantes aventajados supone un est¨ªmulo poder echar una mano a los otros", sostiene Iturbe.

El aprendizaje en grupos interactivos es el ¨²ltimo eslab¨®n de una larga cadena de trabajo en equipo que implica a profesores, personal no docente, alumnos, familias y vecinos en la consecuci¨®n de los objetivos que establece cada comunidad. Otras actividades propias de estos centros son clases de refuerzo en horario extraescolar, promoci¨®n de la lectura, formaci¨®n para adultos o campa?as de sensibilizaci¨®n en el barrio.