Te lo juro por mi padre

"VOY DE UNA EXISTENCIA a otra". Creo que lo dijo Rilke, pero vaya, no estoy segura al cien por cien (no estoy segura de lo que digo yo, con que para acordarme de lo que dijo Rilke). En total, que a m¨ª me pasa como a Rilke, que voy de una existencia a otra.

Por las ma?anas hago de madre irresponsable en la pel¨ªcula de Albaladejo. ?No te costar¨¢ trabajo?, me dice mi hijo, un poco por joder. Y yo le digo, pues s¨ª, me cuesta, porque yo nunca estudi¨¦, siempre copi¨¦. Consecuencia: no ejercit¨¦ la memoria. Consecuencia de la consecuencia: que no soy capaz de aprenderme una frase de memoria. Qu¨¦ da?o nos hizo la EGB. O sea, que por las ma?anas voy de actriz de cine, y por las tardes me hago un cameo en Siete vidas, que es algo de lo que me debo sentir muy orgullosa porque se lo he soltado ya a todo el mundo, hasta el punto de que me ha dicho mi santo que me repito bastante. Soy inocente, como no ejercit¨¦ la memoria en la EGB (todo lo copi¨¦) no me acuerdo de que me repito. Pero lo voy a decir aqu¨ª para que se les caigan los dientes de envidia a otros escritores de culto, aunque nunca lo reconozcan: voy a salir en Siete vidas.

A m¨ª como que me volv¨ªa loca salir en la peque?a pantalla con el Frutero, la Machi, Gonzalo, Santi Mill¨¢n y Anabel Alonso. Me falt¨® en el cameo Amparo Bar¨®, que es la se?ora que mejor da las collejas de toda la escena espa?ola. Todo se andar¨¢. Otros escritores salen en la tele con S¨¢nchez Drag¨®. Yo, no. ?Por qu¨¦? Porque no me invita. ?Por qu¨¦ no me invita? Porque me falta entidad. Pos vale. Yo sigo en mi sitio. Muy mercuriana: todo me resbala. ?l se lo pierde porque, aun con mis grandes lagunas culturales, tengo mi aquel, qu¨¦ caramba. Ya digo, por el d¨ªa me dedico a la interpretaci¨®n, y por las tardes, al compromiso.

El mi¨¦rcoles fui al acto de los amenazados por ETA en calidad de ciudadana, que es como hay que ir a las cosas. El testimonio de Patxi Elola, concejal socialista y jardinero, era c¨®mico si no fuera porque es tr¨¢gico. Elola tiene que andar cortando el c¨¦sped con tres guardaespaldas. Cont¨® que al principio, cuando la gente de su pueblo, Zarauz, no sab¨ªa que andaba con escolta, un vecino le coment¨® a otro: "Hay que ver los empleados de Patxi, siempre andan deambulando alrededor de ¨¦l sin dar ni chapa".

En el acto hab¨ªa gente del cine. Vi a lo lejos al maestro Borau. Desde aqu¨ª te lo digo, Borau: esta noche me meto en Camisa de once varas, tu libro. El extra?o Borau dice que se siente extra?o dentro de s¨ª mismo, como si estuviera en el cuerpo de otro. Dice que tiene cara de bonach¨®n y no se explica por qu¨¦. Eso nos pasa a muchos.

El cr¨ªtico Cyril Conolly, que era un gordo tremendo, dec¨ªa que dentro de ¨¦l hab¨ªa un hombre flaco pidiendo auxilio. A m¨ª eso me pasa, por eso voy, como Rilke, de una existencia a otra. Picoteando profesiones a ver si hay alguna que me guste lo suficiente como para quedarme. Por eso me admiran los actores, que hablan casi siempre en plural. "Los actores, dec¨ªa Imanol Arias, siempre hemos sido muy reivindicativos".

A m¨ª me encantar¨ªa tener un grupo tan unido, pero nunca me identifico con nadie. Y claro, luego me pasa lo que me pasa, que me encuentro con P¨¦rez Reverte en la presentaci¨®n del libro Diablo guardi¨¢n, del mexicano Xavier Velasco, y me dice don Arturo mir¨¢ndome bien fuerte a los ojos que casi me hac¨ªa da?o: "El que mucho abarca poco aprieta".

Y no me extra?a que me lo dijera porque yo soy una de esas personas a las que la gente da consejos porque me deben ver cara como de chisgarab¨ªs, de no saber a qu¨¦ carta quedarme. Y tienen raz¨®n. Le jur¨¦ por mi hijo que me iba quitar de esta vida trashumante que llevo, pero siempre juro en falso, en eso soy muy como las folcl¨®ricas. Una vez me dijo una folcl¨®rica (no se dice el pecador) que a ella su marido, en 14 a?os de matrimonio, le hab¨ªa echado un polvo tod¨ªsimas las noches. Como yo no la cre¨ªa, ella dijo eso de: "Que se mueran ahora mismo mis hijos si miento". Sus hijos no se han muerto y yo m?alegro. A m¨ª, un t¨ªo tan plasta, que no te respeta ni una gastroenteritis ni una migra?a, lo que quiero es quit¨¢rmelo de encima cuanto antes.

Qu¨¦ bonito es el amor espiritual. A m¨ª me gustar¨ªa que mi santo me quisiera tanto como el escritor Prada quiere a su santa. La quiere, eso dice, con su celulitis mullidita, y ella le quiere a ¨¦l con su barrigota. Yo eso lo veo rom¨¢ntico, no como mi santo que me obliga a machacarme en el gimnasio porque le gustan las carnes prietas, y, lo que yo digo, me hace ir en contra de mi natural reloj biol¨®gico. Por cierto, alguien me dijo que si tengo man¨ªa a Prada, ?yo, pero qu¨¦ dices, chaval? A m¨ª Prada me da subid¨®n. A m¨ª a un novelista que se atreve a escribir un art¨ªculo homenajeando al Papa es que lo pongo en un altar. Es mi rara avis.

Para terminar voy a tirarme un poquito el rollo: yo cito a Rilke, pero hay escritores en la actualidad que me citan a m¨ª. Como lo oyen. En la primera novela del m¨ªtico Coto Matomoros hay una cita m¨ªa. Pero ah¨ª no queda la cosa: tambi¨¦n hay una cita de Saramago. A un buen escritor se le distingue por lo bien que elige a sus cl¨¢sicos: Saramago y Lindo. Alucino.