Guissona, una 'ONU' en miniatura

Guissona (Segarra) es un peque?o pueblo rural de la Catalu?a interior que en los ¨²ltimos 10 a?os ha duplicado su poblaci¨®n debido a la llegada de decenas de inmigrantes extranjeros para trabajar en la Corporaci¨®n Alimentaria Guissona (CAG), una potente industria agroalimentaria de la que depende la riqueza del municipio y que el a?o pasado obtuvo unos beneficios de 14,7 millones de euros, el 88% superiores a los generados en 2001. M¨¢s del 20% de los 4.250 vecinos de Guissona son ciudadanos extranjeros, la mayor¨ªa de ellos procedentes de pa¨ªses del Este de Europa.

El crecimiento demogr¨¢fico de Guissona, donde ya conviven en perfecta armon¨ªa personas de 30 nacionalidades, es un fen¨®meno ins¨®lito e imparable.

"De los 1.200 despedidos en Lear, s¨®lo 15 trabajan en nuestra empresa"

El censo de la poblaci¨®n aumenta a un ritmo de 250 personas cada a?o, con la particularidad de que los trabajadores africanos est¨¢n siendo sustituidos por los contratados en origen en los pa¨ªses del Este, especialmente en Ucrania. "En este cambio no hay que ver motivos raciales o culturales, simplemente pensamos que el perfil de los trabajadores del Este se adapta m¨¢s a las necesidades de la empresa", explica Antoni Condal, responsable del departamento de relaciones externas de la CAG.

El conjunto de la provincia de Lleida se caracteriza por tener un ¨ªndice de paro muy bajo y ello hace que algunos sectores econ¨®micos tengan serias dificultades para proveerse de mano de obra. La CAG es un ejemplo de empresa que no encuentra en el mercado nacional interior el n¨²mero suficiente de trabajadores para cubrir sus necesidades, por lo que sus responsables han tenido que recurrir a la contrataci¨®n de trabajadores inmigrantes en sus pa¨ªses de origen.

"Nosotros necesitamos 500 trabajadores cada a?o. Antes los encontr¨¢bamos en Andaluc¨ªa, en Castilla y Le¨®n o en Galicia, pero ahora los parados espa?oles no quieren trabajar en un matadero, buscan empleos c¨®modos y que no supongan desplazarse de su lugar de residencia", se?ala Condal, que pone como ejemplo el caso del reciente cierre de la vecina f¨¢brica de la multinacional americana Lear en Cervera. "De los 1.200 trabajadores despedidos por Lear, s¨®lo 15 trabajan en nuestra empresa".

La CAG se ha convertido en una especie de Meca del trabajo. Su plantilla ha pasado de los 1.456 trabajadores que ten¨ªa en 1997 a los 2.580 actuales. De ¨¦stos, 756 son extranjeros, cifra que representa el 29% del total de la plantilla, cuando hace s¨®lo cuatro a?os este porcentaje apenas llegaba al 1% de la n¨®mina.

El colectivo de empleados for¨¢neos m¨¢s numeroso en la empresa es el integrado por los trabajadores procedentes de Ucrania, con el 63%, seguido por el de los senegaleses (9%), marroqu¨ªes y rumanos (5%) y b¨²lgaros (4%). "Queremos tener una plantilla estable y por eso estamos dispuestos a facilitar la integraci¨®n de los empleados extranjeros y a hacerles contratos fijos si se adaptan al trabajo", a?ade Condal.

El alcalde de la poblaci¨®n, Josep Cosconera, de Esquerra Republicana de Catalunya, asegura que la evoluci¨®n demogr¨¢fica est¨¢ alcanzando niveles dif¨ªciles de asumir para el consistorio. "Para un municipio peque?o como Guissona no resulta f¨¢cil absorber a tantos inmigrantes de golpe, porque no est¨¢ dotado de infraestructuras suficientes para poder prestar los servicios b¨¢sicos que requieren los reci¨¦n llegados", lamenta el alcalde.

El aumento del vecindario, especialmente el infantil, ha obligado a las autoridades a iniciar la construcci¨®n de un nuevo instituto de ense?anza secundaria, una guarder¨ªa infantil de 82 plazas, un centro de ense?anza infantil y primaria, un polideportivo, un centro de asistencia primaria, 70 nuevas viviendas y una escuela de m¨²sica.

Cosconera afirma que con estos equipamientos Guissona estar¨¢ a la altura de lo que la poblaci¨®n reclama, pero admite que el problema no estar¨¢ totalmente resuelto porque la din¨¢mica de crecimiento tiende a aumentar en funci¨®n de los nuevos proyectos de la CAG.

En cambio, el alcalde de Esquerra Republicana considera un hecho positivo la llegada al pueblo de inmigrantes de diferentes culturas porque, asegura, "nos hemos enriquecido todos", y destaca el nivel de integraci¨®n conseguido: "Al haber trabajo para todos, la convivencia es buena. Los problemas se originan cuando no hay trabajo".