La revoluci¨®n de Harnoncourt
Nadie pens¨® que aquel concierto de 1953 en Viena se convertir¨ªa en un hito. La gente compraba sus entradas casi con el ¨¢nimo de pasar un buen rato a costa de unos j¨®venes locos del barroco, devotos de Bach, en los ¨²ltimos resoplos secos de la posguerra austriaca. Pero all¨ª salieron ellos, con su director, un Nikolaus Harnoncourt de 23 a?os, joven emprendedor y curioso como pocos, a la cabeza, con unos instrumentos m¨¢s raros de lo normal, en los que se apreciaba mucha madera y poco metal. Pero de ellos surgi¨® un sonido que ninguna mente recordaba, porque hac¨ªa m¨¢s de un siglo que se hab¨ªa extinguido y que por su ausencia en la memoria resucitaba de nuevo...
Hoy, 50 a?os despu¨¦s, Harnoncourt, un referente fundamental en la m¨²sica del siglo XX, debe gran parte de su fama a aquella tarde. Pero ni ¨¦l ni sus m¨²sicos eran conscientes tampoco de la que estaban montando. A partir de entonces se abri¨® un camino poderos¨ªsimo que ha resultado fundamental para los m¨²sicos del presente: se iniciaba la Corriente Aut¨¦ntica, que vive hoy su m¨¢s grande apogeo y que se ha convertido en la forma esencial de recuperaci¨®n y comprensi¨®n de la m¨²sica antigua y barroca, por el momento, ya que ¨²ltimamente se est¨¢ adentrando en otros terrenos hist¨®ricos como el belcanto y el neoclasicismo.
EL DI?LOGO MUSICAL. REFLEXIONES SOBRE MONTEVERDI, BACH
Nikolaus Harnoncourt
Paid¨®s. Barcelona, 2003
282 p¨¢ginas. 20 euros
Con la distancia y la sabidur¨ªa acumulada de quien se ha dedicado en carne, sangre y alma a la m¨²sica, Harnoncourt publica ahora El di¨¢logo musical. Reflexiones sobre Monteverdi, Bach y
Mozart. Es un libro en el que se desentra?a una vida de estudio y dedicaci¨®n, en el que muchos pueden comprender lo que ha supuesto Harnoncourt en la recuperaci¨®n y el acercamiento al pasado.
El maestro desgrana las obras fundamentales de Monteverdi, art¨ªfice del paso del Renacimiento al Barroco en la m¨²sica y aut¨¦ntico impulsor de la ¨®pera, sobre todo despu¨¦s de haber creado L'incoronazzione di Poppea (1642), seg¨²n Harnoncourt, que abre un modo de arte fecundo hasta hoy mismo. As¨ª analiza las maneras m¨¢s fieles de acercarse al m¨²sico italiano y da aut¨¦nticos consejos pr¨¢cticos para su interpretaci¨®n, lo mismo que hace con las p¨¢ginas dedicadas a Bach, entre las que destacan de manera poderosa sus consideraciones sobre La pasi¨®n seg¨²n san Mateo y las Cantatas, que ¨¦l ha revitalizado de forma crucial. Son p¨¢ginas de enorme valor para los aficionados y los profesionales de la m¨²sica, aunque el discurso se vuelve m¨¢s ¨¢rido y m¨¢s para entendidos en los pasajes dedicados a Mozart, de quien lanza una reflexi¨®n para la provocaci¨®n: "No fue un genio", sostiene Harnoncourt, para m¨¢s adelante desgranar los hallazgos complicad¨ªsimos y llenos de vericuetos que el salzburgu¨¦s dej¨® para la historia en cuanto al tempo y al ritmo en sus obras.
Quien quiera seguirle que le siga, pero una cosa deja clara Harnoncourt en estas p¨¢ginas: no es ning¨²n fundamentalista de su invento. ?se ha sido el principal peligro de la Corriente Aut¨¦ntica. Algunos talantes cerrados, que no admiten otro tipo de visiones ni interpretaciones y que incluso han renegado y denostado a Harnoncourt por haberse dedicado m¨¢s tarde a otros repertorios. El berlin¨¦s, que anima a ser lo m¨¢s fiel posible al esp¨ªritu de las ¨¦pocas en que fueron creadas las m¨²sicas, no se muestra jam¨¢s tajante en cuanto a las respuestas, sino que plantea tambi¨¦n sus dudas en alto, aunque bien es cierto que ofrece todo tipo de soluciones inventivas, ricas y llenas de inspiraci¨®n.
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