C¨®mo salir del embrollo
Esta semana ser¨¢ la de la definitiva condena de Luc Ferry o la de su moment¨¢nea salvaci¨®n. El Gobierno, de la misma manera que ya ha congelado la discusi¨®n parlamentaria de una "Ley de Autonom¨ªa Universitaria" que conced¨ªa un cierto margen de iniciativa a los rectores y sus centros para as¨ª ganarse las simpat¨ªas jacobinas del sindicalismo m¨¢s conservador, tambi¨¦n podr¨ªa renunciar a la descentralizaci¨®n de los funcionarios de la Educaci¨®n Nacional.
De momento, Ferry tiene que discutir de nuevo la cuesti¨®n con los representantes de los profesores y del personal no docente, pero ahora lo har¨¢ acompa?ado de Nicolas Sarkozy. El ministro del Interior y n¨²mero dos del Gobierno no pierde ni una oportunidad de mostrarse imprescindible y ¨¦l es capaz de resolver -y transigir- all¨ª donde el fil¨®sofo se estrella en nombre de principios irrenunciables.
En realidad, a Ferry, por el mero hecho de no ser un pol¨ªtico profesional y de proceder de la m¨ªtica "sociedad civil", le ataca todo el mundo y sin que eso suponga el menor coste para los agresores, incluido Xavier Darcos, ministro delegado para la Ense?anza, que desde el primer d¨ªa no ocult¨® que deseaba reemplazar a Ferry y se dedic¨® a cortarle la hierba bajo los pies.
Claro que el propio Ferry ya se las arregla solo para enemistarse con el profesorado, que ha acabado por boicotear sus actos p¨²blicos y recibirle lanz¨¢ndole libros, ejemplares de un volumen que el ministro ha escrito para "dialogar" con los docentes. "Gastarse 900.000 euros para repartirnos entre todos sus banalidades al mismo tiempo que se reducen los cr¨¦ditos destinados a educaci¨®n, es pura provocaci¨®n", explicaba una profesora en huelga. Y aunque la irritaci¨®n de los padres, incluida la de qui¨¦nes llevan sus hijos a liceos franceses en el extranjero -como los de Madrid o Barcelona- se reparte entre profesores y gobernantes, estos ¨²ltimos hacen correr el rumor (aunque pueda ser poco fundado) de que ahora los profesores se disponen a boicotear los ex¨¢menes, iniciativa altamente impopular que les enfrentar¨ªa con la opini¨®n p¨²blica.
Pensiones de jubilaci¨®n
El embrollo de la reforma de las pensiones de jubilaci¨®n, que no admite un trato especial para los funcionarios de la Educaci¨®n Nacional -el ministro de Asuntos Sociales, con buen criterio, record¨® hace pocos d¨ªas que "me parece exagerado equiparar el desgaste f¨ªsico del trabajo en la mina con el de preparar clases de filosof¨ªa"-, puede en cambio tanto acelerar el reemplazamiento de Ferry como ayudarle. ?sa, la de las pensiones, es una reforma de todo el Gobierno, liderada por Raffarin, avalada por Chirac, y si es criticada por los docentes eso a ¨¦l le compete o afecta de manera relativa y le permite diluir su mal en el de muchos. Aunque tal y como dice el dicho, "mal de muchos, consuelo...".
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