Ginebra celebra el bicentenario de Berlioz con un nuevo 'Fausto'

La ?pera de Ginebra celebra el bicentenario del nacimiento del compositor franc¨¦s Hector Berlioz (1803-1869) con una nueva producci¨®n de La condenaci¨®n de Fausto (1846) firmada por el poeta, dramaturgo y director Olivier Py. Se trata de una visi¨®n especialmente sombr¨ªa del mito del hombre que vende su alma al diablo, de la primera versi¨®n de Goethe sobre dicha historia.

"La originalidad de esta versi¨®n del mito de Fausto", explica Py, "radica en que el recorrido del personaje es una sucesi¨®n de fracasos, de errores, en el que incluso el amor es un error. Es una visi¨®n del destino que corresponde al Berlioz joven, a un creador genial que descubre que s¨®lo le queda la m¨²sica o la pistola, que el deseo, el sexo, la amistad no le bastan".

Jos¨¦ van Dam es el demonio tentador en este montaje. El famoso bajo belga dice sentirse atra¨ªdo "por un diablo que es m¨¢s humano que el de Gounod, Arrigo Boito o Mozart, un diablo que al mismo tiempo que es el Dios del Mal, es ir¨®nico y cercano, capaz de presentarse como un amigo del que Fausto no desconf¨ªa".

Olivier Py ha querido que ese demonio encarnado por Van Dam sea tambi¨¦n el primer fot¨®grafo. "La invenci¨®n del daguerrotipo es contempor¨¢nea a La condenaci¨®n de Fausto. La fotograf¨ªa hace evidente la imposibilidad del retorno al para¨ªso, nos indica que ya no vivimos el momento, nos convierte en exiliados del mundo. La cat¨¢strofe de la modernidad est¨¢ en que la imagen est¨¢ separada de lo que representa. Con Caspar David Friederich, con el romanticismo alem¨¢n, el personaje a¨²n vive en fusi¨®n con la naturaleza. Con el daguerrotipo, con la fotograf¨ªa, esa unidad se rompe, y de ah¨ª el oficio de Mefist¨®feles".

Un mundo roto

Para Py, que no hace ning¨²n misterio de sus profundas convicciones religiosas, las innovaciones t¨¦cnicas son armas para la destrucci¨®n del ideal humanista. "Lo curioso es que Berlioz es un compositor extremadamente moderno, que incluye pasajes atonales, en 1846, en su composici¨®n, un m¨²sico innovador y en ruptura con su ¨¦poca", constata Van Dam. Y Py admite esa modernidad musical, pero la lleva a su terreno: "La visi¨®n de Berlioz es la de un mundo roto, de un Dios silencioso, un universo en el que no existe la providencia. Si s¨®lo se cree en la mirada del hombre, entonces se entra en el jard¨ªn de los suplicios. El Fausto de Berlioz no ve el mar, sino agua. Vive encerrado en su subjetividad, es incapaz de ver el v¨ªnculo entre naturaleza y providencia".

La composici¨®n de La condenaci¨®n de Fausto tiene otros atractivos para un director de escena. "Es una obra que explora el inconsciente de Fausto, que explora sus sue?os. Todo transcurre en su cabeza, la primera media hora es una aventura interior".

El montaje, estrenado hace unos d¨ªas, podr¨¢ verse en Ginebra hasta el 26 de junio. La direcci¨®n musical es de Patrick Davin. Fausto lo interpreta Jonas Kaufman, mientras que Margarita es la mezzosoprano sueca Katarina Karn¨¦us.