Mill¨¢s revoluciona a editores y bibliotecarios
Juan Jos¨¦ Mill¨¢s abri¨® ayer la segunda jornada del curso El derecho a la lectura: las bibliotecas, como si se dirigiera a los alumnos de uno de los institutos a los que acude para convencerles de lo bueno que es leer. "Se lee por las mismas razones por que se escribe: para comprender el mundo. O sea, que es una actividad transgresora".
Habl¨® de la delincuencia atenuada: las de los j¨®venes que quieren liberarse de un mundo sin salida y que se dedican a romper mobiliario urbano los fines de semana. "Lo que ellos consideran un acto de rebeld¨ªa en realidad fortalece al Estado. Y el Estado no puede prescindir de esos j¨®venes delincuentes. Si desaparecieran, el Ministerio del Interior convocar¨ªa oposiciones en 48 horas para reponerlos".
"Esto se lo cuento a los chicos cuando llego al instituto pisando jeringuillas. La verdadera rebeli¨®n ser¨ªa que un viernes por la noche se quedaran en casa leyendo Madame Bovary. Eso s¨ª que ser¨ªa la bomba".
"Quiero convencerles de las bondades de la lectura", insisti¨® Mill¨¢s. "?Por qu¨¦ se estudia el aparato digestivo, con sus ves¨ªculas y sus p¨ªloros, y no se estudia, en cambio, el aparato imaginario? No se estudia porque es el que nos hace libres y dif¨ªciles de manipular".
"Pero si no quieren leer para comprender el mundo, para modificar la realidad, para no ser manipulados, lean al menos para ganar dinero". ?Se puede ganar dinero leyendo? La pregunta silenciosa recorri¨® clandestinamente el comedor de gala, la sala del palacio de la Magdalena donde se celebra el 19? Encuentro Sobre la Edici¨®n. Nadie se atrevi¨® a formularla en voz alta, pero Mill¨¢s la respondi¨® con gran desparpajo: "Cualquiera que sepa leer y escribir tiene posibilidades de ganar el Premio Planeta, y son 100 millones de pesetas".
Vida y lectura
"Recurro a cualquier cosa para que los alumnos lean, incluida la conexi¨®n entre la vida y la lectura. No es una conquista f¨¢cil, pero si lo conseguimos ya no nos abandona. La literatura es un modo de acceder a zonas del conocimiento a las que no se puede llegar de otra manera. Lean mucho, por favor, aunque no me lean a m¨ª", concluy¨® Juan Jos¨¦ Mill¨¢s.
Bibliotecarios y editores, como chicos de instituto, casi prometieron hacerlo. Encantados quedaron con el provocador Mill¨¢s. Luego pasaron a temas m¨¢s arduos, como la lectura p¨²blica y las administraciones auton¨®micas o los municipios como garantes de la red de bibliotecas.
La ministra Pilar del Castillo pas¨® como una exhalaci¨®n y en menos de diez minutos repiti¨® hasta cinco veces el "esfuerzo notable" que est¨¢ haciendo la Administraci¨®n para mejorar la red de bibliotecas. El editor Josep Maria Puig de la Bellacasa, presidente del Gremio de Editores de Catalu?a y de CEDRO, record¨® que el 95% de las bibliotecas p¨²blicas son gestionadas por los ayuntamientos.
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