Medio siglo de Fasa-Renault
Los vallisoletanos podr¨¢n ver desfilar por sus calles el pr¨®ximo viernes un espect¨¢culo inusual formado por un centenar de coches peque?os que dejaron de fabricarse hace m¨¢s de 40 a?os. Ser¨¢ una muestra ¨ªnfima del popular 4/4, un utilitario de reducidas dimensiones, cuyas primeras 12 unidades fueron ensambladas en Valladolid por una peque?a empresa local que contaba con el permiso de la Renault francesa.
Medio siglo despu¨¦s, esta multinacional contin¨²a invirtiendo y tiene previsto desembolsar durante este a?o 350 millones de euros en sus factor¨ªas de Valladolid, Palencia y Sevilla para modernizar las instalaciones e incorporar nuevos productos.
El 12 de agosto de 1953, autoridades locales y periodistas asistieron a la presentaci¨®n de las 12 primeras unidades del Renault 4/4 (cuatro puertas, cuatro cilindros, cuatro plazas...) producidas en la factor¨ªa de montaje de la reci¨¦n creada Fabricaci¨®n de Autom¨®viles, SA (Fasa). En su nacimiento participaron activamente distintos empresarios vallisoletanos, entre los cuales destaca Santiago L¨®pez Gonz¨¢lez (padre del actual director general de la Guardia Civil), que ocup¨® durante 40 a?os la secretar¨ªa del consejo de administraci¨®n. En sus inicios se trataba de un peque?o taller en el que unos 100 empleados m¨¢s que fabricar coches se dedicaban a montar las piezas que se hac¨ªan en otros lugares de Espa?a y del extranjero.
Tal y como recoge en un estudio Mar Cebri¨¢n, de la Universidad Carlos III de Madrid, el motor del 4/4 era fabricado en Santander por la Sociedad Nueva Monta?a; las piezas peque?as y medianas de la carrocer¨ªa estaban a cargo de la Sociedad Cointra (filial del Banco Ib¨¦rico), mientras que las cajas de cambio eran fabricadas en Sevilla por la sociedad ISA, en la que Fasa participaba con un 20% del capital. Aunque todos estos detalles fueran desconocidos para muchos vallisoletanos, algo deb¨ªan sospechar cuando, de manera casi generalizada, opinaban que la ¨²nica aportaci¨®n de la ciudad a los coches que en ella se montaban "era el aire de las ruedas".
En los primeros tres a?os de la empresa el n¨²mero de trabajadores apenas super¨® los 400, iniciando un espectacular crecimiento en la d¨¦cada de los a?os sesenta, que continu¨® sin interrupci¨®n hasta los noventa, cuando lleg¨® a tener una media de 14.000 empleados, que se convirtieron en una nueva clase social envidiada por muchos: los faseros, perceptores de unas n¨®minas que, seg¨²n estudios de la ¨¦poca, superaban en un 30% a las del resto de trabajadores de otras industrias similares. Pero el despegue definitivo lleg¨® durante el mandato de Santiago L¨®pez como alcalde de la ciudad, cuando consigui¨® que fuera elegida como Polo de Desarrollo, lo que la convirti¨® en el eje industrial de toda la regi¨®n.
A partir de ese momento, la ciudad dej¨® atr¨¢s su car¨¢cter rural y provinciano y se convirti¨® en otra netamente industrial, de la que sal¨ªan 17 veh¨ªculos de cada 100 fabricados en Espa?a. Gracias a Fasa y a las numerosas industrias auxiliares que llegaron despu¨¦s, nacieron y crecieron casi todos los barrios de Valladolid, habitados por faseros que forzaron el desarrollo de los servicios.
La expansi¨®n continu¨®, inaugur¨¢ndose en 1977 la factor¨ªa palentina de Villamuiel de Cerrato. Desde entonces hasta hoy, el n¨²mero de trabajadores ha ido descendiendo sensiblemente, hasta el punto de que la plantilla de las f¨¢bricas de Valladolid y Palencia apenas supera las 10.000 personas, lo que no impide que fabriquen, entre ambas, m¨¢s de 2.500 coches diarios. Ello permite a sus directivos recordar que desde que sali¨® del primitivo taller de Fasa el primer 4/4 hasta el d¨ªa de la fecha, se han fabricado m¨¢s de 10 millones de coches y 11 millones de motores.
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