La Uni¨®n Europea llora la muerte de una ardiente valedora de la ampliaci¨®n
Algunos dirigentes vinculan el asesinato de Anna Lindh con el refer¨¦ndum sobre el euro
"Era la mejor de todos nosotros", dec¨ªa ayer por la ma?ana, haciendo esfuerzos en p¨²blico por no romper en sollozos, la comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallstr?m, compatriota, amiga y compa?era de partido de Anna Lindh. El asesinato de la joven ministra sueca caus¨® ayer en Bruselas y en las dem¨¢s capitales europeas una enorme conmoci¨®n y perplejidad. "Es un ataque contra la democracia de mi pa¨ªs, pero tambi¨¦n contra la Uni¨®n Europea", dijo Wallstr?m, reteniendo a duras penas las l¨¢grimas ante la mirada del presidente de la Comisi¨®n, Romano Prodi, tambi¨¦n muy compungido.
Un¨¢nimes fueron los elogios de la clase pol¨ªtica al compromiso europe¨ªsta y a la calidez humana de Lindh. No falt¨® quien mencion¨® su belleza f¨ªsica. Pocos quisieron especular sobre el m¨®vil del crimen. Algunos lo situaron claramente "en el contexto del refer¨¦ndum del euro" del pr¨®ximo domingo, como su colega espa?ola, Ana Palacio, o el liberal brit¨¢nico Graham Watson, jefe del tercer grupo del Parlamento Europeo, reci¨¦n regresado de Estocolmo para seguir la campa?a. "Un pol¨ªtico con su perfil en esta campa?a es vulnerable de un ataque", afirm¨® Watson.
Analistas europeos se han sorprendido de la visceralidad con la que los partidarios del no han defendido en algunos m¨ªtines el rechazo al ingreso de Suecia en la moneda ¨²nica. En Bruselas se subrayaba ayer "la gran implicaci¨®n de Lindh en la campa?a a favor del s¨ª". "Resulta c¨ªnico decirlo hoy, pero su muerte sin duda incrementa las posibilidades para el ingreso de Suecia en el euro", opinaba una fuente diplom¨¢tica comunitaria.
Lindh dej¨® buen sabor de boca cuando el Gobierno socialista sueco ocup¨® la presidencia de la UE entre enero y junio de 2001, tras los sobresaltos de la cumbre de Niza, en diciembre del a?o anterior, que marc¨® el rumbo hacia la ampliaci¨®n. Tuvo magn¨ªficas relaciones con Javier Solana, el Alto Representante de la Uni¨®n.
Ambos colaboraron estrechamente en las crisis de la antigua Yugoslavia. Viajaron juntos a Belgrado en la primavera de ese a?o en una de las visitas m¨¢s dif¨ªciles para Solana, semanas antes de que el asesinado primer ministro serbio, Zoran Djindjic, ordenara la detenci¨®n de Slobodan Milosevic. "Era una colega brillante, una verdadera europea y una querida amiga. Hemos perdido una persona formidable y comprometida", declar¨® Solana en una breve aparici¨®n p¨²blica ayer por la ma?ana.
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Jacques Chirac expresaban en Quintos de Mora (Toledo) su pesar y condenaban el atentado. Tambi¨¦n el canciller federal alem¨¢n, Gerhard Schr?der; el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, o el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini. "Europa est¨¢ de luto", dijo ¨¦ste en nombre de la UE. Pero, al margen de las valoraciones pol¨ªticas, lo m¨¢s notable fue la necesidad de resaltar por parte de muchos su calidez humana o de rebuscar an¨¦cdotas para confirmarla. "Por encima de todo era madre. Tambi¨¦n amiga. All¨ª estaba ella con una botella de vino o felicitando a una secretaria cuando era su cumplea?os", revel¨® la comisaria Wallstr?m. Lindh era uno de los pol¨ªticos suecos que m¨¢s defend¨ªan la idea de Europa, opinaban ayer en Bruselas diversas fuentes diplom¨¢ticas comunitarias. Se sent¨ªa tan orgullosa con su labor que, concluida la presidencia sueca, decidi¨® traerse a la capital europea a sus dos hijos peque?os para que asistieran a un Consejo de Ministros de la UE. Fue en julio de 2001, en la primera reuni¨®n que presidi¨® B¨¦lgica. Sent¨® a su lado a uno y un rato despu¨¦s al otro. Qui¨¦n sabe si les sirvi¨® para contagiarse del virus europe¨ªsta que su madre tuvo hasta la muerte.
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