"S¨®crates era un vendedor de esperanza, como Paulo Coelho"
Las dos muertes de S¨®crates (Alfaguara) transcurre en el siglo V antes de Cristo en Atenas, en un momento de m¨¢ximo esplendor en el que brillaban fil¨®sofos, dramaturgos, pol¨ªticos, en la ¨¦poca de las polis, de la democracia. La guerra contra Esparta, la peste, pronto la llevan a la decadencia y la tiran¨ªa. Ignacio Garc¨ªa-Vali?o (Zaragoza, 1968) elige como eje de su historia La Milesia, un lupanar de lujo, dirigido por la muy culta Aspasia de Mileto, y por el que desfilan todos los grandes. Es dif¨ªcil clasificar Las dos muertes de S¨®crates como una novela hist¨®rica. Hay en ella intriga pol¨ªtica y detectivesca, una democracia amenazada, feminismo militante, por no decir revolucionario... Antes de empezar a escribirla, Garc¨ªa-Vali?o se plante¨® esta pregunta: "?C¨®mo ser¨ªa la Atenas de S¨®crates vista por un fil¨®sofo coet¨¢neo con la mentalidad del siglo XXI?". La respuesta es esta novela de apenas 300 p¨¢ginas que se lee de un tir¨®n.
"No es una novela hist¨®rica: no es de evasi¨®n, no es ex¨®tica, no es did¨¢ctica..."
Pregunta. S¨®crates muri¨® tras ser obligado a beber cicuta. ?Cu¨¢l fue su segunda muerte?
Respuesta. Su muerte encierra un gran misterio y probablemente nunca sabremos qu¨¦ pas¨®. Fue condenado y acat¨® la sentencia con pasmosa tranquilidad. Lo ¨²nico que sabemos es lo que ha contado Plat¨®n y algo Jenofonte. Yo hago otra lectura: la muerte de S¨®crates vista por alguien contrario a sus ideas.
P. ?C¨®mo era S¨®crates, en su opini¨®n?
R. Fue un gran fil¨®sofo, pero dogm¨¢tico y reaccionario. Y cuando digo reaccionario me refiero a aqu¨¦l que no acepta otra verdad que la suya, un mercachifle del saber. Me hubiera gustado que hubiera escrito sobre S¨®crates alg¨²n sofista; como no existe ese libro he decidido escribirlo yo.
P. ?Por qu¨¦ un sofista?
R. Utilizaban el lenguaje como veh¨ªculo de conocimiento, pero dudaban del propio lenguaje y eso es muy actual, como su escepticismo: no hay ninguna verdad en la que salvarse.
P. Pr¨®dico, uno de los protagonistas de su novela, va a Atenas en busca de la verdad.
R. All¨ª conoce a S¨®crates y descubre que es un h¨¢bil tramposo, que hizo de su vida y de su muerte una obra maestra. Era un vendedor de esperanza, como Paulo Coelho.
P. En su novela hay una intriga: uno de los pr¨®ceres es asesinado en el burdel de Aspasia y ¨¦sta deber¨¢ cerrarlo si no se descubre al culpable. Tambi¨¦n hay amor.
R. El lector que s¨®lo busque entretenerse encontrar¨¢ una novela detectivesca, divertida, con una intriga que es parte de la trama. Eso es algo que echo en falta en muchas novelas actuales, que son pajas mentales. A m¨ª me gusta construir una historia, plantear un desarrollo, un nudo y un desenlace.
P. ?Las dos muertes de S¨®crates es una novela hist¨®rica?
R. Creo que en rigor no es una novela hist¨®rica: no es de evasi¨®n, no tiene nada de exotismo, no es did¨¢ctica, no ilustra sobre un periodo...
P. Pero est¨¢ muy bien documentada.
R. Nadie que conozca bien la historia dir¨¢ que esos personajes no existieron, aunque alguno me invento. He reinterpretado los hechos que ocurrieron, pero he evitado todos los t¨®picos, como la religi¨®n, el arte, la homosexualidad, y me he centrado en la corrupci¨®n, la demagogia, el oportunismo, que son temas muy actuales. La he enfocado desde una mentalidad muy moderna, una licencia que rompe el canon de la novela hist¨®rica. Tiene todos los elementos de una novela moderna, no es un fresco hist¨®rico.
P. La antigua democracia que usted describe tiene las mismas contradicciones que la de ahora.
R. Se mantienen. Podr¨ªamos decir que la del Peloponeso fue una guerra preventiva. Buscar aliados para atacar las colonias, as¨ª se liaron y as¨ª acabaron. Tuc¨ªdides dec¨ªa que hab¨ªa que tener mucho cuidado porque el precio a pagar ser¨ªa muy alto, y Atenas lo pag¨®.
P. Quiz¨¢ a Bush le convendr¨ªa leer a Tuc¨ªdides.
R. ?Bah! En el Pent¨¢gono hay una panda de descerebrados, que ven espejismos. Ha quedado en evidencia su estupidez. No mintieron respecto a las armas de destrucci¨®n masiva en Irak, se equivocaron. Vieron armas donde s¨®lo hab¨ªa molinos.
P. ?Sigue trabajando como psic¨®logo escolar?
R. S¨ª. Me han traslado a Marbella.
P. Igual lo de religi¨®n como asignatura obligatoria le va a dar m¨¢s trabajo.
R. Bastante analfabetos son los alumnos de ESO para que ahora se les imponga religi¨®n. Tenemos un Gobierno mojigato y opusino. El siglo XXI ha nacido viejo y reaccionario en muchos aspectos, las ideas est¨¢n en estado comatoso. En pol¨ªtica y en guerras retrocedemos. Si comparamos, la Grecia antigua siempre ser¨¢ m¨¢s actual y moderna.
Babelia
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