Pasado y presente
El jueves celebraron en Rota el aniversario de los pactos de la Espa?a franquista con Estados Unidos, acontecimiento pol¨ªtico, diplom¨¢tico y militar, que tuvo lugar el 26 de septiembre de 1953, es decir, pr¨¢cticamente hoy. Todo perdura, y Gregory G. Johnson, almirante de las naves estadounidenses en Europa, record¨® felizmente en la base de C¨¢diz, hace dos d¨ªas, c¨®mo EE UU asumi¨® "la responsabilidad de situar al maravilloso pueblo espa?ol al principio de un viaje pol¨ªtico y econ¨®mico que ha resultado un tremendo ¨¦xito". EE UU, seg¨²n su almirante, estim¨® el poder estrat¨¦gico de una Espa?a ansiosa por acabar con el aislamiento y la neutralidad.
Los peri¨®dicos del ¨²ltimo domingo de septiembre ensalzaron la nueva alianza. Hablo del 27 de septiembre de 1953, que cay¨® en domingo, tal como cuenta ?ngel Vi?as en su libro sobre los pactos de Franco con EE UU. Los pactos, seg¨²n la prensa, pon¨ªan fin al ostracismo espa?ol. El pueblo (espa?ol) estaba espiritualmente conmocionado, pleno de gratitud y complacencia hacia su Caudillo, y EE UU comprend¨ªa que Espa?a era uno de los puntos neur¨¢lgicos de la defensa de Occidente. ?Espa?a hace pol¨ªtica mundial!, se entusiasmaba un editorialista. Creo que Rota y Mor¨®n nos hacen a los de la zona, 50 a?os m¨¢s tarde, m¨¢s neur¨¢lgicos, m¨¢s mundiales, es decir, m¨¢s americanos.
Esto es un valor actual: el mismo d¨ªa de la fiesta en Rota, Berlusconi buscaba inversores en Nueva York presentando a su Italia como el pa¨ªs europeo m¨¢s americano. ?M¨¢s que nosotros? Oigo en un hotel de Valladolid c¨®mo una italiana trata de entenderse con el camarero espa?ol. Aunque comparten lengua madre, el lat¨ªn, la se?ora pide en ingl¨¦s un juice, no un zumo, palabra m¨¢s pr¨®xima al italiano succo. El camarero exprime una naranja. No, dice la italiana. Peach, please: melocot¨®n. Nos vamos uniendo en la gran Am¨¦rica y Am¨¦rica nos engrandece. En emisi¨®n de Radio Nacional, el 1 de octubre, d¨ªa del Caudillo, en 1953, Franco habla sobre los pactos con EE UU: le devuelven a Espa?a el rango de gran potencia, Espa?a interviene decisivamente en la marcha de la Historia. Los discursos en defensa de la guerra de Irak parecen, hoy, escritos por el mismo propagandista de entonces.
Franco hablaba de la obligada participaci¨®n de Espa?a en la defensa de la Europa libre y la reconquista en su d¨ªa de la Europa sojuzgada. Hemos superado los objetivos: ahora, ganada Rusia, fronteras m¨¢s al Este deben ser vencidas. El almirante de la flota espa?ola, Balb¨¢s, proclam¨® el jueves en Rota la voluntad de Espa?a de acometer junto a Estados Unidos nuevas empresas. El tiempo es una corriente inm¨®vil. El pasado es nuestro presente y ser¨¢ nuestro futuro. Celebrar¨¦ el d¨ªa de San Miguel, 29 de septiembre, revivir¨¦ la romer¨ªa de mi infantil Granada, ver¨¦ la procesi¨®n en Nerja: el santo y su espada aplastando al drag¨®n. Llegu¨¦ ayer de Valladolid. Tuve siete horas de tren para mirar por la ventana, para leer: Maurice Keen, en La caballer¨ªa, recuerda el culto medieval a los santos militares, como San Miguel Arc¨¢ngel, jefe de las huestes de Dios, que ayudaba a los reinos cristianos contra sus enemigos y era venerado en acci¨®n de gracias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.