La m¨¢s alta concentraci¨®n

Cuando por azar se abre la puerta de una de las aulas del colegio p¨²blico V¨¢zquez de Mella, lo primero que choca es poder ver todos las razas de un tir¨®n. Como en un anuncio de Benetton. Los alumnos sentados en sus pupitres son negros, amarillos, indios, blancos. Todos mezclados en plena armon¨ªa.

Este colegio de primaria es un ejemplo de convicencia multicultural. De los 420 alumnos inscritos, el 58% son inmigrantes. Y de ellos, la mitad son ecuatorianos. "Aqu¨ª la inmigraci¨®n no es un problema. La convivencia es maja, positiva. Puede ser que alg¨²n d¨ªa en el patio un ni?o venga llorando porque un compa?ero le haya llamado chino. Entonces yo le digo: 'Pues ll¨¢male t¨² espa?ol", asegura su directora, Irene Iglesias.

Este curso habr¨¢ en la comunidad de Madrid m¨¢s de 80.000 alumnos inmigrantes en infantil, primaria y ESO, seg¨²n la Consejer¨ªa de Educaci¨®n. Los estranjeros suponen ya el 10% de la poblaci¨®n escolar. La mayor¨ªa son ecuatorianos, marroqu¨ªes, chinos, rumanos y b¨²lgaros. Pero su reparto en los centros sostenidos con fondos p¨²blicos es profundamente desigual. De los 65.667 inmigrantes matriculados el curso pasado, 51.730 acud¨ªan a uno p¨²blico y s¨®lo 13.937 a uno concertado. En esta comunidad hay 2.586 centros escolares: 1.492 son p¨²blicos, 483 concertados y 611 privados.

"En el V¨¢zquez de Mella el goteo de llegada de inmigrantes es inintermitente hasta que se cubren todas las plazas", explica su directora. Vienen en cualquier ¨¦poca, incluso en mayo, cuando queda un mes por zanjar el curso. La comisi¨®n de escolarizaci¨®n, permanente todo el curso escolar, asigna a los alumnos a los centros dependiendo de la zona en la que viva el chaval y de las plazas disponibles en los centros. Seg¨²n una normativa, todos los colegios de la Comunidad sostenidos con fondos p¨²blicos deben reservar al menos tres plazas por clase en los cursos que dan acceso a un ciclo. La consejer¨ªa estima que el 40% de los inmigrantes en edad escolar que llega a Madrid no conoce el idioma o arrastra un desfase curricular.

Con el objetivo de ayudar a la integraci¨®n de estos alumnos, la Comunidad de Madrid puso en marcha en enero pasado el programa de aulas de enlace. Este curso funcionan ya 141 aulas. Un aula de enlace es una especie de antesala de adaptaci¨®n donde el escolar inmigrante que acaba de llegar aprende a marchas forzadas el idioma y matem¨¢ticas, correspondiente a su nivel, durante seis meses con 11 alumnos m¨¢s como m¨¢ximo. No todo el tiempo el chico est¨¢ en el aula de enlace, pues asignaturas como m¨²sica, educaci¨®n f¨ªsica o educaci¨®n pl¨¢stica las estudia con el resto de los alumnos de su clase futura.

Estas aulas est¨¢n repartidas tambi¨¦n de forma desproporcionada: 74 est¨¢n ubicadas en centros p¨²blicos (36 en primaria y 38 en secundaria) y 67 en centros concertados (28 en primaria y 39 en secundaria). Ya est¨¢n matriculados en ellas 665 alumnos.

De esto se queja el secretario general de la Federaci¨®n de Ense?anza de CC OO de Madrid, Francisco Garc¨ªa: "La distribuci¨®n ha sido discrecional. Aunque muchos centros p¨²blicos han pedido tener una, no se les ha concedido. La paradoja es que hay casi el mismo n¨²mero de aulas de enlace en centros p¨²blicos como en concertados".

Por su parte, la directora de Promoci¨®n Educativa, Mar¨ªa Antonia Iglesias, da una explicaci¨®n: "Como la pol¨ªtica educativa tienende a equilibrar la matriculaci¨®n de inmigrantes en centros p¨²blicos y concertados, cuando uno concertado ha pedido un aula de enlace se le ha concedido, ya que una vez que el chico finalice su etapa de seis meses en este aula el centro estar¨¢ obligado a darle una plaza en el centro".

El ingreso del chico en este aula es voluntario. Para la puesta en marcha de cada una, cada centro ha recibido 1.800 euros, otros 4.000 euros para

equipamiento inform¨¢tico y 1.200 euros m¨¢s cada a?o para recursos did¨¢cticos.

De cada aula de enlace se ocupan 1,5 profesores. Este curso trabajan, en general, 1.500 profesores de compensatoria.

En el V¨¢zquez de Mella existe un aula de enlace a la que ha llegado esta ma?ana por primera vez un ni?o ucranio de 10 a?os. No habla una palabra de espa?ol. Lo primero que ha hecho la directora es llevarle a la clase a la que se incorporar¨¢ definitivamente cuando aprenda el idioma para que salude a sus compa?eros. Porque por ahora la mayor parte del tiempo lo pasar¨¢ junto con otros siete ni?os como ¨¦l, entre 9 y 11 a?os, que acaban de llegar a Espa?a: tres marroqu¨ªes, otros tres chinos, y una ucrania. Con tarjetas y dibujos, una profesora les ense?a palabras en espa?ol como "carne", "pescado", "poco", "mucho".

Sentado en un banco de madera, un ni?o marroqu¨ª espera con su madre a la directora. La comisi¨®n de escolarizaci¨®n le ha mandado al V¨¢zquez de Mella para que se matricule. Su vida escolar en Espa?a est¨¢ a punto de comenzar.