El envejecimiento invisible de gays y lesbianas
La discriminaci¨®n agrava los problemas de los homosexuales mayores
No se les ve, pero existen. Cientos de miles de gays y lesbianas mayores de 65 a?os viven en Espa?a la doble discriminaci¨®n de su orientaci¨®n sexual y del envejecimiento, seg¨²n un informe de Beatriz Gimeno, presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Gays, Lesbianas y Transexuales (Felgt). "No es que no tengan problemas, es que para las autoridades son invisibles", dice Gimeno.
Y su "drama" acaba de empezar, indica la presidenta de la federaci¨®n. Ahora est¨¢n llegando a la vejez las personas que vivieron su juventud bajo el franquismo. Es una generaci¨®n que s¨®lo pudo salir del armario (una expresi¨®n que significa hacer p¨²blica su orientaci¨®n sexual) en su madurez. Para algunos de ellos, que son adem¨¢s portadores del VIH, no hay ning¨²n tipo de atenci¨®n especializada prevista.
Para la mayor¨ªa de los gays y lesbianas mayores (el caso de las transexuales es todav¨ªa mucho peor), el principal problema es la soledad. "Muy pocos tienen hijos que se hagan cargo de ellos, y muchos han roto los v¨ªnculos con su familia para poder vivir su sexualidad con libertad. Algunos han creado familias paralelas con sus parejas o amigos, pero en muchos casos las personas que las forman son tambi¨¦n mayores o han fallecido", explica la presidenta de la federaci¨®n.
Si quieren ser atendidos, tienen que conseguir una cama en una residencia, algo dif¨ªcil para todos los mayores (seg¨²n un estudio de la Fundaci¨®n La Caixa, s¨®lo hay plazas para el 2,8% de los mayores). "Pero en estos centros ni se plantean que pueda haber personas mayores que sean gays o lesbianas. En ninguno se contempla que puedan convivir con sus parejas. Ello les aboca a vivir sus ¨²ltimos d¨ªas ocultando su orientaci¨®n, encerrados en el peor de los armarios", comenta Gimeno. "Y no digamos si estas residencias est¨¢n regidas por ¨®rdenes religiosas, como es frecuente", a?ade.
Una soluci¨®n ser¨ªa crear apartamentos tutelados, apunta el activista Jordi Petit en su libro 25 a?os m¨¢s. Otra, abrir residencias para ellos, como la que se ha inaugurado recientemente en Barcelona. Algunas organizaciones de gays y lesbianas, como Colegas, rechazan esta soluci¨®n. Gimeno no la descarta: "Si tienen problemas, puede ser una opci¨®n. Tienen derecho a estar tranquilos en su vejez", afirma.
Tambi¨¦n hay problemas para los que se quedan en casa. Los servicios de atenci¨®n a domicilio son escasos, y se han dado casos de voluntarios que no quieren volver cuando se enteran de que la persona que atienden es homosexual.
Ni siquiera las parejas tienen una buena situaci¨®n. Se juntan los problemas t¨ªpicos de la vejez (peor salud, menos recursos) con la angustia ante un futuro sin derechos (no se pueden recibir pensiones de viudedad, la herencia est¨¢ castigada fiscalmente, no se tiene capacidad para decidir un tratamiento m¨¦dico de la pareja si se opone alg¨²n familiar).
La soluci¨®n pasa, en primer lugar, por que las autoridades reconozcan la existencia de personas mayores gays y lesbianas. Hay que recopilar datos para saber exactamente su situaci¨®n, preparar al personal que les va a atender y legislar para que se reconozcan sus derechos, indica Gimeno. Esto ¨²ltimo parece lo m¨¢s dif¨ªcil. La autora envi¨® su informe a la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales de Madrid, que se neg¨® a publicarlo. Hoy, D¨ªa Internacional del Mayor, se lo presentar¨¢ a los partidos de la oposici¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.