Una mujer iran¨ª recibe el Nobel de la Paz por impulsar la democracia en el islam
La activista de derechos humanos Shir¨ªn Ebad¨ª es la primera musulmana que recibe el galard¨®n
Shir¨ªn Ebad¨ª se convirti¨® ayer en la primera musulmana que gana el Premio Nobel de la Paz, en reconocimiento a su defensa de los derechos humanos. Ebad¨ª, de 56 a?os, logr¨® con su lucha decidida contra la discriminaci¨®n de la mujer y los ni?os en Ir¨¢n, anteponer su candidatura a las del Papa y a la del presidente de la Rep¨²blica Checa, V¨¢clav Havel. Ebad¨ª, que ayer se encontraba en Par¨ªs, declar¨®: "Ser mujer en Ir¨¢n no es f¨¢cil debido a que la ley no nos reconoce muchos derechos", pero dej¨® bien claro que su misi¨®n est¨¢ en Ir¨¢n e hizo un llamamiento a la liberaci¨®n de todos los presos pol¨ªticos.
"Este es un mensaje para el pueblo iran¨ª, para el mundo isl¨¢mico, para todo el mundo; que los valores humanos, la lucha por la libertad y por los derechos de la mujer y los ni?os deben de primar", declar¨® Ole Danbolt Mjoes, presidente del comit¨¦ de cinco miembros que la eligi¨®.
Shir¨ªn Ebad¨ª, la flamante premio Nobel de la Paz, dio una conferencia de prensa en Par¨ªs, que fue casi un s¨ªmbolo de la dif¨ªcil evoluci¨®n de Ir¨¢n. Todo transcurri¨® a medio camino de unas condiciones propias de la clandestinidad -en el patio de luces de un edificio, sentada al aire libre, sin micr¨®fono, ni altavoz- y las de una democracia: rodeada de c¨¢maras de televisi¨®n, grabadoras de emisoras de radio y cuadernos de periodistas de la prensa escrita. Su ropa, de color negro, tambi¨¦n era una soluci¨®n de compromiso, aunque su pelo, libre de pa?uelo alguno, y sus labios maquillados de un rojo intenso, eran inconfundibles signos de feminismo ante un Ir¨¢n en el que sigue vigente el diy¨¦ (dinero de sangre), esa indemnizaci¨®n econ¨®mica que el asesino debe abonar a los familiares de la v¨ªctima y que se divide por dos en el caso de que ¨¦sta sea mujer.
"Ser mujer en Ir¨¢n no es f¨¢cil", dijo Shir¨ªn Ebad¨ª, "debido a que la ley no nos reconoce muchos derechos". Esa ley es la que, en 1979, la priv¨® del derecho a seguir ejerciendo como magistrada, cargo al que accedi¨® en 1974 y en el que era, dentro de su sexo, una pionera. "Pero parte de la belleza de la vida en Ir¨¢n viene de ah¨ª, de la dificultad de esa lucha, como mujer y jurista. Si viviese en otro pa¨ªs no tendr¨ªa tantos motivos para hoy sentirme orgullosa de m¨ª misma", dijo, con una sonrisa ir¨®nica y sin levantar nunca el tono de voz. Ebad¨ª tiene dos hijas, de 20 y 23 a?os.
En medios pol¨ªticos iran¨ªes se considera que detr¨¢s de la concesi¨®n del Nobel est¨¢, sin duda, el rechazo del Consejo de Guardianes, de agosto pasado, a la propuesta aprobada por el Parlamento para que Ir¨¢n se uniera a la Convenci¨®n de Naciones Unidas sobre Derechos de la Mujer. Esa decisi¨®n del Consejo de Guardianes puso una vez m¨¢s de manifiesto que el sistema democr¨¢tico iran¨ª est¨¢ secuestrado por el r¨¦gimen. Ese Consejo y el sistema judicial del que Ebad¨ª fue expulsada, como el resto de las mujeres iran¨ªes, son precisamente, los dos pilares en que se sustenta el poder casi absoluto del l¨ªder supremo, Al¨ª Jamenei.
Las mujeres iran¨ªes tienen acceso a los ¨®rganos democr¨¢ticos del pa¨ªs, como el Parlamento, el Gobierno, la Administraci¨®n y dem¨¢s esferas profesionales. De hecho, en relaci¨®n con los pa¨ªses de su entorno gozan de bastante grado de libertad y representaci¨®n, pero tienen vedado el acceso a las m¨¢ximas instituciones del r¨¦gimen y en el plano legal est¨¢n muy discriminadas, porque la legislaci¨®n se apoya en la sharia o ley isl¨¢mica.
La legislaci¨®n iran¨ª considera tambi¨¦n al ni?o "propiedad" del padre, y la abogada ha dicho siempre que "defender los derechos del ni?o es defender los derechos humanos". Si tenemos en cuenta que la vida de un ni?o vale dos veces la de una ni?a se entiende a¨²n m¨¢s el combate de Ebad¨ª porque los ni?os sean considerados "individuos independientes".
El premio lo valor¨® Ebad¨ª muy favorablemente, "porque va a darnos a¨²n m¨¢s fuerza a quienes luchamos en favor de los derechos humanos en Ir¨¢n. Hoy son numerosas las personas que est¨¢n en la c¨¢rcel en mi pa¨ªs por luchar a favor de la democracia y la libertad. Deseo que sean puestas en libertad lo antes posible y quiz¨¢s este premio contribuya a ello". La perspectiva de una liberaci¨®n o transformaci¨®n de Ir¨¢n a ra¨ªz de la invasi¨®n por parte de otro pa¨ªs, como ha sucedido en Irak por la coalici¨®n brit¨¢nico-estadounidense, no se le antoja la mejor: "El combate a favor de los derechos humanos en Ir¨¢n lo lleva a cabo el pueblo iran¨ª y ¨¦se est¨¢ en contra de cualquier invasi¨®n extranjera. No necesitamos que nos liberen los otros".
Situaci¨®n en Palestina
Pacifista convencida -"la ¨¦poca de las revoluciones y las guerras ya pas¨®"-, se dijo tambi¨¦n muy preocupada por la situaci¨®n en Palestina, "que es distinta de la de otros pa¨ªses musulmanes, pues all¨ª viven en medio de una guerra desigual, que enfrenta a los que s¨®lo tienen piedras con los que poseen un poderoso Ej¨¦rcito".
Sobre si el islam es o no soluble en la democracia fue tajante: "Una lectura abierta del Cor¨¢n permite afirmar que el islam no es incompatible con los Derechos del Hombre. En el Cor¨¢n no hay nada contra ellos. Hace 20 a?os que repito esa idea: se puede ser musulm¨¢n y defender el vivir en un pa¨ªs en el que las leyes respeten la libertad de expresi¨®n y conciencia. Todos los musulmanes debieran felicitarse ante ese premio, que tambi¨¦n es un poco suyo, una forma de respaldo a un islam moderado y tolerante".
Los analistas se?alan que al elegir a Shir¨ªn Ebad¨ª, el jurado del Nobel ha querido lanzar un mensaje en defensa del islam abierto, moderado y reformista, que, sin duda, representa esta combativa mujer. Destaca tambi¨¦n el hecho de que en todos estos a?os -el Nobel se concede desde 1901- s¨®lo 11 mujeres han sido galardonadas.
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